Soy absolutamente contrario a la pena de muerte...la pena de muerte degrada al juez que la sentencia, al verdugo que la ejecuta y al reo que en un juicio la haya merecido...también es de una absoluta vileza la contemporización con el delincuente que ha impuesto esa pena de muerte que a él no se le debe aplicar...y aún con eso y más gollerías regaladas, no se arrepiente de nada -casos El Juana, Bolinaga, etc...-....ahora bien, en una situación de guerra lo primero que está en riesgo es la vida...y esta puede perderse de la manera más tonta o cruel, mediante el asesinato simple, el homicidio involuntario, la ejecución sumaria por mano de amigo o enemigo...en fin, que la guerra es mu pero que mu mala...también luego, llegada la paz, te pueden ejecutar por criminal de guerra, por ser un nazi o un miliciano rojo-separatista mediante juicios sumarísimos de tribunales militares...¡Ay la guerra...pero qué mala ye!!
Tampoco es cierto que sea diferente matar para comer, para acaparar o para imponer a otros nuestra forma de repartirnos los frutos del trabajo...todo es matar, matar al otro, degradarse y degradarle...
Sí, sí hay quien merece mil veces ser ejecutado...pero ya he dicho que eso es degradarse al mismo nivel que el asesino...un sostén de la sociedad no puede ser la pena de muerte.
Esperaba algo más elaborado de quien dice que nadie merece ser ejecutado y que matar puede tener agravantes y eximentes y demás consideraciones...y solo he oído un débil y tontuno balido de corderito flauta...saludos antoine...hasta la hora de la barbacoa, que habrá costillas de cordero e hígados de cartelista petrolero...
