Sigo viendo muy poca autocrítica, análisis demasiado emocionales y un "estás con nosotros o contra nosotros" que a mí particularmente me enferma. ¿Si disiento de lo que hacéis soy el enemigo? ¿si valoro vuestra entrega y esfuerzo pero digo que hay que dirigirla mejor, "me dedico a meter mierda" ? ¿Es querer dividir plantear interrogantes y cuestiones que buscan multiplicar nuestra fuerza?
Repito en que llegados a un punto, no basta con la indignación, la rabia y las buenas intenciones,que pueden ser suficientes para luchar, pero no para vencer. Cuando uno se erige en protagonista de una lucha debe aceptar las críticas y ser además especialmente cauteloso y astuto, y ello por un motivo principalmente: por que el enemigo es listo y poderoso, conoce nuestros puntos débiles y aprovechará todos nuestros descuidos y errores para atacarnos ("la gente que me odia y que me quiere no ve va a a perdonar que me distraiga" que decía en una canción Silvio Rodríguez).
Creo, por tanto, que los que os queremos, no podemos perdonar que os distraigáis. Por ejemplo en un asunto que dinamita, a los ojos de la mayoría, vuestra mayor fuerza, por ejemplo, frente a asociaciones como adicae, que es vuestro desinterés, que lleva un tiempo ya en entredicho.
Os habéis unido, de forma indisimulada a un despacho de abogados y metéis constantemente en los foros de afectados de preferentes, noticias e incluso resúmenes de las charlas que dan en ese despacho. Creo que incluso ya han estado cobrandoos por meter papeletas de conciliación, que no valen, como ellos saben perfectamente, para absolutamente nada.
Como a día de hoy me veo todavía más predispuesto a creer en los reyes magos que en la generosidad y desinterés de un despacho de abogados, os sugeriría que no insistieráis tanto en unir vuestros destinos jurídicos a un concreto bufete, toda vez que a los suspicaces, a vuestros enemigos e incluso a los que os queremos, nos puede dar por pensar que hay demasiada oscuridad en unas cuestiones en las que podremos censurar cualquier tipo de excesos, menos un exceso de transparencia y de claridad.