PUJOL MINTIÓ: un escrito al Andbank desmonta su coartada de la herencia
Siendo presidente de la Generalitat comunicó al banco andorrano que su hijo era un mero testaferro y su única heredera, Marta Ferrusola.
El documento hasta ahora secreto e incorporado al sumario ha sido descubierto por la comisión rogatoria cursada por la Audiencia.
Prueba la falsedad tanto del comunicado sobre el legado de su padre como de lo declarado ante el Parlament en septiembre de 2014.
La Audiencia Nacional tiene en su poder la prueba documental que certifica que Jordi Pujol mintió sobre su supuesta herencia en Andorra. Un manuscrito redactado en 2001 por el expresidente de la Generalitat catalana y entregado al banco andorrano Andbank reconoce que el dinero a nombre de su hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola, en realidad sería suyo. Es más, este documento establece que en caso de fallecimiento del histórico dirigente catalán los fondos irían destinados a su esposa, Marta Ferrusola. Por lo tanto, la coartada esgrimida por Pujol para justificar el origen de la fortuna familiar se desvanece por completo.
Este escrito, a cuyo contenido ha tenido acceso EL ESPAÑOL, forma parte de la comisión rogatoria remitida por las autoridades andorranas al juez José de la Mata e invalida la versión ofrecida por el ex 'molt honorable' tanto en sede judicial como en el Parlament. Hasta ahora había asegurado que él nunca ha tenido cuentas en el extranjero y que su padre Florenci había dejado una herencia que fue distribuida entre su mujer y sus hijos. Estos fondos fueron ocultados al fisco español más de veinte años, hasta que en 2014 la familia se vio obligada a regularizar los fondos tras las revelaciones de EL MUNDO. Asimismo, Pujol siempre dejó claro que el dinero nunca llegó a estar a su nombre.
Según ha podido saber este periódico, este documento, hasta ahora oculto, queda además refrendado por otro del primogénito del matrimonio Pujol Ferrusola. Así, un año antes, en 2000, Jordi Pujol Ferrusola habría comunicado al banco que a pesar de ser el titular oficial de la cuenta que dispone en la entidad los fondos eran de su padre.
Ambos documentos fueron elaborados en unos años en los que Pujol i Soley todavía presidía la Generalitat, a cuyo frente estuvo desde 1980 hasta el año 2003. Según la defensa de la familia, ese papel tenía como único objetivo hacer creer a la mujer de Pujol Ferrusola, Mercé Gironés, que no tenía ninguna cuenta en Andorra para evitar que reclamara parte de esa cantidad en el proceso de divorcio por el que estaba pasando. Bajo este argumento los abogados de Pujol Jr. han interpuesto una querella en los juzgados andorranos contra el Andbank. Siempre según su versión, en la comisión rogatoria remitida a la Audiencia Nacional, donde se investiga al primogénito de los Pujol Ferrusola por delito fiscal y blanqueo de capitales, se habría ocultado que el referido documento quedó sin efecto después del divorcio.
Cabe recordar que en su intervención en el Parlament, en el marco de la comisión de investigación abierta tras su confesión en julio de 2014, el ex presidente de la Generalitat negó tajantemente que haya tenido o tenga depósitos en cuentas en el extranjero y que el dinero oculto en Andorra por parte de su mujer e hijos proceda de la corrupción o de la gestión pública. En su alocución, en septiembre de 2014, sostuvo que él siempre estuvo “al margen de lo que se ha hecho” ya que los fondos, según explicó, eran gestionados por su padre y posteriormente por su hijo. Asimismo, añadió: “No he recibido nunca dinero a cambio de una decisión político-administrativa”.
Una herencia bajo sospecha
El escándalo estalló definitivamente cuando el 25 de julio del pasado año, Pujol i Soley emitió un comunicado en el que admitía al fin tener una fortuna oculta en paraísos fiscales: “Mi padre Florenci Pujol y Brugat, dispuso como última voluntad específica que un dinero ubicado en el extranjero -diferente del comprendido en su testamento-, rendimiento de una actividad económica de la que ya se ha escrito y comentado, y que no estaban regularizados en el momento de su muerte en septiembre de 1980, fueran destinados a mis siete hijos y a mi esposa, porque él consideraba errónea y de incierto futuro mi opción por la política en lugar de seguir en el mundo de la actividad económica. Y más aún, porque habiendo vivido de cerca la época difícil de los años 30 y 40 tenía miedo de lo que podía pasar, y más de lo que podía pasarle a un político muy comprometido”.
