No voy a perder mucho tiempo, en ello, pero la separación de MADRID de su entorno natural Castilla La Nueva, fue una de las condiciones que nacionalistas catalanes y vascos pusieron para aprobar la miserable constitución española, e integrarse por un tiempo en el desarrollo autonómico. A continuación un texto de Yesca, que deja bien claro, la miserable partición en dos de Castilla La Nueva, algo parecido a lo que se hizo en el Norte, con Logroño y Santander, rodear al País Vasco de autonomias uni provinciales pequeñas, sin fuerza demográfica ni económica, que no le hiciese la competencia al Páis Vasco
Pese a los intereses del capital y del españolismo.
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MADRID ES CASTILLA
Este ya pasado 2 de mayo se ha llevado a cabo, un año mas y ya hacen 25 desde 1983, la celebración de eso que las elites burguesas y liberales (con la complicidad, una vez mas, de los partidos pseudoproletarios) llaman el "día de la comunidad de Madrid".
Celebrando el alzamiento del pueblo madrileño el 2 de mayo de 1808 contra las tropas imperiales de Napoleón Bonaparte, de la que además este año se cumple el 200 aniversario.
Una fecha que las elites han tenido que usar para utilizarlo como un "hecho diferencial madrileño", como si la rebelión no fuera generalizada ya no solo en todo el estado español y portugués, si no en todo el continente europeo en aquellos años en que los diferentes pueblos europeos luchaban con la misma firmeza y voluntad contra el bonapartismo que lo hacia también el pueblo madrileño.
Y han tenido que usar estas argumentaciones para tratar de crear una inexistente identidad madrileñista totalmente separada y autónoma del resto de su marco natural que es y ha sido siempre Castilla. Unas elites que ya no solo cuestionan la castellanidad de Madrid, si no que para ello no tienen ningún problema en ocultar, engañar y tergiversar la historia (como solamente los fascistas saben hacerlo) para tratar evitar a toda costa que el pueblo madrileño, a través de la historia, la simbología, la cultura, el folclore...conozca su verdadera identidad castellana y cuestione, no ya solo la preeminencia absoluta de aquellos que la oprimen ( la cámara de comercio neoliberal, los políticos burgueses.....) sino esa ansiada unidad de mercado que tratan de imponer al conjunto de pueblos que componen el estado español a través de disgregar y separar a las diferentes culturas existentes.
Concretamente, en el caso de Madrid esa labor por disgregar, confundir y mentir a todxs lxs madrileñxs ha sido bastante clara en una serie de aspectos que, a pesar de que los políticos y su escuela de historiadores oficialistas hayan intentando ocultar y manipular, no han podido ocultar a todo el mundo, por la preeminencia en la historia y en la memoria de un serie de aspectos que configuran la mas que evidente y obvia castellanidad de la actual provincia de Madrid.
Concretamente eso se puede ver en los aspectos; histórico-económicos, simbólicos y culturales, donde las evidencias de la identidad castellana de Madrid no se pueden ocultar.
A nivel histórico-económico;
Las evidencias aquí de la castellanidad de Madrid son bastantes y en todos los aspectos.
El 25 de febrero de 1983 se constituye formalmente la Comunidad Autónoma de Madrid, formada por los territorios de la antigua provincia de Madrid desde el siglo XIX. Políticamente se crea un ente totalmente autónomo a las “dos castillas” (al igual que en los casos de Rioja y Cantabria), y a través del decreto ley del 23 de diciembre de 1983 se completa esta autonomía con la promulgación oficial del escudo, bandera e himno de la Comunidad de Madrid, de lo cual hablare mas tarde.
Ello, sin lugar a dudas, supone todo un despropósito y una patada a todo libro o manual de historia de Castilla que se precie, ya que asienta la inauguración por primera vez en la historia de una entidad madrileña totalmente autónoma, separada y al margen del resto de comarcas castellanas.
Madrid, jamás ha sido un ente autónomo y separado, sino que desde el año 1085 (siglo XI) en que el rey Alfonso VI de Castilla toma Madrid y su alfoz a las tropas musulmanas queda totalmente integrado en torno a los territorios de la Corona de Castilla y las comarcas castellanas, quedando formada como villa formalmente en el año 1123 (s.XII).
Allí queda Madrid totalmente integrado en el proyecto político castellano durante todo el periodo medieval, llegando a obtener voz propia en las cortes castellanas.
