Efectivamente es como dices.
Pero es muy duro explicarlo a quien no lo ha vivido.
Para mi es muy estresante ese tema, primero tomar la decisión de presentar la demanda o no hacerlo, que ya es un sinvivir, después ir al abogado y contarle todo y a partir de ahí te vas dando cuenta que empiezan los gastos y los problemas, porque cada vez te piden más información, cada vez te encuentras más indefenso y finalmente si pierdes es que parece que ha sido culpa tuya.
Y por el camino todo son incertidumbres y sufrimientos.
Pero cuando tienes una experiencia y la cuentas, alguien se cree que tienes algún interés oculto.
En tu caso, como ya lo has vivido, puedes comprenderlo perfectamente.
Y con esto no quiero decir que no se demande, quiero decir que cada uno se lo piense y que desgraciadamente para defender los derechos o se llega a un acuerdo o hay que pleitear y que ese no es un camino de rosas. O sea si tu pensamiento en una escala del 0 al 10 (el 0 no demandar y el 10 demandar) está en el 5 mi consejo es no demandar, ahora si ya está en el 7 o en el 8 pues adelante.
Ahora, que los que viven de ello van a ser los abogados. En el fondo en esta época de crisis, los titulares de híbridos pueden sentirse mal por las pérdidas que se sufren, pero vistos desde fuera, en la sociedad en general, se considera que son gente que tienen dinero, que buscaron algo más de interés y que si pierden algo no les va a pasar nada, porque al dia siguiente van a seguir comiendo, jamón no, pero lacón si, y eso sin tener en cuenta cuanto trabajo les ha costado el tener esos ahorros.