En cuanto a tus esperanzas, no conozco a fondo la política catalana por lo que no puedo hacer pronósticos con suficiente fundamento.
En cambio conozco muy bien la política de Euskadi y me temo que tu esperanza no se cumplirá. Un dato muy importante es que el PNV es uno de los 3 únicos partidos históricos con presencia parlamentaria (y algo nás). Ser partido histórico implica haber superado la más dura prueba de resistencia. Por otro lado, las peores crisis del PNV han sido por escisiones propias, la última y más fuerte encabezada nada menos que por su propio lehendakari y que, en algunas elecciones llegó a obtener más votos, para luego languidecer poco a poco y actualmente acabar integrado en la coalición de Bildu y ser tachados de proetarras por muchos analfabetos políticos. En consecuencia, objetivamente, el PNV no tiene nada que temer extramuros de su propio partido, aunque es cierto que necesita actualizarse como se lo están pidiendo sus propias bases.
Por cierto, como los analfabetos políticos tienden a confundir churras con merinas, lo que he expuesto es una opinión objetiva, no un deseo, así que vaya por delante que el PNV no es santo de mi devoción (expresión muy adecuada a su propio ideario).
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.