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¿Leonardo Da Vinci, Colón y Americo Vespucio... catalanes?

213 respuestas
¿Leonardo Da Vinci, Colón y Americo Vespucio... catalanes?
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#177

Re: Dali no era catalán....

¡Pero hombre!, para amar a todas las buenas personas de su tierra tendría que hacer lo contrario de lo que le aconsejas. No se puede afirmar una cosa y la contraria simultáneamente.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#178

Re: Dali no es catalán

pues no se que dali matara o estorbara jamás a una hormiga...ya se que usted cree algo diferente ...pero n ha podido aportar nada...así...que su opinión forjada por desinformadores...mentirosos...y vengativos tergiversadores de la historia y más aún de los hechos...le convierten en un talibán de las ideas...así de triste...un abrazo...

Quien tiene dinero tiene en su bolsillo a quienes no lo tienen

#179

Re: Dali no es catalán....

Se equivocaban.

Dali quiso ser anarquista, flirteó con el comunismo, se dijo que era marxista. Después aduló a Musolini, Hitler, Franco,... pero nunca fué facista. De mayor se autoconfesó monárquico, pero tampoco lo era...

El post #170 hay explicadas por el mismo alguna de las claves de sus ideas políticas.

Saludos

#180

Re: Dali no es catalán....

Dalí fué un genio, y como todo genio iba un poco más allá de lo que podamos ir los demás (además era surrealista, el más surrealista de los surrealistas, "el surrealismo soy yo" -Dalí dixit-), se declaraba apolítico pero acabó siendo anarco-monarquico, pero por unos razonamientos muy distintos de los que podamos tener los simples mortales. (interesante enlace para quién quiera conocer un poco más a Dalí y su concepción de la política)

