Madrid es mediterránea
Vicent Partal
OPINIÓN> EDITORIAL
Madrid también es mediterráneo
«Nadie, ni manipulando todos los archivos de datos del planeta, no puede defender que el corredor que pasa por Madrid sea hoy más importante y decisivo para la economía española que el que pasa por Valencia»
Por: Vicent Partal
Un grupo numeroso de empresarios se reunió ayer por enésima vez, esta vuelta a Tarragona, para protestar contra el retraso de las obras ferroviarias que deberían unirse Alicante con Barcelona y Perpiñán. Este corredor ferroviario, como se ha explicado ampliamente, es el más transitado de España, en cuanto a los viajes personales, y también el que concentra la inmensa mayoría de las exportaciones, con respecto a las mercancías.
La protesta de ayer, capitaneada por Juan Roig, de Mercadona, llega en medio de la polémica desatada por la confirmación de que el gobierno español utiliza fondos europeos adjudicados al corredor mediterráneo para hacer obras en infraestructuras ferroviarias de Madrid. La pregunta, gráfica, que ha saltado a la opinión pública es como caramba es que Madrid se considera mediterráneo. Y la respuesta es sencilla: porque lo es.
Visto desde la perspectiva europea, sin duda Madrid es mediterráneo. Nuestra lógica dice que no lo es porque allí no hay mar, pero en términos europeos, visto desde Bruselas, Madrid puede ser perfectamente mediterráneo. No hay tantos kilómetros de distancia para que no lo sea, y de ahí viene que Europa acepte con tranquilidad eso que a nosotros nos parece de locos, que el corredor mediterráneo sea el eje Algeciras-Madrid-Barcelona.
Defender que el eje Algeciras-Madrid-Barcelona es el corredor mediterráneo no es ninguna locura desde el punto de vista técnico (véase la nota final). La cosa grave es que vaya contra el eje Algeciras-Valencia-Barcelona. Y la cosa gravísima es usar el estado español, que en teoría es de todos, para destruir expresamente una de las dos opciones y favorecer descaradamente la otra. Y pasa justamente eso.
Pero entonces ya no hablamos de un tren, sino de lo que es realmente importante: el proyecto de país (lo que yo entiendo por país o de lo que entiende por país Juan Roig, tanto da) y del modelo de estado. Se puede defender que el corredor Algeciras-Madrid-Barcelona es una opción de futuro mejor que el corredor Algeciras-Valencia-Barcelona, pero nadie, ni manipulando todos los archivos de datos del planeta, no puede defender que el corredor que pasa por Madrid sea hoy más importante y decisivo para la economía española que el que pasa por Valencia. Y sin embargo el estado español lleva a cabo desde hace décadas una política documentada y persistente que consiste en pagar con el dinero de todos los ciudadanos del estado la opción de Madrid y abajo, con el dinero de todos los ciudadanos, el opción de la costa: la de Alicante, Valencia, Castellón y Tarragona.
Es política, pues, todo. Una decisión política, consciente y pensada, ejecutada con una precisión matemática. El estado español ha hecho la elección y nadie puede dudar: quieren hacer grande Madrid y han decidido que para hacerlo derrumbado Valencia, Tarragona y todo lo demás. Por eso pasan los años y ni siquiera resuelven el corredor de vía única tercermundista de Vandellós, mientras van haciendo obras y más obras en Madrid. Por tanto, si los empresarios quieren hacer algo de verdad, algo que no sea resignarse a ver cómo nos destruyen el país a todos y como los destruyen las empresas a ellos, mejor que empiezan a pensar, ya reivindicar, en términos políticos. O este estado obsesionado en hacer flotar Madrid aunque se hunda el resto enllestirà, sin oposición, su trabajo ...
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