El Gobierno aprueba la ley de ‘riders’ y obligará a las empresas a contratar a los repartidores

Publicado en el BOE.
Hay un "gap", que va a permitir mucha casuística:
La llamada "Ley Rider" en verdad es una DA del Estatuto de los trabajadores, que "presume" laboralidad en base al artículo 8.1 del mismo ET, a los colectivos porteadores de "bienes" de consumo o mercancía.
Ese artículo 8.1 del ET, que es por tanto realmente el que marca la linea, presume existencia de contrato laboral siempre que se dé:
a.- entre una persona que presta sus servicios de forma retribuida
b.- bajo la dirección y organización de otra persona, que además debe ser quien retribuya

Por tanto, quedaría fuera de la "ley Rider" aquellas situaciones en que la organización del asunto fuese a tres bandas, o a cuatro:
a.- la persona prestadora del servicio
b.- la persona organizadora y directora (mediante procedimiento algorítmico), y cobrase una comisión
c.- la persona beneficiaria de la prestación del servicio, que además, fuese quien remunerase ese servicio
(este apartado c.- podría ser por ejemplo, el restaurante que envía un pedido, o incluso directamente el consumidor que recibe el pedido)

A pesar de lo publicitado ayer (la extensión del alcance y obligación a todo tipo de plataformas algorítmicas), realmente la cosa se queda en solo aquellas organizaciones empresariales basadas en algoritmos, y que intermedien en el tránsito de bienes físicos materiales. 
Queda fuera todo tipo de organización empresarial algorítmica basada en la prestación de servicios, si no conlleva tráfico de bienes (ejemplo, servicios de docencia on-line mediante plataformas, servicios de prestación de transporte discrecional de personas mediante apps,...).

" A pesar de lo publicitado ayer (la extensión del alcance y obligación a todo tipo de plataformas algorítmicas), realmente la cosa se queda en solo aquellas organizaciones empresariales basadas en algoritmos, y que intermedien en el tránsito de bienes físicos materiales. 
Queda fuera todo tipo de organización empresarial algorítmica basada en la prestación de servicios, si no conlleva tráfico de bienes (ejemplo, servicios de docencia on-line mediante plataformas, servicios de prestación de transporte discrecional de personas mediante apps,...)."

Yo creo que la clave está en la dependencia de los trabajadores de esas empresas, y del poder de organización del trabajo por parte de la empresa..

Que se dan los signos de dependencia y alteridad, y un desequilibrio tremebundo en el poder de organización, es algo indiscutido. Son hechos, y los hechos no se discuten.
Solo analizo que finalmente la norma legal llevada al BOE, negro sobre blanco, dice MUCHO menos que las consignas gubernamentales proclamadas en los medios.

Por ejemplo, con esa norma en vigor, y dado el poder unilateral de las plataformas, éstas pueden plantear perfectamente a los restaurantes las siguientes modalidades contractuales:
a.- Un servicio como hasta ahora, donde la plataforma centraliza todas las gestiones, incluido el cobro al cliente y el pago a los riders, empleados propios por tanto, descontándose un tanto como comisión para la propia plataforma, y dejando el remanente para el restaurante.

b.- Un nuevo servicio, donde la plataforma toma nota del pedido, lo pasa al restaurante, y le facilita el uso de una pasarela de pago (que será un tercero), previo cobro de una comisión por el pedido. El rider, empleado o falso autónomo "del restaurante", usará la app para efectuar el reparto.

Claro que una dualidad así llevaría a que la modalidad a.-, mucho más cómoda para el restaurante, fuese mucho más cara, y la modalidad b.-, de unos costes similares a los actuales, haría desplazar la responsabilidad empresarial hacia los restaurantes.

O sea, al final la clave es determinar quien es el proveedor de quien, y de que, y eso, con la norma que han publicado en el BOE, lo presumen en base a quien paga a quien.

Siempre habrá formas de buscar triquiñuelas pero por lo pronto creo que la Seguridad Social, que además está canina, va a reclamarles a esas plataformas todos los pagos atrasados que no han realizado por sus trabajadores.

Seguro que algunas empresas de reparto se irán a pique, no serán rentables.

Personalmente no pido comida a domicilio, no me gusta, y prefiero no pensar de dónde sale lo que traen. El que tenga un restaurante no necesita pasar por el aro de estas plataformas. Muchos de los que venden a través de ellas, a saber dónde cocinan y en qué condiciones... prefiero no pensarlo..