Ese blog de la sección sindical de CC.OO. de Bankia es UN FILÓN, particularmente para cuantos hayan demandado ya o estén haciéndolo: en él los empleados de la entidad DESVELAN LOS FRAUDES, las fechorías y las malas prácticas que los jefes les "OBLIGABAN" a cometer en perjuicio de los clientes y de sus patrimonios. Ahora están espantados con lo que se les viene encima, pero si pinchais en los años 2009, 2010 y 2011, cuando se fraguó y se perpetró la macro-estafa con su indispensable colaboración, vereis que sus quejas y lamentaciones no eran por las marranadas que estaban haciendo a sus clientes, sino por la presión a la que a ellos se les sometía para conseguir los objetivos de "productividad". Ninguno se dió cuenta, al parecer, de que estaba siendo PARTE ACTIVA DE UN DELITO, cuyas víctimas eran, como ellos mismos, trabajadores. Ahora, cuando ya es tarde, se acuerdan de su dignidad perdida, y, lo que es más grave, y más obsceno, pretenden utilizarnos, ¡a sus víctimas!, para defender sus sucios empleos, pues ningún trabajo que consista en dañar al prójimo es honrado ni limpio.
Os animo a seguir interviniendo, cuanto más mejor, en ese Foro de empleados de Bankia, y a que lo hagais, aunque eso no hace falta pedirlo, con el máximo de educación. Al contrario de lo que ha hecho la mayoría de ellos con nosotros en éstos últimos meses, nosotros no hacemos leña del árbol caído. Ni les deseamos mayor mal del que nos han hecho. Ni un gramo más.
Pero si no quieren convertirse definitivamente en los APESTADOS de la clase trabajadora, sigan en Bankia por sumisión ovina o vayan al paro, tienen aún la oportunidad de arrepentirse y disculparse de la única manera posible: DENUNCIANDO A LOS JUECES, EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y ANTE LAS PROPIAS VÍCTIMAS, qué y cómo hicieron para empapelar con esa mierda de productos a los ahorradores de sus Cajas.
Naturalmente, no es cosa de que paguen justos por pecadores: sin duda hay muchos empleados de Bankia que nunca tuvieron arte ni parte en la estafa. Con ellos no va la historia (encima, seguro que despiden a los inocentes), aunque si saben algo, podrían también contarlo. Pero ni justos ni pecadores podrán decir en adelante que no saben que trabajan para una empresa ruin, estafadora y delincuente.
No lo olvideis: esos curritos chungos de Bankia valen más por lo que callan que por lo que dicen, muy poco hasta la fecha. Nosotros no les vamos a dar un duro por contar lo que saben, pero que tengan claro que Bankia, tan sobrada como enloquecida y cada vez más frágil, tampoco. Ellos verán qué quieren ser en adelante: bultos que se arrastran, o personas. Si ésto último, será un placer compartir con ellos, por ejemplo, la recepción del día 20 al Gran Ladrón.