“Lamentablemente”, dijo, nunca encontraron el momento para regularizar los fondos, que hicieron pocos días antes de emitir tal comunicado. A raíz de esta confesión, el ex presidente fue imputado junto a su mujer por el Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona, que pretende averiguar si los fondos guardados por los miembros de la familia provienen realmente de una herencia de su padre o si, de lo contrario, tienen una procedencia ilícita relacionada con actos de corrupción. No en vano, tanto la Policía como la Fiscalía Anticorrupción consideran que el origen de los fondos es ilícito.
El comunicado de Pujol i Soley empeoró el panorama judicial de su hijo mayor, que se encontraba en ese momento imputado por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, al que sucedió José de la Mata. A la luz de los nuevos datos, el instructor reactivó la causa y requirió a Andorra que enviara información sobre todas las cuentas y movimientos de Pujol Jr. en el Principado. Es esa información la que un año después ha llegado al Juzgado con más de una sorpresa. Esta revelación podría dar un giro a las investigaciones, no sólo a las que mantienen como imputado a Jordi Pujol Ferrusola bajo la sospecha de haber cobrado comisiones ilegales de empresarios sino a la que se sigue contra el patriarca y mujer en Barcelona tras admitir que ocultó a la Hacienda española la supuesta herencia.
La Fiscalía Anticorrupción solicitó la semana pasada a la juez de Barcelona que se inhiba en favor de la Audiencia Nacional para que sea el magistrado De la Mata quien se encargue de la investigación a toda la familia. Su tesis radica en que la familia Pujol-Ferrusola habría actuado “conjuntamente” para amasar una fortuna que después fue, presuntamente, blanqueada.
Por esa razón, entiende que la investigación que se sigue contra el expresidente, su mujer y varios de sus hijos en un Juzgado de Barcelona debe continuar a partir de ahora en la Audiencia Nacional.
Dinero a cambio de adjudicaciones
Pujol Jr. está imputado bajo la sospecha de que todas sus inversiones y negocios con varios empresarios catalanes en realidad tienen como telón de fondo el cobro de comisiones ilegales. La sospecha del juez, de los fiscales y de la Policía estriba en que el pago de los empresarios por supuestos trabajos realizados por el mayor de los Pujol Ferrusola eran en realidad contraprestaciones a cambio de las adjudicaciones públicas en Cataluña.
Ahora, los investigadores deben analizar toda la documentación remitida y contrastar si la versión de los Pujol encaja con los movimientos de sus cuentas, ingresos y salidas de dinero; si el incremento patrimonial está justificado o si, por el contrario, sus fondos no cuadran con sus trabajos profesionales.
Durante su interrogatorio como imputado ante la juez de Barcelona, el mayor de los hermanos Pujol Ferrusola trató de justificar que el balance de su cuenta ascendiera a 8,5 millones de euros. Explicó que los iniciales 140 millones de las antiguas pesetas (840.000 euros), supuestamente procedentes del legado de su abuelo, se multiplicaron por 10 en dos décadas. En este sentido, Jordi Pujol hijo explicó que su abuelo Florenci les quería dejar “una hucha” para asegurar su futuro y señaló que en 1990 recibió el encargo de Joaquim Pujol, un primo de su padre y responsable entonces de Presidencia en la Generalitat, de gestionar este legado, que por entonces ya estaba invertido a renta fija en “láminas financieras de titularidad opaca”, situadas en varios países.
Éstas tenían un vencimiento escalonado hasta el año 2000 y por eso propuso a sus hermanos que se abrieran cuentas en Andorra para ir recibiendo el dinero del abuelo según fueran disponiendo de los productos financieros. Según su versión, en 1992 estos productos financieros ya ascendían a unos tres millones de euros y que fue entonces cuando cada uno se hizo cargo de su parte del dinero.
http://www.elespanol.com/enfoques/20151013/71242919_0.html