Me alegro por su libertad, ya que al final se demuestra que la sentencia no estaba escrita de antemano y que la justicia española funciona razonablemente bien. Otra cosa es la prisión preventiva, que en los casos en que finalmente hay sentencia absolutoria, queda como una injusticia imposible de reparar. Muy lamentable sin duda y, especialmente, para los casos como
Joan Besolí que, como otros presos en su misma situación, han visto como tragedias personales se sumaban a su triste y, como digo, injusta situación.
La presunción de inocencia es lo primero.
De todos modos los millonarios siempre lo tienen mas fácil al poderse pagar abogados como Pablo Molins, hermano de Joaquin Molins encausado en el caso Palau , defensor de la infanta Cristina que está integrado en el bufete Roca. Especialista en defender determinado perfil de acusados como se ve.