Movistar y la Iglesia: fácil entrar, complicado salir
Bueno, tal vez el título no es muy adecuado, pero recoge la indignación que siento tras mantener de forma infructuosa una fatigosa batalla para conseguir que Movistar me diera el código para liberar mi móvil. Son ya más de dos meses, casi tres, y al final he decidido adquirir un terminal libre en lugar de pasarme horas al teléfono recibiendo bonitas palabras pero carentes de veracidad. Un amigo me ha comentado que quiere apostatar, pero que le han dicho que lo va a tener crudo. Pues lo mismo que yo con Movistar, sólo que en mi caso me iré: voy a hacer la portabilidad a Simyo y como se nieguen a facilitarla, con gastar el saldo y tirar la tarjeta a la basura, adiós muy buena, Movistar. S2