El bipartidismo de Paco "El Opositor"
En este país tras la llegada de la democracia y una vez producida la hecatombe de la artificial formación UCD en 1.982 se produjo una estabilización en cuanto a los apoyos que tenía cada formación. Aunque surgieran fenómenos como CDS, el fiasco de Miquel Roca, u otros más estrafalarios cono Ruíz Mateos o el GIL. UpyD tampoco parecía que pudiera ir más allá de partido bisagra.
Antes de la crisis se podía decir que PP y PSOE podían tener una clientela fija en torno al 25% de convencidos (después los indecisos eran los que decantaban la victoria en uno u otro sentido), IU entre un 8 y 10% de fieles y los nacionalistas periféricos también tenían su cuota alícuota de acólitos que los apoyaban contra viento y marea. Pero la crisis ha supuesto un terremoto. La población culpó al PSOE de Zapatero (que hay que reconocer que hizo sus méritos) y ahora ve que el PP tampoco es capaz de multiplicar panes y peces. Si a esto se le añade que ya no se tolera tanto la corrupción (que no es que quiera decir que haya más), o que dirigentes catalanes incapaces como Mas y Junqueras (también allí ha gobernado ERC) traten de desviar la atención de sus propias responsabilidades culpando a Madrid de todos sus males, parece que traerá como consecuencia importantes cambios en la correlación de fuerzas.
Tomarse en serio las encuestas es un ejercicio de credulidad que cada vez influye menos en una población que ha perdido la inocencia. Solo, y con mucha prevención, hay que verlas como tendencias. Es preferible sacar alguna conclusión de las últimas elecciones donde los ciudadanos han depositado el voto en la urna y unirlo a la tendencia que expresaban la inmensa mayoría de las mismas.
Como datos objetivos tenemos los siguientes respecto a las andaluzas de 2.012:
1.El PSOE (partido vencedor) ha perdido un 4,09 % de apoyos y 114.423 votos.
2.La debacle del PP ha consistido en una pérdida del 13,9 % que significan 503.039 votos.
3.La participación ha sido un 1,71 % superior, lo que magnifica más aún las pérdidas de los dos grandes partidos.
4.IU ha pasado del 11,34 % al 6,89 %( pérdida del 4,45%).
5.Podemos y Ciudadanos (los partidos alternativos) han conseguido el 14,84% y el 9,28 % de los votos, respectivamente. UpyD ha quedado como un partido irrelevante al igual que ya lo era el PA en Andalucía.
6.El bipartidismo ha pasado del 80,18 % al 62,19 % en Andalucía.
7.Hago constar que son datos oficiales aunque los de 2.015 están al 99,95 % de los votos (faltan los votos por correo). Lo digo porque siempre los hay que se agarran a los pelos de un calvo.
A partir de ahí se podrían sacar una serie de conclusiones, lógicamente como no puede ser de otra manera, de mi propia cosecha y por tanto subjetivas.
1.Se podía empezar diciendo que las tendencias de todas las encuestas hablaban de Andalucía como la comunidad donde se iba a ser más conservador en el voto y a pesar de ello el bipartidismo solo ha superado en un 12% lo conseguido en las europeas en todo el país.
2.El PSOE, en su principal feudo, ha conseguido su menor apoyo histórico lo que unido a su previsible debacle (gracias en gran medida a su desorientación) en su otro gran vivero de votos (Cataluña) explica la alegría de Susana y la seriedad de Pedro Sánchez. El PSOE se la pegará en las próximas generales y los gerifaltes de su “democrático” partido elevarán a los altares del PSOE a la felipesa. Se trata de mi apuesta particular.
3.El futuro del PP es bastante negro. En 2.012 daban por hecha la mayoría absoluta en Andalucía y bastaron unos tres meses de gestión a nivel nacional de Rajoy para que se quedaran con cara de circunstancias. Con estos resultados ya no ocultan su preocupación ante las próximas citas electorales, particularmente las generales.
4.Podemos ha quedado por debajo de las expectativas, no tanto por prometer el paraíso terrenal, como por Monedero y, sobre todo, su condescendencia con sus patrocinadores venezolanos.
5.Ciudadanos, aunque Rivera quisiera enseñar a pescar a la comunidad con más kilómetros de litoral de nuestro país, ha demostrado que tiene un gran dominio de este oficio. Ha pescado algo del PSOE más centrado, bastante más del PP y también de los que enarbolaban la bandera anticorrupción (Podemos).
6.Los votos son de los ciudadanos, que los préstamos en los diferentes comicios, y no de los partidos como nos quieren hacer creer medios interesados. Aunque también es cierto que muchos votantes consideran la política como una religión y no quieren pecar e ir al infierno. Prueba de ello es UPyD, donde el personalismo de una señora que iba de demócrata (era firmemente defensora de las primarias) no quiso atender a las peticiones de coaligarse con Ciudadanos (no fuera que éste le ganara en las primarias). Como consecuencia se encuentra en proceso de descomposición y desintegración (otro caso CDS).
7.Parecido es lo de IU, aunque con diferencias. No quisieron incluir en las europeas en un puesto relevante a Iglesias y éste los ha fagocitado en buena parte. No parece previsible que una formación cuya base es un partido con la historia del PCE desaparezca, pero de nuevo les espera una larga travesía del desierto. No han de esperar llegar a acuerdos de igual a igual con Podemos, ya que Iglesias es inteligente y sabe que unir su destino a IU supone quedarse en el techo histórico de ésta formación. Iglesias tiene, en su tránsito para conseguir un importante éxito en las generales (su verdadero objetivo), que hacer juegos malabares en Andalucía. Por una parte ha de pasar como un partido moderado y por otra mantener su imagen de intolerantes con la corrupción. En ello es en lo que están en Andalucía donde no creo que su apoyo a Díaz pase de la abstención. Un voto favorable de Podemos a la investidura de la felipesa, a no ser que ésta hiciera importantes cesiones (con apellidos como Griñán o Chaves) sería un claro error en su gran objetivo. Precisaría también de la abstención de Ciudadanos, ya que IU y PP parece que votarán en contra.
Hoy ”La Razón” publica una encuesta que hay que tomársela con la misma seriedad que todas. Su análisis indica que Marhuenda no quiere ceder a otros periodistas de la derecha su cargo de “periodista de cámara “ de Rajoy.
No parece lógico que adjudique a Podemos menos porcentaje de voto a nivel nacional que el que obtuvo dos semanas antes en las urnas andaluzas (una de las comunidades donde las encuestas daban peores resultados a esta formación). Considerar en su análisis que Andalucía es la comunidad donde Podemos podía desbancar al PSOE como principal partido de la izquierda es realmente voluntarista.
Por mucho que Paco Marhuenda insista, de momento el bipartidismo sigue en entredicho. El PSOE sigue en crisis y, o se produce un verdadero milagro económico a la alemana en ocho o nueve meses, o Ciudadanos le puede seguir comiendo una muy buena parte de la tostada al partido del gobierno.