Un ejemplo de ese compromiso político que tendrán lxs madrileñxs y su identificación con Castilla será sin lugar a dudas la Guerra de las Comunidades de Castilla.
Así pues, con la llegada a Castilla del rey Carlos de Gante, hijo de Juana de Castilla, se produce un gran malestar en las ciudades castellanas, siendo Madrid una de ellas aunque por aquel entonces no la mas destacada de todas ellas.
Lxs castellanxs, cansados de ver como se despreciaba su identidad a favor de los flamencos a los cuales se les concedían todos los privilegios, viendo como se ignoraba directamente el castellano como lengua y viendo como los recursos económicos de Castilla iban a ser usados en beneficio de los proyectos imperialistas de Carlos en el sacro imperio, muestran abiertamente su malestar al emperador en diversas ocasiones.
Una de estas serán las cortes de Santiago de Compostela del 1 de abril de 1520 donde un gran número de procuradores de ciudades castellanas se niegan a concederle el servicio al emperador Carlos. Entre ellas, el procurador de Madrid o de Toledo muestra abiertamente su rechazo a los planes imperialistas y salen en defensa del pueblo castellano. Así, Madrid como ciudad castellana defiende a los territorios de Castilla y muestra su enérgico rechazo a los proyectos imperiales.
Sin embargo, lxs castellanxs viendo que todo esto resulta inútil, deciden entrar en comunidad y forman juntas locales posteriormente coordinadas en la Santa Junta de Castilla, formada por ciudades castellanas y contra el imperialismo y de las cuales la junta de Madrid será una de ellas, liderada por el líder comunero castellano y madrileño Juan de Zapata.
Juan de Zapata, natural de Madrid luchara junto con los líderes comuneros al mando de un ejército castellano de madrileños por toda Castilla, mientras Madrid se convertían en la principal fortaleza y bastión comunero castellano de la meseta central junto con Toledo más al sur.
Zapata estará presente en la Junta de Tordesillas (Valladolid), luchara con los lideres comuneros con el batallón madrileño en Segovia y posteriormente participara activamente en la toma de Torrelobaton y en la batalla de Villalar el 23 de abril de 1521, siendo posteriormente acusado y condenado por el emperador.
Como vemos, madrileños fueron quienes lucharon en la guerra y madrileños murieron en Villalar, a pesar de que nuestras elites digan que Madrid nada tiene que ver ni celebrar ese día, y lo localizan solo como algo típico de Castilla León. Este debería ser también el día de todxs lxs madrileñxs.
Madrid luchara en todo momento al lado de sus hermanas castellanas, formara junta local, luchara contra los reales, levantara fortalezas y barricadas y mandara refuerzos a otras ciudades castellanas para sostener la rebelión comunera. Con la derrota comunera de Villalar, Madrid será asediada y tomada por los imperiales el 15 de mayo de 1521 tras casi un año entero de rebelión comunera.
Ello, que ha dejado su huella en la memoria y en algún símbolo visible hot en día (calle carretas, puerta del sol…) sin embargo en rara ocasión es descrito en los libros de historia de lxs estudiantes madrileños, ocultando no ya solo la fervorosa adhesión de Madrid a la rebelión comunera y asamblearia, si no la gran identificación de Madrid con el proyecto político castellano de forma incuestionable, como vemos, ya desde el siglo XVI.
Posteriormente el rey Felipe II trasladará la capital del estado a la villa de Madrid en 1561, lo cual a pesar de convertir a buena parte del casco viejo en la corte real, no le quita lo mas mínimo su identidad castellana y Madrid aunque ya con tratamiento especial como villa y corte, sin embargo sigue formando parte del proyecto político de Castilla del que forma parte integrante.
Con el paso del tiempo Madrid que aunque ve crecer su tamaño por las constantes remodelaciones, sin embargo sigue asociado a Castilla y ello quedara demostrado en el siglo XIX.
En 1808 y en el contexto de la invasión imperialista de todo el continente europeo por parte de Napoleón Bonaparte, el pueblo madrileño como tantos otros pueblos a lo largo y ancho de toda Europa se subleva contra el imperialismo francés. Este hecho, que las actuales elites burguesas tratan de vendernos como algo diferencial y típico del madrileño y lo convierten como el día autonómico de Madrid. De esta forma mientras que muchas regiones europeas si participaron en el alzamiento napoleónico (lo cual no convierte a los madrileños en algo característico) no todos participaron en las comunidades castellanas del siglo XVI y a pesar de ello, se nos impone este día y no el 23 de abril de 1521 como el día de Madrid.