Evidenciado a través de símbolos que permitían asociaciones paranoicas, Dalí percibió en el comunismo huellas de irracionalismo; experimentó una fascinación particular por la hoz y el martillo en cuya fusión descubría su admirado andrógino. Para él, la hoz era un símbolo femenino y el martillo masculino. Idéntica fascinación le produjo la svástica en la que veía otro símbolo andrógino de unión sexual. No ahorró declaraciones favorables a Hitler antes de la guerra e incluso es posible que sintiera alguna simpatía política. Breton recordaba que en febrero de 1939, el propio Dalí le había explicado que "la crisis contemporánea era racial y que la solución posible era concentrar todos los esfuerzos de los blancos para reducir a las razas de color a la esclavitud". Se ha dicho que, con el paso de los años, Dali se había ido convirtiendo en un hombre de orden que ansiaba la estabilidad ante todo, por encima de las ideologías políticas: si Stalin le causó una profunda devoción surrealista se debía -entre otras cosas- al régimen de hierro que había creado, sintió otro tanto por Mussolini y Hitler y la admiración que deparaba a Franco o Mao no estaba muy lejos de todo esto. Pero sería incompleto reducir la admiración de Dalí hacia esos regímenes totalitarios a una mera muestra de conservadurismo político; en esos años existieron otras muchas dictaduras totalitarias que no merecieron ningún comentario elogioso ni su más mínima atención. Dalí, en realidad, no experimentó apenas una admiración hacia el aparato de poder de estos regímenes; solo le atraía la "dimensión mítica" que intuía en ellos. .... Dalí, culturalmente hablando, era capaz de cualquier exceso y excentricidad, pero ya hemos visto que con el paso del tiempo, en términos políticos, fue convirtiéndose en un conservador nato, horrorizado por las turbulencias de la inestabilidad y el vacío de poder. Fue acentuando estas tendencias con el paso de los años. La posibilidad de una "revolución político-social" le producía nauseas, precisamente por eso se dejó seducir por el concepto de "revolución cultural", pues, en el fondo eso consistió el surrealismo de su juventud: la transformación de los parámetros culturales y de las concepciones para que estas, a modo de infrestructuras presionaran sobre las superestructuras políticas. La muerte de García Lorca influyó más en su ánimo de lo que han estimado muchos biógrafos. Otro tanto puede decirse de la desaparición de correligionarios surrealistas en campos de concentración, en huidas de Francia o en combates en el maquis. En su conferencia en 1951 en el Teatro María Guerrero dijo: "Yo siempre he sabido que toda revolución no es interesante por lo que revoluciona, sino al contrario, porque, a través de ella, se vuelve a encontrar la tradición viva que estaba oculta bajo el polvo de la falsa tradición: las rutinas burocráticas del espíritu". Dalí sintió por Franco lo que otros muchos conservadores experimentaron hacia la figura del dictador: agradecimiento por haber enterrado un caos llamado "Segunda República" y dado fin al estilo de hacer política de los partidos que conformaron el arco parlamentario de la época. Para Dalí importaba poco la legalidad republicana, opinaba que este capital se había dilapidado en el desgobierno, el caos cotidiano y la incapacidad para resolver los problemas. En la citada conferencia de 1951 su primera frase -"Picasso es comunista, yo tampoco"[3]- fue recibida con una ovación rotunda. Y siguió: "En nuestra época de mediocridad, todo lo grande, importante y auténtico, se ha llevado a cabo fuera de lo común, frecuentemente contra viento y marea". En otro momento dijo: "Antes de Franco, los políticos y los gobiernos aumentaron la confusión el desorden y las mentiras en España. Franco rompió abiertamente con esta falsa tradición, restableciendo la claridad, la verdad y el orden en todo el país, en los momentos de mayor anarquía. Esto revela una gran originalidad". Y, por si había alguna duda, continuó: "Vengo para visitar a dos Caudillos. El primero Francisco Franco. El segundo Velázquez, que cada día asciende más en el firmamento artístico del mundo". ... Para Dalí esto era la "gran política" que le atraía desde sus tiempos de precoz lector de Federico Nietzsche: el liderismo de hombres que, a despecho de las masas, actúan para transformar su voluntad de poder en mecanismo histórico, líderes que están, como mínimo tan preocupados por los destinos históricos de un país antes que por la solución de los pequeños problemas cotidianos. Para Dalí la sintonía natural entre Franco y Felipe II tenía más valor que todas las inauguraciones de pantanos de aquel período, la avalancha turística o los planes de desarrollo. Era la muestra de que Franco era "grande" (bueno o malo, pero "grande" al fin y al cabo). ... Los símbolos no son mudos: son expresiones sensibles de ideas, evocan ideas a través de su morfología; cualquier espíritu avezado penetrará en la naturaleza de un símbolo con solo visualizarlo una vez, sin meditar sobre él. Y Dalí pertenecía a este tipo de individuos que cuando ven una esfera no piensan solo en que se trata de una forma idéntica al balón, sino que tras él intuyen significados simbólicos y metafísicos más profundos. Tales significados de este o aquel movimiento político, más que el movimiento en sí, son los que seducen a Dalí, a pesar de que el conjunto pueda ser de una bajeza y mediocridad alarmante. La persona del líder carismático y las sugerencias paranoico-críticas que de los símbolos que lo acompañan, atraen al pintor más que cualquier otra cosa. También en el caso del franquismo, la personalidad del dictador y su acompañamiento simbólico ritual, referido siempre a la tradición española, mereció su adhesión, en absoluto el franquismo sociológico -la burguesía-, ni al franquismo organizado -el "Movimiento Nacional"- con el cual jamás tuvo ninguna relación. LA POLITICA HERMETICA DE DALI Contrariamente a la opinión de algunos biógrafos, Dalí si definió sus ideales políticos y no siempre por el camino de la negación. Si bien en su pensamiento y en sus declaraciones políticas menudearon las negaciones rotundas, también hubo afirmaciones soberanas. Y la primera de ellas es ese alegato al que antes hemos aludido en defensa de la "tradición": "No creía -escribió Dalí- ni en la revolución comunista, ni en la revolución nacional-socialista, ni en ninguna otra clase de revolución. Creía, solo en la suprema realidad de la Tradición". Tenía muy presente la frase de Eugenio d'Ors: "Todo lo que no es Tradición, es plagio". Dalí reconoce ya en su primera juventud el valor de la tradición en la pintura: sus maestros son los clásicos, su modelo a imitar, la gran tradición pictórica renacentista. Este mismo concepto lo traspasa a la política y consigue que, a pesar de todas sus aparentes excentricidades, exista una lógica y una coherencia de hierro en las opiniones políticas de Salvador Dalí. ... Dalí manifestó en todas las etapas de su vida un desprecio absoluto hacia todos los regímenes demo-liberales. Consideraba que la democracia era el caldo de cultivo de toda corrupción. A la pregunta del ensayista Alain Bosquet sobre los acontecimientos de mayo del 1968 en París, Dalí contesta: "El régimen no me parece suficientemente podrido. Me atraen los regímenes corrompidos al máximo, esos que ya están maduros para el restablecimiento de una monarquía tradicional. !Todavía sería necesario que todo fuera aquí más podrido, aun más podrido!". "Contra peor, mejor", habían dicho algunos revolucionarios antes que él; los místicos e iniciados de todos los tiempos, por su parte, aseguraban que para que algo naciera lo anterior debía de morir: Dalí, como veremos, tenía ideas políticas bastante claras, por paradójicas que pudieran parecer. .... Acosado por la izquierda comunista, disputado por los intelectuales y artistas del fascismo, el pintor, a pesar de su apoliticismo, experimentaba una evolución en sus tendencias interiores. En esos años descubrió, también en política, la "vía de la Tradición". A ello le llevó un razonamiento que, fue sofisticando con el paso de los años, pero que era simple en esencia y que puede resumirse en siete puntos: 1) la idea de que debe existir una entidad suprema que ordene en las alturas, un "líder" que encauce y encarrile; 2) mientras, en la base actúan necesariamente múltiples tendencias contrapuestas cuyos conflictos no pueden nunca ir más allá de los límites impuestos por la entidad suprema; 3) solo tras la caída del fascismo, Dalí sustituye la figura del "líder" por el "monarca"; 4) para dar un aspecto daliniano a esta opción perfectamente coherente, Dalí concilia la idea de liderazgo único en la cúspide con la de multiplicidad de contradicciones en la base, ideando el concepto de "monarquía anárquica"[6]; 5) los descubrimientos realizados a lo largo de los años 60 en el dominio de la biología le enseñaron que los organismos naturales, hasta en sus más mínimos detalles, no son amorfos y desestructurados, sino que se encuentran jerarquizados y especializados. 6) la estructura biológico-molecular de la que deriva el hombre en su unidad y en sus potencialidades, es el ADN: por lo tanto, el principio monárquico y la jerarquía que de él emana tiene una justificación biológica[7]; 7) así pues, la forma de gobierno más conforme con la naturaleza humana será la "monarquía-anárquica".
http://infokrisis.blogia.com/2008/012401-dali-entre-dios-y-el-diablo-vii-la-politica-hermetica.-fundamentos-esotericos-de.php
#181

