El auténtico escándalo es que haya miles de ciudadanos esperando justicia durante muchos años por el supuesto atasco de los tribunales y, mientras tanto, algunos se dediquen a frivolizar con cuestiones políticas que a nadie importan, poniendo toda la carne en el asador.
Hace años, alguien muy conocido y con buen criterio dijo: "Llarena, déjalo ya". Pues nada, ahí sigue empeñado en luchar contra imaginarios molinos de viento y le da igual lo que le digan en Europa. En Alemania le dijeron, te lo mandamos con la condición de que se le juzgue por malversación porque no apreciamos otro delito, pues él erre que erre, así no lo quiero, etc. etc.
Por no citar el "caso Garzón". El TS desafiando a la ONU, lo que diga la ONU no vincula al TS, ahí queda eso.
Por si eso fuera poco, tenemos al Constitucional, atascado con asuntos importantes, que le da por anular lo que ya no existe. Parece que quiera emular a la máquina del tiempo.
Etc, etc
El problema de fondo es en la Justicia no hubo ni siquiera Transición.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.