Banqueros privados de Suiza reconocen la intensa llegada de dinero de ricos catalanes
El dinero es miedoso y la crisis política catalana está provocando que los grandes patrimonios de la región pongan su dinero a buen recaudo. Varios altos ejecutivos de bancos internacionales especializados en gestión patrimonial aseguran a El Independiente que entre el 50% y el 60% del dinero de familias acaudaladas que está saliendo de la comunidad secesionista va a parar a cuentas en Luxemburgo y Suiza.
“Igual que los clientes con saldos medios trasladan sus cuentas de Barcelona a Madrid o a otras regiones de España por la incertidumbre que genera el independentismo, los ricos catalanes buscan seguridad jurídica. Y, en este sentido, Luxemburgo y Suiza son las plazas financieras que más dinero están atrayendo”, explica el consejero delegado de un banco suizo que opera en España.
“Hemos observado que entre el 50 y el 60% del patrimonio que sale de la oficina de Cataluña busca estas jurisdicciones. Es una petición cada vez más habitual entre clientes con saldos superiores a los cinco millones de euros. La Unión Europea contempla el libre movimiento de capitales y los bancos internacionales prestamos este servicio como parte de nuestra actividad habitual. Por supuesto, se trata de dinero declarado”, añade el directivo.
Otro ejecutivo de una entidad de helvética también reconoce esta tendencia, aunque, más allá de las tensiones políticas, la atribuye a la propia naturaleza de su actividad. “La inestabilidad de Cataluña está provocando que los grupos internacionales ganemos relevancia frente a muchos competidores locales, sobre todo frente a los bancos catalanes. Aunque tengamos oficinas en España, nuestro valor añadido es ofrecer la depositaría en otras plazas financieras”.
El coste para un cliente de alto patrimonio de una cuenta luxemburguesa es similar al de una cuenta en España
Y añade: “La crisis catalana, como cualquier otro foco que genere incertidumbre, pone de manifiesto la importancia de deslocalizar el patrimonio para garantizar la estabilidad jurídica. Diversificar activos para reducir el riesgo de las inversiones es importante, pero también lo es diversificar la depositaría”, explica. “Muchos clientes sacan su dinero de los bancos catalanes y lo llevan a otro español pero, si optan por un internacional, aprovechan el movimiento y, por el mismo dinero o algo más, lo colocan en países que perciben más seguros”, añade.
Además, explica otro banquero privado, con la reciente entrada en vigor de MIFID y la obligatoriedad de comunicar de forma explícita los costes de los productos financieros, los grandes patrimonios españoles están viendo que tener su dinero en España o en cuentas luxemburguesas supone un gasto similar, de entre el 0,3% y el 1,10% del volumen de los activos. Tener el dinero en Suiza supone un desembolso mayor, puntualiza.
No todas las entidades viven la misma realidad. En el caso de Credit Suisse, el movimiento más acusado ha sido el traspaso de dinero de cuentas de Cataluña a Madrid. “El 80% del dinero salió de la oficina de Barcelona y aterrizó en Madrid, brindando al cliente la opción, obviamente, de abrir una cuenta en el extranjero cuando quiera. Del restante 20%, la mayor parte fue a Suiza y una porción menor al Ducado”, explican fuentes próximas al gigante de la banca privada.
Otro alto directivo de una firma suiza puntualiza que “el miedo entre los clientes se circunscribe a Cataluña, no a España per se”. Recoce que “es verdad que hay grandes patrimonios que siguen diversificando en el exterior aún teniendo que informar de sus cuentas anualmente y no pudiendo disfrutar de las ventajas fiscales de estar en España, como el traspaso de fondos exento de tributar”. Sin embargo, indica que “este movimiento empezó antes de las tensiones catalanas, cuando parecía que Podemos podía ganar. Y no ha cambiado”.
Entre las entidades suizas que recientemente se han reforzado en Cataluña figura Edmond de Rothschild, que en septiembre incorporó a Javier García Matías, responsable del negocio de banca privada de Popular en Cataluña.