La concesión de una incapacidad permanente parcial no impide que la empresa te despida si considera que no puedes realizar las tareas fundamentales de tu trabajo habitual. Sin embargo, si decides recurrir para obtener una incapacidad permanente total, es importante que tengas en cuenta que el proceso puede llevar tiempo y que durante ese período seguirías bajo la misma situación laboral.
Si la empresa decide despedirte, tendrías derecho a recibir una indemnización por despido improcedente, siempre y cuando cumplas con los requisitos legales establecidos. Además, tendrías la posibilidad de impugnar el despido si consideras que ha sido injustificado o discriminatorio.
Respecto a tu capacidad para trabajar en otros puestos, podrías explorar opciones dentro de la empresa o buscar empleo en otro lugar que se adapte a tus habilidades y limitaciones actuales.
En cualquier caso, te recomendaría que busques asesoramiento legal específico para tu situación, ya que las leyes laborales pueden variar según las circunstancias individuales. Un abogado especializado en derecho laboral podría orientarte mejor sobre tus derechos y opciones en este proceso.