Hola:
Te doy mi opinión sobre lo que comentas. No sé si con lo que he escrito abajo he logrado expresarme bien, pero lo he hecho lo mejor que he podido. A veces soy directo en mi forma de expresarme, pero no hay reproche ni intención de ofender, así que no te lo tomes en ese sentido en absoluto. Lo he redactado lo mejor que he sabido.
Me interesaría que me pusieras links de webs o documentación donde ponga que si devuelven el dinero de las preferentes, la Caixa se iría a la ruina.
Mi opinión es que CaixaBank no se va a ir a pique, porque si necesitan más capital, se me ocurren varías vías de financiación que a las que pueden acudir (puede optar por una o por la combinación de varias):
1.- Realizar una ampliación de capital de sus accionistas actuales.
2.- Vender otro porcentaje adicional de CaixaBank en la Bolsa. Actualmente, aprox. el 75% de las acciones de CaixaBank están en manos de la Caixa y aprox. el 25$ en la Bolsa, en manos de otros accionistas. El porcentaje puede haber variado ligeramente, pero poco. De todas formas, seguro que es más del 50%, porque si no, la Caixa hubiera dejado de ser caja y se hubiera convertido en fundación. Por lo tanto, tienen aún la posibilidad de sacar más de un 50% de las acciones de CaixaBank al mercado si necesitan capital.
3.- Encontrar un gran inversor que comprara un porcentaje de acciones de CaixaBank que están en manos de la Caixa. En ese caso, seguramente harían una ampliación de capital a la que acudiría únicamente este fondo de inversión.
4.- Vender activos financieros o acciones de su propiedad en otras empresas.
5.- Recomprar (o intermediar) a los clientes que no quieran el canje las participaciones por el capital invertido (1000 euros) y vender las obligaciones subordinadas y las obligaciones convertibles en acciones, bajo las mismas condiciones que se lo ofrecían a sus clientes, a inversores que no tenían antes preferentes. La Caixa no comprometería su capital (la recompra y la reventa sería por el mismo valor). Más o menos, sería como cuando hay una ampliación de capital en una compañía de la Bolsa. El accionista que quiere, acude a la ampliación. El que no, vende sus derechos, que los compra otra persona. Y, como se supone que las condiciones que ofrece son tan buenas (¿o no lo son realmente?) no habría problema en encontrar inversores o clientes que aceptaran esta gran oportunidad que otros que sí que tienen preferentes actualmente no quieren.
6.- En el muy dramático e improbable caso que no encontraran inversores privados ni dentro ni fuera de la bolsa, podrían acudir al FROB. Pero en una entidad como la Caixa, es impensable llegar a este extremo. Siempre, claro, que se atreviera a acudir al mercado a un precio justo, que los inversores minoristas e institucionales estuvieran dispuestos a pagar por acciones de la Caixa o por los paquetes accionariales en poder de la Caixa de otras empresas.
De cualquiera de estas maneras (o combinándolas) la Caixa obtendría los fondos necesarios para llegar a la solvencia que necesita. Pero les resulta más fácil, y matan dos pájaros de un tiro, si fuerzan a los clientes que tienen los dedos pillados con las preferentes (un producto que ellos no podrán usar a partir del 2013 para contabilizar su solvencia), a convertir ese capital en un producto que ellos pueden presentar como capital de primera calidad ante los organismos financieros mundiales.
Lo que sucede es que quieren aprovecharse de la situación para financiarse bajo sus condiciones, y no negociándolas con inversores externos para que les ayuden a alcanzar la solvencia necesaria. Con los clientes pillados por las preferentes, ellos tienen la sartén por el mango. Negociando con los inversores y sometiéndose al mercado, en cambio, es la Caixa la que tiene la posición más débil. Y eso es lo que quieren evitar.
No olvides que el detonante del cabreo de algunos clientes es haber sido (y sentirse) engañados, así que es la Caixa y no el cliente quien ha de asumir las consecuencias.
Ahora, algunos clientes se dan cuenta de que lo que que tienen en realidad son papeles (acciones) que no tienen derecho a voto y, además, han perdido gran parte de su valor. Lo hicieron con una comercialización fraudulenta, porque no informaron al cliente de la naturaleza del producto y de los riesgos que implicaba.
La Caixa se quiere sacar ese problema de encima enchufándoles a esos clientes engañados que no querían riesgo, un nuevo producto que le interesa a la entidad que contraten los clientes, pero que sigue teniendo los riesgos que este cliente no quería. No es ético ni justo.
Por eso, lo que yo proponía es que den dos posibilidades entre las que cada uno pudiera escoger lo que más le interesara.
Quien quiera, podrá suscribir el canje propuesto. Seguramente lo harían los clientes que suscribieron el producto con conocimiento de causa (el canje ofrece productos con liquidez y con más interés que las preferentes) y un porcentaje de los clientes que desconocían los riesgos de las preferentes, pero que se sientan atraídos por la elevada rentabilidad, sin preocuparle que pueda perder algo o bastante capital, ya que también puede ganarlo en función de las circunstancias.
Y, quien así lo prefiera, podría optar por hacer que la Caixa le recomprara las participaciones en efectivo y sin pérdidas. A esto optaría un porcentaje de los clientes engañados, que pasarían de descontentos a satisfechos, ya que la Caixa asumiría su responsabilidad, conseguiría que la mayoría de los clientes suscribieran el canje.
Así, tanto los que suscribieran en canje como los que optaran por el reembolso, serían fidelizados y la entidad no tendria ningún problema en recapitalizarse por la cantidad reembolsada por cualquiera de las vías antes mencionadas. Y los que suscribirían el canje lo harían por un importe que reduciría mucho la cantidad que tendrían que ir a buscar después al mercado (si lo necesitan, porque en internet pone que han de recapitalizarse en menos de 700 millones de euros en capital de primera calidad, acciones, por ejemplo, y es una cifra muy inferior a los 4900 millones implicados en las preferentes).
Por último, estoy interesado en saber qué alternativa verías tú al canje, que no fuera el reembolso del dinero. Entiendo que si el cliente encuentra atractivo, hará el canje sin problema. Pero si no está satisfecho, lo que hará será ir al canje (las preferentes son mucho peores) pero presentando el escrito para reservarse acciones. Presentar el escrito es decir: "No estoy conforme con la comercialización. Me engañasteis y ahora he de hacer el canje obligado por las circunstancias". Si presentas el escrito, es que el canje no es lo que quieres, por lo tanto, quieres una alternativa. Si la alternativa de recuperar tu dinero no la ves viable (y parece ser que no aspiras a ello) y vas a presentar el escrito porque no te gusta lo que te ofrecen, ¿qué alternativa viable se te ocurre que la Caixa puede ofrecer en un proceso de mediación o acabará imponiendo un juez? ¿Qué opción es peor que el reembolso del dinero, pero mejor que el canje que no convence a quien presenta el escrito reservándose acciones? Igual es una buena idea para empezar a trabajar en una solución donde todas las partes estén contentas con el resultado.