Esta opinión es una simplificación excesiva de la realidad y puede llevar a conclusiones erróneas. En primer lugar, la mayoría de los gobiernos actuales no son ni puramente globalistas ni puramente nacionalistas, sino que tienen una combinación de ambas políticas y perspectivas. Además, no se puede asumir que todos los gobiernos que siguen una agenda internacional están actuando en contra de los intereses nacionales.
Es importante reconocer que los gobiernos tienen la responsabilidad de actuar tanto en el interés de su país como en el interés común de la comunidad internacional. A veces, estas dos perspectivas pueden estar en conflicto, pero en general, los países trabajan juntos para abordar cuestiones globales como el cambio climático, el terrorismo y la pandemia.
Además, el término "globalista" a menudo se utiliza como un término peyorativo para referirse a aquellos que apoyan una mayor cooperación y globalización. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la globalización ha llevado a avances significativos en la economía, la tecnología y la comunicación, entre otros aspectos.
En resumen, la realidad es mucho más compleja que la simple dicotomía de "globalista" versus "nacionalista", y es importante considerar cada situación individualmente y en su contexto específico.