En dicha guerra y concretamente en la provincia castellana de Madrid lucharon grandes guerrilleros progresistas como Juan Martín Diez El Empecinado, que será el primero en recuperar los ideales comuneros en toda Castilla y concretamente en Madrid donde tomara parte de agrupaciones clandestinas de inspiración comunera y desde donde extenderá la guerrilla castellana.
Posteriormente de la guerra y con el ascenso al trono del ultra absolutista rey Fernando VII, el malestar de los liberales (muchxs de ellxs integrantes de proyectos comuneros) dan un golpe de estado el 1 de enero de 1820 que instaura el Trienio Liberal, en un contexto donde se extiende el liberalismo progresista y se recuperan los ideales castellanos y sobretodo a los Comuneros.
En ese contexto se realiza la primera reforma territorial de 1822 la cual deja a Castilla de la siguiente manera;
Castilla La Vieja; Ávila, Burgos, Logroño, Palencia, Santander, Segovia, Soria, Valladolid.
Castilla La Nueva; Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara.
Como vemos una vez, se coloca a Madrid como parte integrante de las comarcas castellanas y concretamente de esta región denominada Castilla La Nueva identificada con las tierras al sur del Eresma.
No obstante, por si eso fuera poco argumento, se vuelve a hacer, esta vez en la regencia de la reina Maria Cristina de Borbón en 1833 una nueva división territorial por provincias y regiones que es la que ha pervivido casi intacta hasta nuestros días y donde se deja a Castilla de la siguiente manera:
Castilla La Vieja; Ávila, Burgos, Logroño, Palencia, Santander, Segovia, Soria, Valladolid.
Castilla La Nueva; Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara.
Es decir, exactamente igual y con Madrid como parte integrante de las llamadas dos castillas que ahora nuestros políticos, cínicamente, tratan de vendernos como foráneo o extraño a lxs madrileñxs como una línea de conexión autónoma entre “las dos castillas” cuando vemos que hasta 1983 ello no ha sido así y Madrid estaba perfectamente integrada e identificada con el marco comarcal castellano.
No obstante, y a pesar del empeño de nuestros políticos de ocultarnos la historia real y castellana de Madrid, esta sigue reservándonos nuevos hechos igual de curiosos, por si fuera poco.
Con el transcurso del siglo XIX y con lxs madrileñxs integrados popularmente en el marco castellano, Madrid como capital vive gran cantidad de sucesos políticos en el conflictivo reinado de Isabel II y culturales con el enriquecimiento del folclore popular madrileño.
Así llegamos al año de 1868, momento en que tras 30 años de reinado reaccionario de Isabel II (emulando a su padre) lxs castellanxs al igual que todxs los pueblos del estado estallan cansado y hartos de este reinado en la llamada Revolución Gloriosa de 1868.
Con ello, se abre un periodo progresista que desembocara en la I Republica y con ello los debates sobre la forma del estado.
En ese momento, los partidarios de un estado republicano y federal que recogiera y garantizase la identidad de las diversas naciones del estado se ponen en marcha para elaborar sus proyectos políticos, como la Constitución de Antequera, o el mas conocido Pacto Federal Castellano del 15 de junio de 1869, el cual tendería a ahondar en el ideal progresista contrario a las políticas reaccionarias, pero sobretodo tendería a asentar el reconocimiento político del marco territorial y nacional de Castilla como parte integrante del estado federal. Allí ya están presente las 17 provincias de Castilla, dividas en Castilla La Nueva y Castilla La Vieja, sin mas, y donde tras concluir con un “la sangre de Padilla, Bravo y Maldonado corre por nuestras venas y el ardimiento de que guardan memoria estos pueblos de las comunidades castellanas...” se puede observar una firma concretamente que nos interesante que es: “Representantes por Madrid: Mariano Villanueva, y Antonio Merino”
Como vemos una vez más, la identificación de Madrid con el proyecto político de Castilla es, históricamente, incuestionable de todo punto de vista.
Así pues, Madrid siguió integrada en la región de Castilla La Nueva durante todo el siglo XIX y XX donde los madrileños, a pesar del crecimiento cada vez mayor de la villa de Madrid siguieron integrados.
