Jaloke, la trama urdida por Liberbank para llevar a cabo el canje en unos pocos días y en condiciones meridianamente abusivas podría presentar presuntamente tintes de responsabilidad penal, no sólo civil, y alguien quizá tenga que pagar por ello, tarde ó temprano. Quizá no los máximos cabecillas de esta estafa presunta, pero alguien tendrá que pagar (y confiemos que sólo con dinero, y no en especie).
Mi mujer y yo somos de los que tuvimos que escribir "no conveniente" en el contrato del canje, que es algo surrealista. ¿Qué juez se va a creer que aceptamos voluntariamente canjear a unos productos que no son convenientes para nosotros si no mediara una amenaza intimidatoria de sufrir aún mayores pérdidas en caso de no hacerlo? Pero la desvergüenza de Liberbank no tiene límites: después de ser atendidos por un empleaducho que, eso sí, está bien adiestrado para soportar cualquier crítica, resulta que, en el colmo de la falta de respeto a clientes con más de veinte años de antiguedad, una vez que firmamos los papeles...¡se los llevó a otro despacho para que alguien con poder bastante, a quién ni siquiera conocimos, los firmase por parte de Liberbank! ¿Cómo nadie va a seguir confiando en este "banco"?
Las acciones se van a desplomar, de eso no cabe duda, y...¿quieres que adivine quienes os vais a aprovechar descaradamente? Los propios directivos y empleados, que en una inmensa mayoría, no adquiristeis esas maravillosas obligaciones subordinadas y preferentes que nos vendisteis a tantos miles de incautos, y a los que os interesa mucho mantener vuestro estatus. Por lo tanto, las vais a adquirir a precios de risa (como hicieron muchos empleados de Bankia), eso sí, a costa del ahorro de miles de personas. Pero ya sabemos que sois una “empresa”, y que no entendéis de moralidad. De acuerdo. Pero, si por lo menos supieseis hacer bien vuestro trabajo, al menos no estaríais quebrados, y no tendríamos que pagar vuestros errores.
Así que, sin perjuicio de que persigan ó no sus propios intereseses, no hables tanto de Adicae, porque da la sensación de que los empleados de Liberbank sois unos angelitos, unos mandados que no tienen ninguna culpa, y que sólo veis pajas en ojo ajeno y no veis las vigas (el timo) en el vuestro.