Me encuentro abrumado por los post de tantos foreros expresando gratitud.
Pido humildemente disculpas a todos ellos por mi enfado cuando en ningún modo puede extenderse al foro en general, y no saber superarlo cuando me encuentro indignado.
Pido también disculpas por este post porque trata de temas personales que no es el asunto del foro, pero que quiere trasladar unas ideas para que se pueda comprender mi postura y con la intención de que mis disculpas sean aceptadas.
La idea que quiero transmitir es que un inversor, con la experiencia profesional de haber trabajado en una entidad financiera, incluso de haber comercializado una emisión de preferentes (Endesa en el año 2002), con la formación de ser economista y haber realizado estudios de derecho, con la experiencia personal de haber invertido en preferentes y subordinadas de prácticamente todas las entidades del país (conozco algunos compañeros que me superan, han invertido en emisiones muy difíciles de encontrar, tipo Banco Gallego o Caja Canarias, que yo no he llegado a adquirir), y por lo tanto haber visto la diferente evolución no solo de un caso, sino de muchos casos, habiendo participado en todos los hilos de preferentes y subordinada de este foro... también es una persona igual que cualquier otra persona, con su "corazón" o como se quiera denominar: honor, derecho a ser respetado, etc.
Como dice mi firma, el tener más conocimientos me obliga a compartirlos, pero no me obliga a dar la razón a quien solo pretende eso, que le den la razón.
Por otro lado procuro distinguir entre información (normalmente lo oficial, y que se recoge fundamentalmente en CNMV tratándose de valores) que intento trasladar y opinión, que puede algunas veces ser acertada o no, pero siendo transparente de cuál es mi interés personal para que cada uno conozca si hay conflicto de intereses entre lo que tengo y lo que digo.
Mi opinión general ya la he expresado muchas veces, y creo que es consecuencia de toda la experiencia acumulada en mucho tiempo, y la repito porque creo firmemente en ella para beneficio de todos:
1º) Hay personas que han sido "engañadas" (o que la comercialización se le ha realizado deficientemente). En ese caso siempre he recomendado que si se tenía absoluta certeza de ganar se acudiera a un juzgado y se presentara la oportuna demanda. Nunca he opinado que nadie permita que le engañen. Y les he deseado suerte y seguiré deseándosela en su reclamación. Aunque ello pueda ir en contra de mis intereses como futuro accionista de las entidades.
2º) También he recomendado que, si se tiene alguna duda o las cantidades son reducidas, a los efectos de evitar riesgos e incomodidades, se puede optar por los arbitrajes. Suelen ser más rápidos, económicos y menos molestos. No se recupera la totalidad de la inversión, pero si se recupera una parte importante que permite seguir la vida (que es lo fundamental) olvidando lo más rápido posible esta incidencia, porque lo que no merece la pena es vivir una vida amargado por un hecho puntual, cuando seguro en la vida hay cosas más trascendentes. En Ceiss desgraciadamente optar por el sistema parecido a un arbitraje suponía la renuncia previa a demandar. Mi opinión es que esa renuncia es ilegal y si se demandara no debería ser tenida en cuenta.
3º) Y finalmente, para aquellos a quienes la comercialización ha sido correcta, asumir los efectos de lo que es una deuda subordinada en un proceso de insolvencia, informarse y tomar las decisiones más coherentes, sabiendo que nuestra inversión es una inversión fallida y que lo que vayamos a recuperar es en parte debido a la "generosidad obligatoria" de todos los contribuyentes que gracias a las ayudas de los rescates van a permitir que recuperemos parte. Cierto es que las quitas realizadas también contribuyen a ese efecto, y la capitalización que se va a hacer por la compra de Ceiss por parte de Unicaja.
4º) Y todo ello con la opinión de que es mejor construir que destruir. Mi opinión siempre va en el sentido de que se gana más sumando que restando, si vamos a ser accionistas de Unicaja (a la fuerza, sin prácticamente nuestro consentimiento aunque lo hayamos dicho ante notario, pero todos sabemos que forzados) es mejor no destruir Unicaja, porque nos haremos daño a nosotros mismos y daño a los demás. Además que no es incompatible defender los propios derechos presentando la demanda con no pretender hacer un daño innecesario. A quien le den la razón obtendrá el mismo dinero y la misma reparación llamando estafador a un empleado del banco que sin llamarle estafador.
5º) Finalmente he denunciado que con motivo de este asunto ha habido despachos de abogados (y por extensión plataformas, ya que suelen ir unidos) que han visto un "filón" de negocio y lo que se dedican es a lanzar publicidad (y propaganda) en favor de las demandas, pero desde luego haciendo mucho peor que lo que denuncian, porque si ahora se demanda falta de información en la comercialización de los valores, la información que dan los abogados respecto de lo que es el contrato de prestación de servicios es mucho más incompleta. ¿O a alguien le han dado un folleto explicando los efectos, los costes y las vicisitudes de una demanda?
6º) Y cuando se han buscado responsables no he dudado en señalarlos, los consejos de administración y los directores generales de las entidades que han devenido en insolventes, por dos motivos: el fundamental por haber llevado a la insolvencia a sus entidades, ya que allí donde se han emitido híbridos pero no han sido insolventes las entidades los ahorradores/inversores han recuperado su dinero incluso con beneficios y cobrando más intereses que en operaciones alternativas, y en menor medida por haber autorizado y emitido las preferentes como fórmula para cubrir los fondos propios que necesitaban y que estaban perdiendo con el camino por dónde llevaban a sus entidades. También he señalado que, paradójicamente, los propios afectados han sido quienes han agravado los efectos de las pérdidas, porque, si eran desconocedores del valor de los títulos cuando los compraron, también eran desconocedores del valor cuando protestaban, cuando los compraron valían menos del 100% cuando protestaban de forma generalizada hacían bajar el precio mucho más de su valor. Me ha parecido una enorme desfachatez que personas que han pertenecido a los Consejos y aprobado las emisiones y gestionado la entidad, ahora pretendan su ignorancia. Porque si eran ignorantes ¿por qué cobraban?. Esos son culpables entonces por aceptar un cargo al que no le dedicaban la atención necesaria o no estaban preparados para desempeñarlo, y culpables ahora por intentar eximirse de su responsabilidad.
No creo que toda esta posición, que sirve para cualquiera, afectado o inversor, merezca una descalificación y un insulto, ni buscarle ninguna intencionalidad oculta.
Respeto a las personas, sus opiniones son libres de expresarlas, pero ni todas las opiniones tienen el mismo valor, ni defender una opinión justifica un insulto.
Pido de nuevo disculpas. Nunca se debe tomar una decisión que afecte a otros por la acción de uno. Simplemente, en el uso de mi libertad, y como no tengo otro interés que la obligación que expresa mi firma, no responderé a los insultos, aunque me sienta dolido.