Como anécdota histórica de esta identificación en general de Madrid con el ideal castellano o tendríamos en la guerra civil.
Con el golpe de estado de los fascistas del 18 de julio de 1936, la villa castellana de Madrid que era capital y fiel a la II Republica organizado de forma espontánea el llamado “Batallón de los Comuneros de Castilla”, con sede en la calle Fomento, 11 en la ciudad de Madrid y que estuvo compuesta por antifascistas con orígenes en toda Castilla y madrileños también, y que posteriormente lucharía con gran arrojo al lado de milicias anarquistas en la defensa de Ciudad Universitaria, o la lucha de los federalistas castellanos por obtener en pleno auge del nacionalismo un estatuto político de autonomía para Castilla.
Como vemos, en todas partes y en todas épocas históricas, la identificación de Madrid con castilla y con los ideales castellanistas han sido incontables y nadie nunca dudo de la pertenencia histórica natural de Madrid en el entorno comarcal castellano.
Y así llegamos al año 1975 cuando, una vez muerto el dictador fascista Franco, se inicia todo un debate en profundidad (como en 1822 o 1833) sobre como organizar la división territorial del estado español ante la cercanía de la proclamación de una nueva constitución política.
Ello sitúa a Madrid no obstante en un contexto diferente a épocas anteriores ya que, si bien Madrid permanecía integrada en la región de Castilla La Nueva desde 1833 el crecimiento económico brutal de la ciudad experimentada en los años 60 y 70 cambiaran totalmente la perspectiva.
Así cuando surgen los debates de crearon del marco autonómico de Castilla le llega el turno a Madrid. Inicialmente la idea de integrar a Madrid en el marco natural al que pertenecía desde el siglo XIX, rebautizado ahora como Castilla-La Mancha era bastante obvio, pero los debates en los que participarían políticos del PCE y del PSOE decidieron que la capitalidad de Madrid y su potencial económico requerirían crear condiciones especiales a Madrid dentro de C-LM y se decidió su separación total de Castilla y su constitución como comunidad autónoma en el pleno de Manzanares el Real de junio de 1982, aun sin unos símbolos distintivos siquiera y con las prisas de crear la comunidad autónoma cuanto antes para así evitar debates mas profundos.
Como vemos, una comunidad impuesta desde arriba por los políticos, rompiendo en unos días con toda una tradición histórica y cultural de 9 siglos desde su creación como pueblo, y usando como argumentos evidentes e incontestables hechos (ser Madrid la capital del estado) que ni el mismo Felipe II se le paso por la mente para segregar a Madrid de su marco territorial castellano natural.
Y ello con el objetivo de crear una entidad autónoma, pequeña y perfecta para ser explotada de forma bestial por parte de quienes desde entonces ostentan todo el poder de esta artificial comunidad autónoma. Una comunidad potenciada por los empresarios y capitalistas, basta ver los esfuerzos y el empeño que en ello pusieron la cámara de comercio de Madrid que se evidencia no ya solo en todo un bombardeo de propaganda desde 1983 para vender las peculiaridades identitarias de los madrileños y que han convertido a la ciudad de Madrid en su feudo particular, lo cual se evidencia no ya solo en el hecho de ser gran parte de la ciudad una autentica maquina de hacer dinero y de lujo ( colon, barrio de salamanca, zona de azca, zona norte en general…) gracias a la expansión económico brutal desde los años 80 si no también evidenciado en otro de los grandes bastiones del neoliberalismo madrileñista que ha encontrado en Madrid toda una mina de oro; el mercado inmobiliario ha convertido a las clases comerciales y financieras en toda una burguesía privilegiada que llena a la ciudad y en general a toda la comunidad de interminables casos de corrupción y delitos fiscales. Para eso querían una comunidad, su comunidad, donde poder hacer dinero a sus anchas sin la competencia de otras provincias.
A nivel simbólico:
Y para ello se vieron obligados, como digo, a crear una hasta ese momento inexistente identidad madrileñista como ente autónomo separado e independiente de Castilla nombrando a la comarca castellana lo menos posible y bombardeando a propaganda e historia reinventada a todxs lxs madrileñxs.
Simbólicamente, esta idea se nos ha vendido a la perfección a partir del famoso decreto ley del 23 de diciembre de 1983 donde se ponen las bases simbólicas de la nueva identidad madrileña.
