Iniciativa en Olot para que vuelvan los toros a Cataluña
El Ayuntamiento estudiará la petición para celebrar una corrida
MARTA RODRÍGUEZ
Girona
17 ENE 2019 - 21:07 CET
Un festejo taurino en Olot en 1995. EFE
La Fundación Toro de Lidia (FTL), junto a cuatro instituciones taurinas catalanas, presentó ayer una solicitud en el Ayuntamiento de Olot (la Garrotxa) para que permita al novillero local Abel Robles organizar una corrida en la plaza de toros de la localidad, la más antigua de Cataluña (1859), y ha facilitado tres posibles fechas: 1 de mayo, 11 de septiembre y 20 de octubre, coincidiendo con las fiestas locales.
Esta localidad, gobernada actualmente por el PdeCat, con ERC y la CUP en la oposición, fue declarada antitaurina en 2004 cuando gobernaba el PSC. El alcalde, Josep Maria Corominas, ha avanzado que estudiarán la petición pero que no ha cambiado ni su posicionamiento ni el de los vecinos.
La Fundación justifica que sea Olot la plaza elegida para que los toros vuelvan a Cataluña por tres razones: por la procedencia del novillero, porque existe “un amplio apoyo civil que promueve la iniciativa” que ha seguido trabajando con “el objetivo legítimo de recuperar su patrimonio cultural y sus tradiciones” a pesar de la prohibición y porque existe una plaza pública “fija en buen estado y con una larga historia y tradición”.
La petición de los taurinos llega de la mano de diversas sentencias. Entre ellas la del Tribunal Constitucional (TC) que en 2016 estimó el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Partido Popular en el Senado, declarando inconstitucional y nulo el articulo 1 de la Ley 28/2010 que prohibía la celebración de corridas de toros y otros espectáculos taurinos en Cataluña. La más reciente de un juzgado contencioso de Alicante, que anulaba la decisión del Ayuntamiento de Villena de desestimar la solicitud para celebrar una corrida e indicaba que ningún ayuntamiento puede abolir los toros y reconocía la tauromaquia como un patrimonio cultural digno de protección en todo el territorio nacional. Finalmente, la sentencia del TC que anula los principales artículos de la Ley de Toros a la Balear que, entre otras cosas, prohibía la muerte del animal y la presencia de caballos.
Acompañado de representantes de las cuatro instituciones que apoyan la petición, y de Abel Robles, el ganadero que preside la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, mantuvo que “estas sentencias blindan la tauromaquia” y queda claro que “nadie por sus gustos personales que ocupe un cargo público podrá prohibirla, sino preservarla y divulgarla como patrimonio cultural” En caso que se incumpla la ley, Martín advirtió que se puede enfrentar a procesos penales “porque la cultura no les pertenece, es del pueblo”. En este sentido, apuntó directamente al alcalde, contra quien ha dicho “se podrían emprender actuaciones legales como responsable último”.
El presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, Francisco March, por su parte, señaló que “el exilio taurino ha terminado en Cataluña. Quisieron arrebatarnos nuestra memoria sentimental, manipularon la historia, despreciaron la cultura”.
Desde el Consistorio, su alcalde aseguró que estudiarán la solicitud, pero recordó que Olot se declaró “ciudad antitaurina” en 2004, que en 2010 el Parlament aprobó una Ley que prohibía los toros y que además en 2016, Olot, en una consulta popular, se mostró a favor de suprimir los correbous en la fiesta mayor.
La última vez que se celebró una corrida de toros en Cataluña fue en 2011, antes de la entrada en vigor de la prohibición, en la plaza Monumental de Barcelona. El Grupo Balañá, su propietario, descartó en 2017 volver a celebrar corridas “por consideraciones tanto jurídicas como sociales y políticas”.