El que si lo tiene claro en este artículo de hoy es Luis Aparicio, director de contenidos de Invertia. A mi tampoco me está gustando nada todo esto. Lo ùnico claro, es que estamos rodeados de una banda de................ y de.................
Reordenación bancaria: El desprecio del Gobierno al ahorrador e inversor
Después de lo ocurrido en tiempos del Banco de España de Mafo, con salida a bolsa de Bankia, preferentes y demás, uno se pregunta si este proceso de reordenación bancaria (vamos, de reflotamiento tras traumático hundimiento de las cajas) se está haciendo bien o mal. Se necesita perspectiva en el tiempo, pero parece evidente un gran fallo: el desprecio por el ahorrador y el inversor.
http://www.invertia.com/noticias/reordenacion-bancaria-desprecio-gobierno-ahorrador-inversor-2940546.htm
El tiempo nos mostrará las derivadas de este gigantesco esfuerzo de sacar a flote el sistema bancario. Ayer, el Ministro de Economía, Luis De Guindos, apuntaba a la posibilidad de que el reflotamiento de la CAM llegase a costar 15.000 millones de euros, dado el sistema de protección que se dio al Banco Sabadell para su compra. Y tan tranquilo.
A Guindos no se le caen los anillos por manejar tamañas cifras que salen del bolsillo de los contribuyentes, como tampoco titubeó para dar 19.000 millones de euros a Bankia. Una entidad que, por cierto, ha renovado buena parte de sus cajeros automáticos, ha puesto guapas numerosas oficinas y ha hecho este invierno una gigantesca campaña de publicidad sobre planes de pensiones: la mayor del sector.
Además de la pericia del presidente de Bankia, José Ignacio Gorigolzarri, puede que Bankia no necesitase tanto dinero para su reflotamiento o que podría hacerlo de forma más austera a como se está acometiendo. El plan de Rato que nunca podremos conocer apuntaba solo a algo más de 6.000 millones de euros. Mis conocimientos e información son insuficientes para discutir sobre esta cifra, pero está claro que a Goirigolzarri nadie le escatimó ni un euro.
Antes de terminar el año perdimos también 9.000 millones de euros con la venta de Novacaixa Galicia. Una pérdida ya materializada al vender la entidad al venezolano Banesco. Tampoco Guindos ni su equipo se han ruborizado por esta calamitosa colocación del banco. No se ha discutido mucho y se entiende que era lo mejor que se podía hacer para quitarse un problema.
El Ministro de Economía no se corta en pronosticar que se superarán con creces las pérdidas inicialmente previstas –las efectivas ya superan los 22.000 millones de euros (casi cuatro billones de las antiguas pesetas)-, que serán superiores a los 60.000 millones de euros. Aquí no hay problema. No había otro remedio. No es cuestión de arañar un euro y sí de sanear con rapidez y eficacia. Este es el mensaje que recibimos desde Economía.
Queda también otro gigantesco grano en este proceso de reordenación bancaria: CaixaCatalunya. Tiene mucho menos morbo que Bankia pero en pérdidas no está muy lejos y, a buen seguro que si se dilata el proceso se acabe superando la fusión de la madrileño-valenciana. Puede que informativamente, lo de CaixaCatalunya sea otro efecto de no molestar a esa parte de España. Aquí la Prensa del foro se tiró a degüello, como debe ser, con la caja del oso y el madroño.
Esta generosidad, estas pocas ganas de discutir, estas cifras totalmente astronómicas que todos sufragaremos con estos impuestos. Estas cifras que no sé si están del todo bien justificadas (insisto en el lujo asiático que desprende Bankia) contrastan con el calvario de los preferentistas y accionistas o cuotapartícipes de las cajas intervenidas. Puede que haya matices entre unos y otros, pero está claro que para que les devuelvan un duro deben someterse a un proceso arbitral o recurrir a los tribunales y explicar que eres medio imbécil o demasiado mayor para entender lo que te vendieron con todas las garantías.
Frente a la facilidad en la ayuda, la alegría en la venta a pérdida, a los españolitos de a pié atrapados en el hundimiento de las cajas no se les facilita recuperar ni un solo euro sin sangre, sudor y lágrimas.
En un principio hubo la excusa de Europa que obligaba de forma absurda a que preferentistas y no tan absurda (accionistas) perdiesen su dinero al tener productos de capital. Pero ese periodo ya pasó. La normalización de los mercados financieros hacia España obligan a tomar medidas de resarcimiento rápido de aquellos que fueron expropiados y estafados.
Esta falta de sensibilidad del Gobierno hacia víctimas financieras inocentes frente a la alegría en el rescate es sintomático de toda su gestión. O reaccionan a tiempo, o Rajoy tendrá el dudoso honor junto con Adolfo Suárez de ser el único presidente que gobernó solo durante cuatro años.