Una bandera que, en palabras de sus creadores “es roja carmesí, indicando con ello que Madrid es un pueblo castellano y que castellana ha sido su historia formada en muchos casos por pueblos que pertenecieron a comunidades castellanas”
Un escudo donde el fondo rojo carmesí, según sus creadores sirve de base a “dos castillos de oro que recogen el más característico símbolo castellano, pretensión de Madrid de ser lazo entre las dos castillas”
Y un himno totalmente absurdo, inventado por Agustín García Calvo (supuesto apatrida que, sin embargo, no dudo en dotar de himno a algo totalmente inventado) del cual la amplísima mayoría de lxs madrileñxs desconocen totalmente su existencia y cargado de fuertes dogmas y prejuicios segregacionistas con estrofas estelares como:
“Y aquí de vacío girando
sola me quedo.
Cada cual quiere ser cada una:
no voy a ser menos:
¡Madrid, uno, libre, redondo,
autónomo, entero!
Así pues, han tenido que inventarse toda una propaganda, difundida hasta la saciedad al menos en el escudo y la bandera por políticos, cámaras de comercio, bancos, escuelas, universidades….con el objetivo de en, 25 años, borrar 9 siglos de historia castellana en Madrid e imponer deprisa y corriendo una nueva identidad totalmente desconocida hasta entonces por lxs madrileñxs.
Ello con el objetivo de seguir mintiendo sus privilegios políticos y económicos, mantener su unidad de mercado y evitar de esa forma un cuestionamiento político de la idea de España intentando crear en esa nueva comunidad autónoma un autentico caldo de cultivo ultra nacionalista y ultra españolista sin precedentes en la historia.
Dando una de cal y otra de arena, integrando los símbolos castellanos históricamente vinculados a Madrid para contentar a los sectores críticos, pero metiéndole un significado totalmente segregacionista y autonomista.
Conclusión:
Como conclusión vemos, pues, que Madrid ha sido históricamente y durante 9 siglos una provincia encuadrada dentro del marco territorial, político y cultural en Castilla.
Históricamente Madrid ha estado ligado a todos los procesos políticos de Castilla, desde su incorporación al reino castellano en el siglo XI, pasando por las guerras comuneras, las divisiones territoriales, el pacto federal, los proyectos castellanistas…siempre ha estado estrechamente vinculado a nivel popular con la idea castellana.
Culturalmente la identidad madrileña es profundamente castellana.
En su lenguaje castellano por excelencia.
En su folclore popular, en la música con las seguidillas, rondones, mayos, danzas, jotas…con las dulzainas, el arrabel, flauta, tamboril…usos musicales cultivados a lo largo de toda castilla y en los que en Madrid tiene amplia presencia en sus fiestas y costumbres populares.
En su gastronomía con los cocidos, sopas, gachas, quesos, rosquillas….
En su arquitectura, que aunque cada vez mas escasa por la enorme avalancha urbanística de la oligarquía capitalista para borrar todo rastro de costumbre popular, aun hoy se puede ver a lo largo y ancho de Madrid muestras claras y evidentes de una arquitectura madrileña profundamente castellana, con sus caserones, plazas, calles, corrales…de los cuales alguno rincón de Madrid ciudad, y pueblos de la periferia (Chinchon, Manzanares, Alcalá, Aranjuez, Colmenar, Sierra…) son buenos ejemplos de arquitectura y edificación típicamente castellanas, a lo cual el madrileñismo segregacionista únicamente puede aportar la cultura del cemento, ladrillo y hormigón
Como vemos, pues, la identidad histórica, económica y cultural de Madrid ha estado, está y estará siempre ligada a Castilla como realidad histórica a la que pertenece y de la que de alguna forma nunca ha dejado de vincularse.
Por eso, a todxs los que interesadamente quieren desvincular a Madrid de Castilla para convertirla en su bastión económico, y político y mantener así su unidad política y de mercado, a todxs esos que nos ocultan nuestra verdadera historia e identidad y tratan de vendernos una realidad que no es nuestra, que nos ha sido impuesta por la burguesía neoliberal desde arriba…a todos ellxs, hoy más que nunca:
MADRID ES CASTILLA, PESE A LOS INTERESES DEL CAPITAL Y DEL ESPAÑOLISMO
Yesca- Juventud rebelde