Oído cocina_La trampa de las preferentes floreció durante el mandato de Aznar, pero el PP culpará a Zapatero
La trampa de las participaciones preferentes, en la que han quedado atrapados decenas de miles de pequeños ahorradores seducidos por los cantos de sirena de banqueros sin escrúpulos, floreció durante el mandato de José María Aznar en La Moncloa. El PP, sin embargo, obviará ese incómodo dato y culpará del estropicio a José Luis Rodríguez Zapatero, mañana en el Congreso, durante la comparecencia de tres ex banqueros y una ex vicepresidenta del Gobierno, todos bajo sospecha, para rendir cuentas de la crisis que ahoga al sistema financiero, con Rodrigo Rato de estrella invitada.
La expectación que ha despertado la presencia en el palacio de la Carrera de San Jerónimo de Rato, Narcís Serra (Caixa Catalunya), Julio Fernández Gayoso (Novacaixagalicia) y Elena Salgado es altísima. No sólo por el nada disimulado morbo de ver al ex presidente de Bankia -imputado en la Audiencia Nacional- tratando de lavar su dañada imagen, sino porque el astronómico montante -hasta 100.000 millones de euros- del plan de rescate bancario a España bien merece la luz y los taquígrafos. Pero el encorsetado formato que el PP ha impuesto al debate y la tentación del PSOE de pasar de puntillas para evitar molestas salpicaduras pueden acabar frustrando a una inmensa mayoría de enrabietados ciudadanos.
Los dos grandes partidos, según las fuentes consultadas por El Confidencial, se ajustarán a un rígido guión que apenas dejará hueco a la improvisación. Los socialistas pretenden centrar el foco sobre la rescatada Bankia para acorralar a Mariano Rajoy -que primero encumbró a Rato en Caja Madrid y lo defenestró cuando se consumó el desastre-, y los populares se aferrarán al argumento de que son ellos quienes tienen que apechugar ahora con un problema que heredaron del PSOE.
El ejemplo más claro de esa estrategia es el de las participaciones preferentes, un producto financiero que decenas de miles de modestos inversores -la mayoría de ellos sin el menor conocimiento de economía- adquirieron bajo la promesa de altas rentabilidades y sin ser informados por sus bancos del riesgo que corrían de no recuperar jamás su dinero. El PP sostendrá mañana que hasta la llegada de Zapatero al poder, en 2004, sólo las entidades e intermediarios financieros con profundos conocimientos del mercado adquirían las preferentes, y que fue a partir de entonces cuando los socialistas autorizaron que se comercializaran también entre los minoristas, es decir, los pequeños ahorradores.
Entre 1999 y 2004
La realidad parece bien distinta. Las entidades bancarias emitieron el mayor paquete de preferentes a clientes minoristas -más de 18.000 millones de euros- precisamente entre 1999 y 2004, es decir, desde el último tramo de la primera legislatura de Aznar hasta el final de su mandato. Es cierto que las emisiones de ese producto-trampa experimentaron un marcado repunte en 2009 -superando los 11.000 millones-, ya con un noqueado Zapatero en La Moncloa, porque los bancos necesitaban una urgente recapitalización. Pero fue precisamente en 2004, tras la llegada de los socialistas al poder, cuando se impusieron unos requisitos más rígidos para la venta de preferentes a los pequeños ahorradores, lo que provocó una rápida caída de las suscripciones.
El PP, sin embargo, tratará de demostrar mañana que fue Zapatero quien presionó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para que autorizase la comercialización de las preferentes entre los minoristas. Ese mismo argumento ya lo utilizó hace sólo dos semanas su portavoz parlamentario de Economía, Vicente Martínez Pujalte, durante la reunión de la Diputación Permanente del Congreso. Y los populares, según las fuentes consultadas, volverán a reprochárselo este jueves a los socialistas durante el nada habitual desfile de ex banqueros por los pasillos de la Cámara Baja.
Martínez Pujalte aseguró entonces -aunque sus palabras pasaron en ese momento casi inadvertidas- que en 2004 Zapatero dio instrucciones al director de su Oficina Económica, Miguel Sebastián, para que forzase a Carlos Arenillas, en ese momento vicepresidente de la CNMV, a aprobar la emisión de preferentes a minoristas. El portavoz de Economía del PP no citó ni a Sebastián ni a Arenillas por su nombre, pero sus acusaciones fueron tan directas que no hizo falta aclararlas.
Dirigiéndose a los diputados socialistas en un tono desafiante, Martínez Pujalte dijo: "Les pregunto, señores socialistas: ¿están ustedes seguros de que un señor que se sentaba en la Oficina Económica de Presidencia no llamó al vicepresidente de la CNMV para decir, por interés de algunas entidades, que se comercializaran [las preferentes]? ¿Ustedes me aseguran que no se produjeron esas llamadas de la Oficina Económica del presidente al vicepresidente de la CNMV? Porque ahí es cuando empieza la comercialización a minoristas. Y hoy estamos arreglando un lío que ustedes dejaron". Según consta en el Diario de Sesiones del Congreso, la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, le replicó airada desde su asiento: "¡Mentira!".