Nadie dijo que los demás tuvieran una conducta ejemplar, pero eso no quita para reconocer la siniestra realidad. Sobre todo porque reconocerla es el primer paso para rectificar que ya es hora.
No tengo especial interés en revolver en las miserias y vergüenzas con los aborígenes, pero tampoco soy amigo de la censura. ¿Empezamos con realidades y sin etiquetas tontas? ¿De qué te sirve tener una ciudadanía si te exterminan?
Aparte de lo ya señalado sobre la drástica reducción de población en América, también hay que mencionar el saqueo y el robo de territorio, hoy no queda ni una hectárea en su poder.
El último país de Europa occidental que prohibió la esclavitud fue España y además fue el único que permitió la esclavitud en su propio territorio, hubo un tiempo en que Sevilla estaba llena de esclavos negros, ¿curioso no?
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.