Vodafone quiere llevarme a los tribunales
Sí, eso es lo que deduzco básicamente del mensaje que mi ex-compañía de telefonía móvil me acaba de mandar.
Os comento:
Yo era feliz con mi tarifa 90x1 por la cual yo llamaba a números Vodafone y podía hablar 90 minutos pagando sólo el 1º.
En esto que me llamó un día a finales de Marzo un tío muy salado con acento sevillano ofreciéndome un cambio de tarifa y yo, por teléfono, acepté cambiarme a la tarifa Base o algo así, con la que pagaba sólo el establecimiento de llamada para todas las llamadas y operadores, por 8 euros y algo de cuota durante el primer año, pero ni firmamos contrato ni nada. La oferta era por, como digo, un año.
Para mi sorpresa, me di cuenta de que ya no me mandaban la factura en papel, con lo que tuve que llamar por 1ª vez al tlf. de atención al cliente pidiendo que me la volvieran a enviar, ya que en el momento del cambio de tarifa el sevillano salado NO ME INFORMÓ sobre ese extremo, pero sin cobrarme la tarifa de 1€ que ya tenían por envío de facturas en papel en la nueva tarifa.
Pues bien, llegado el momento, la factura apareció en mi buzón de correos, pero cobrándome el euro y con las dos nuevas y desagradables sorpresas de que determinadas llamadas las facturaban según la tarifa anterior, siendo por lo tanto más caras (esto ocurrió durante dos meses); e igualmente, la cuota no era ya de 8 euros y pico, sino 9 y pico (no es el dinero lo que me importa, sino la sensación de desconfianza que me recorrió al comprobar lo ocurrido).
Tras dos nuevas llamadas al 123, obtuve un descuento de un 15% en la cuota, y la promesa de revisar la tarificación de esas llamadas. Me tuvieron que llamar dos veces más, preguntándome la señorita de Vodafone en la última llamada, cual era mi grado de satisfacción con la compañía, por lo que no tuve más remedio que indicarle que era nulo. Eso pareció entristecerla, indicándome a continuación que trabajarían por mejorar esa calificación.
Por fin, llegó una nueva factura con el descuento anunciado en la cuota y la revisión (y abono mediante descuento en factura) de las llamadas mal tarificadas en los primeros meses tras el cambio, pero MI FACTURA EN PAPEL SEGUÍA COSTÁNDOME 1 EURO. Harto de esta situación, llamé por última vez al 123 inquiriéndole a la telefonista en cuestión sobre el importe de la penalización por rescindir mi "inexistente contrato" con su compañía, y me indicó que sería de 9 €.
Ni corto ni perezoso, me até la manta a la cabeza y decidí cambiarme de compañía, a MÁSMÓVIL en este caso. Cual fue mi sorpresa cuando el mes siguiente el cargo de Vodafone en mi cuenta fue de 36€ y pico, y esta vez, para más inri, sin factura de por medio. Intentando por todos los medios acceder por internet a la factura electrónica (me resulta muy complicado hacerlo) descubro con horror como, al no ser ya cliente de Vodafone no puedo acceder a mi factura electrónica, y por otro lado mi compañía de teléfonos nueva no me permitía llamar al 123.
Así pues, una mañana de verano, a primera hora marcho rumbo a mi sucursal bancaria para devolver el recibo. Un mes después, recibo la factura, donde la penalización asciende de 9 a 18 €, me cobran otro nuevo euro por recibirla en papel (faltaría más) y esa misma mañana recibo un mensaje de teléfono pidiendo que les llame a no sé qué número para resolver este "negociado".
Hoy, otro mes después de aquello, me desayuno con un nuevo mensaje donde se me informa que esta compañía va a dar traslado de "MI" expediente a un bufete externo, pareciéndome ya de lo más grave, sino les llamo al 663901656.
O sea, que les tengo que llamar yo. Pues pueden ir esperando. Si por 36 € van a ir a juicio, espero que les cunda, y como todo lo hagan igual, a esta compañía le auguro un futuro bastante, bastante negro. Será por eso que han tenido que recurrir a comprar ONO.
Y que quede constancia aquí de lo que ha ocurrido, y como funciona este "empreso".