Re: Dali no es catalán....

Es un gran problema estereotipar sentimientos...conductas ...sexo ....credo o simplemente al hombre...es como nos estas reflejando...algunas personas no caben en ningún recipiente son contenido...son continente....un abrazo jaumes...

Quien tiene dinero tiene en su bolsillo a quienes no lo tienen

#182

Re: Dali no es catalán....

Coño Jaumes!... si como tu dices adulaba a Franco ergo entonces era franquista y si era franquista ergo entonces es que sería un fascista.

De opiniones sobre Dalí hay muchas. Te dejo esta de Vicenç Navarro. Un saludo.

Salvador Dalí, fascista

Por Vicenç Navarro

Counterpunch.org
12 de diciembre 2003

T l año 2004, el centenario del nacimiento de Dalí, se ha proclamado "el año de Dalí" en muchos países. Liderados por el establecimiento español, con el Rey a la cabeza, ha habido una movilización internacional en la comunidad artística en homenaje a Dalí. Pero este movimiento ha guardado silencio sobre un tema bastante importante de la biografía de Dalí: su apoyo activo y beligerante por el régimen fascista de España, uno de los regímenes dictatoriales más represivos de Europa durante el siglo XX.

Por cada asesinato político llevado a cabo por el régimen fascista de Mussolini, había 10.000 tales asesinatos por parte del régimen franquista. Más de 200.000 personas fueron asesinadas o murieron en los campos de concentración entre 1939 (cuando Franco derrotó a la República española, con la ayuda militar de Hitler y Mussolini) y 1945 (el final de la Segunda Guerra Mundial, una guerra anti-fascista, en Europa). Y 30.000 personas permanecen desaparecidos en España; nadie sabe dónde están sus cuerpos. El Gobierno de Aznar (aliado de Bush en Europa continental) ha ignorado las instrucciones de la Agencia de los Derechos Humanos de la ONU para ayudar a las familias a encontrar los cuerpos de sus seres queridos. Y el Tribunal Supremo español, nombrado por el gobierno de Aznar, incluso se ha negado a cambiar la situación jurídica de las personas que, asesinado por el régimen franquista a causa de su lucha por la libertad y la libertad, siendo "criminales".

