Imaginemos que viajamos en el tiempo hasta el día 31 de diciembre de 2000. Las 5 mayores empresas del índice S&P 500 (Estados Unidos) son entonces General Electric, Sanmina, Exxon, Pfizer y Cisco. General Electric supone un 4% del índice, y no es para menos. El negocio va viento en popa y todos aplauden la gestión de Jack Welch. Los últimos 12 meses los ingresos han crecido a un ritmo del 45%, algo inaudito para una compañía de ese tamaño.
¿Por qué les cuento esto? En mi último artículo les comenté 5 parecidos con el 2000 y aunque parezca que esté obsesionado con el tema, lo cierto es que me siguen apareciendo coincidencias. La última, una en forma de “U”.
Cojamos de nuevo nuestra nave del tiempo para ver lo que le ocurrió finalmente a General Electric. Las elevadas expectativas terminaron por no cumplirse y ha caído desde entonces un 86%. Hoy cotiza a sólo 0,6x sus ventas, muy lejos del múltiplo de 3,3x ventas que se pagaba en el 2000. La evolución de su peso en el S&P 500 también es testigo de su caída:
Ahora parece obvio que el mercado estaba a dispuesto a pagar un precio excesivo. ¿A quién se le ocurriría pagar un precio tan alto?, pensaran algunos. Pues bien, creo que, guardando las distancias, lo que hoy vemos en Amazon u otras empresas puede ser parecido.
Sí, ya lo sé. A mi también me encanta Jeff Bezos, CEO de Amazon, le admiro y creo que ha hecho toda una hazaña. Pero lo importante no es el ayer. Es el mañana. Y Amazon estará sujeta, tarde o temprano, a algunas de las dinámicas que afectan a las grandes empresas. El mundo es finito, y es más fácil crecer cuando tienes mucho mercado por descubrir. Empresa gigante y crecimiento espectacular no es una combinación duradera en el tiempo. Veamos algunos datos de Amazon:
Si miramos las cifras de ventas de los últimos años y las estimaciones de los analistas, veremos que, respecto las cifras de 2019, se estima un crecimiento del 21% anual (próximos 3 años). Como en el caso de General Electric, este ritmo de crecimiento no es habitual, pero nadie se atreve a dudar de Amazon. La cuestión es: ¿durante cuánto tiempo?
En “The base rate book” (2015) Michael Mauboussin nos da una tabla que muestra las tasas de crecimiento en ingresos que se han observado históricamente por segmentos de tamaño. Para las empresas más grandes, aquellas que capitalizan más de 50.000 millones de dólares (¡recordemos que Amazon capitaliza aproximadamente 30 veces eso!!), el cuadro es este:
El tiempo aprieta y mantener un ritmo de crecimiento alto es complicado. Amazon ha vencido a la gravedad: los últimos diez años ha tenido un crecimiento anualizado superior al 30%. Podemos ver en el cuadro de Mauboussin que esto no es lo habitual. ¿Es Amazon la excepción o el futuro será muy distinto del pasado?
En el mismo cuadro podemos ver lo que nos pueden deparar los próximos 5 años. Ya hemos dicho que el mercado descuenta un crecimiento superior al 20%, pero en el cuadro vemos que esto sólo ha ocurrido el 0,9% de las veces.
¿Posible? Sí. ¿Probable? No.
Amazon puede que sea, de nuevo, la excepción que confirma la regla. Pero cuando pongo Amazon de ejemplo lo hago para reflexionar sobre una dinámica general. Extrapolar el crecimiento pasado hacia el futuro es peligroso y normalmente poco rentable. La probabilidad juega en nuestra contra y al invertir uno debe tener en cuenta no sólo lo que podemos ganar si todo va bien, sino lo que podemos perder si todo va mal. Si creen (¡y es posible!) que Amazon es la excepción, pongan en su lugar a otra gran empresa con un muy alto crecimiento (no tengo nada en contra de Amazon, más bien lo contrario).
Viendo que la longitud del artículo sería excesiva, lo dejo de momento aquí. En una segunda parte veremos la “U” que les prometía al inicio y datos que nos llevan al 2000. ¿Será 2020 un punto de inflexión como en su día lo fue el 2000? Hasta entonces, un saludo.
Fuente: Todos los datos han sido obtenidos en Refinitiv, a excepción del cuadro de probabilidad del final, que encontramos en “The base rate book” (2015) de Michael Mauboussin.