Hoy, será el día del PP, porque el mío no lo es. Con un chillido en el oído paseando de buena mañana, solo, casi me dejan mas sordo que una tapia y con un dolor de cabeza, que para qué. Que en el caso que lo denunciase, seguramente no, seguro, que para salirse aún con la suya, dirían ha sido un cántico o un susurro en el oído. En fin, que uno se cansa de esos mozalbetes borrachos que les complace a diestra y siniestra asustar a los viandantes y luego reírse de estos. Y lo único que uno desea, es que lo metan aunque sea un solo día en chirona, por no decir, unos cuantos mas.
En fin, me alegro por el PP. Y ya veremos como termina este domingo.