Ahora el establecimiento español, con la asistencia del establecimiento catalán, quiere movilizar el apoyo internacional para su pintor, Dalí, que lo señala como un "rebelde", una "figura anti-sistema" que se levantó a las fuerzas dominantes del arte. Comparan Dalí con Picasso. Una figura literaria menor en Cataluña, Baltasar Porcel (presidente de la comisión año Dalí), incluso ha dicho que si Picasso ", que era un estalinista" (término de Porcel), puede recibir el reconocimiento internacional, entonces Dalí, quien admite que le apoyó el fascismo en España , debe recibir su propio homenaje. "Dibujo esta equivalencia entre Dalí y Picasso es profundamente ofensivo para todos aquellos que recuerdan el apoyo activo de Picasso a las fuerzas democráticas de España y que consideran su" Guernica "(pintado a petición del gobierno republicano español) como un símbolo internacional de la lucha contra el fascismo y el franquismo.

Dalí apoyó el golpe fascista de Franco; aplaudió la represión brutal por ese régimen, hasta el punto de felicitar al dictador por sus acciones encaminadas "a limpiar España de fuerzas destructivas" (palabras de Dalí). Él envió telegramas a Franco, elogiándolo por firmar órdenes de ejecución para los presos políticos. La brutalidad del régimen de Franco duró hasta su último día. El año de su muerte, 1975, firmó las sentencias de muerte de cuatro presos políticos. Dalí envió Franco un telegrama felicitándolo. Tuvo que abandonar su refugio en Port Lligat, porque la gente del lugar querían lincharlo. Se declaró un admirador del fundador del partido fascista, José Antonio Primo de Rivera. Usó terminología fascista y el discurso, presentándose a sí mismo como un siervo devoto de la Iglesia española y su enseñanza - que en ese momento estaba celebrando la reina Isabel por tener la visión de expulsar a los Judios de España y que se había referido explícitamente al programa de Hitler de exterminar los Judios como la mejor solución a la cuestión judía. Plenamente consciente de la suerte de los que fueron perseguidos por la Gestapo de Franco, Dalí denunció Buñuel y muchos otros, haciendo que un enorme dolor y sufrimiento.

Ninguno de estos eventos se registran en la biografía oficial de Dalí y poca gente fuera de España sabe de ellos. Es difícil encontrar a una persona más despreciable que Dalí. Él nunca ha cambiado sus opiniones. Sólo cuando la dictadura estaba terminando, colapsando bajo el peso de su enorme corrupción, llegó a ser un ardiente defensor de la monarquía. Y cuando las cosas no salieron de esta manera, él murió.

Dalí también visitó los EE.UU. con frecuencia. Se refirió al Cardenal Spellman como uno de los mayores estadounidenses. Y mientras que en los EE.UU., dio nombres al FBI de todos los amigos que había traicionado. En 1942, se utilizó toda su influencia para que Buñuel disparado desde el Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde Buñuel trabajó después de tener que abandonar España tras la victoria de Franco. Dalí denunció Buñuel como comunista y ateo, y parece que bajo la presión del arzobispo de Nueva York, Buñuel tuvo que salir para México, donde permaneció durante casi toda su vida. En sus frecuentes visitas a Nueva York, Dalí hizo un punto de la oración en la catedral de San Patricio para la salud de Franco, anunciando en muchas conferencias de prensa su lealtad incondicional al régimen de Franco.

Todo un récord, pero en su mayoría desconocidos o ignorados por sus muchos fans en el mundo del arte.

Vicente Navarro es el autor de La economía política de las desigualdades sociales: consecuencias para la Salud y Calidad de Vida y peligrosos para su salud. Es profesor en la Universidad Johns Hopkins. Él puede ser alcanzado en [email protected].

#183

Re: Dali no es catalán....

Jamás he escuchado tantísimas tonterías juntas...te podría desmontar párrafo por párrafo toda este galimatías que dicho sea de paso escrito por alguien que aprecio...pero...me da pereza serrallonga...si todavía no ha entendido lo que se le está indicando...simplemente es porque ha puesto una barrera entre su pensamiento ...sus deseos...y su celebro e inteligencia...un abrazo...

Quien tiene dinero tiene en su bolsillo a quienes no lo tienen

#184

Re: Dali no es catalán

Bueno, todavía estamos esperando los documentos que prometiste aportar. Por tanto quien queda como un mentiroso me temo que eres tú. Es imposible que yo sea un talibán de ninguna idea porque, respecto a Dalí, no he aportado ninguna idea sólo una información. Mi opiniión se ha referido exclusivamente al Sr. Carod Rovira, al que supongo que también tendrán que amar los catalanes que amen a todas las buenas personas de su tierra.
P.D. Por cierto, la pereza se te nota de lejos. No es preciso que la proclames.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

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