Esperanza Aguirre narró en Es la Mañana de Federico las negociaciones para que fuera candidata al Ayuntamiento de Madrid, y las contrapartidas que le exigió la dirección nacional. En una primera conversación, alrededor de las cuatro de la tarde del viernes, María Dolores de Cospedal le ofreció ser cabeza de lista si dejaba la presidencia del PP regional "con carácter inmediato". Ella lo piensa, y finalmente se niega en rotundo. "Luego me llama Mariano Rajoy y me dice que si soy alcaldesa, dejaría el partido", tal y como informó en su día este diario.
Al presidente, Aguirre le dijo que no se aferra "a nada" y que nunca en el PP de Madrid el alcalde de la capital ha sido el responsable del partido. "Acabamos la conversación en los mejores términos", precisó, no sin desvelar que Cospedal en un momento le aclara que, si acepta la gestora, Cristina Cifuentes no la dirigiría.
Para la candidata, todo quedó sellado el viernes a última hora de la tarde. Pero el domingo aparecieron las portadas de los diarios El Mundo y ABC, y entendió que tenía que dar su versión de los hechos. "La verdad, no es lo mismo no presentarse a un congreso extraordinario que una gestora", explicó. De ahí que avisara a Rajoy de que, si su plan era tomar el control del PP de Madrid de forma abrupta, ella daría un paso atrás. Y todavía quiso hilar más fino en esRadio: "Si no soy alcaldesa, no tengo ningún compromiso y puedo volver a presentarme".
En varias ocasiones, Aguirre intentó dar por zanjada la polémica. Si consigue gobernar, habrá cónclave del PP de Madrid -en principio, debería celebrarse en abril de 2016-, y la batalla interna previsiblemente volverá a estallar. Pero "a los ciudadanos les interesa saber qué voy a hacer yo", quiso reconducir el debate mediático. Si bien, al final de su intervención, se despidió dejando la puerta abierta a todo: "Soy la presidenta del PP de Madrid y he demostrado que pienso seguir siéndolo, que no quiero ser alcaldesa si no soy presidenta del PP de Madrid".
Defender los mismo principios
Aguirre, que reiteró su deseo de que cambie el sistema de elección de candidatos, prometió que defenderá como ha hecho hasta la fecha el ideario político del PP. Esos principios son "la libertad, la vida, la propiedad y el imperio de la ley", recordó. Y fue entonces cuando salió a defender la gestión de Ignacio González, sacrificado políticamente por Rajoy a favor de Cifuentes. "Cuando Montoro le ha quitado dinero a los madrileños y se lo ha dado a Cataluña, él ha protestado donde hay que hacerlo, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera", expuso.
De hecho, vio relación entre el pulso de González con el ministro de Hacienda y su exclusión de las listas. "Posiblemente", dejó en el aire Aguirre, que ya avisó de que su objetivo es bajar "todos" los impuestos, siguiendo la línea de su predecesor en la Puerta del Sol.
En cuanto al consistorio, avisó de que "la cosa está muy difícil" y abrió la puerta a llegar acuerdos. Más aún, apuntó a aquellas formaciones como Ciudadanos, UpyD y Vox con las que ve proximidades ideológicas, y no llegó a excluir al PSOE. "¿Cómo no vamos a llegar a pactos con ellos?", se preguntó.
Su hoja de ruta
Por supuesto, se reafirmó en que no piensa pisar el Palacio de Cibeles -en cuyo futuro ya trabaja, pero no aclara- y devolverá el ayuntamiento al Palacio de la Villa. Un traslado que en nada tiene que ver con el balance de Ana Botella, que tachó de exitoso, según quiso poner de manifiesto. "Los administradores de la ciudad tenemos que ser modestos para que sea grandiosa. Yo me miro en Londres", puso como referencia. Y fue desgranando su plan para la capital: "Limpieza, cuidado de parques y jardines, iluminación", y que la Policía Municipal se encargue principalmente "del cumplimiento de las ordenanzas".
Para Aguirre, hay mucho por hacer. Se refirió al aborto: "Hay que reformar una sola cosa. Que no sea un derecho, es un fracaso de la mujer y también del hombre. No hay que meter a nadie en la cárcel pero hay que ayudar a todas aquellas jóvenes que no quieran abortar", expuso con rotundidad. Y criticó la ley de Felipe González, que a su juicio también era un coladero. Tampoco dudó en meter el dedo en la llaga con respecto a Celia Villalobos, que está a favor del aborto: "Ha dicho que no debemos estar en el PP los que estamos en contra", lamentó.
Otra de las metas que se propone es intentar que regresen al partido aquellos referentes que, defraudados, han optado por otras formaciones. Se refirió, en concreto, a José Antonio Ortega Lara y Santiago Abascal. "Me gustaría que estuvieran en el PP, los dos". Pero reconoció que Ortega "con razón" se enfadó con el Ejecutivo, toda vez su torturador fue excarcelado.
"Mi proyecto es estar al servicio de los ciudadanos. Escucharlos", sentenció una Aguirre que no quiso dar detalle de su lista electoral, en la que la dirección nacional también quiere meter mano. "No puedo dar los nombres porque no he hablado con nadie, hay que presentarla el 15 de abril", afirmó. Su equipo aclara que no consentirá intromisiones.