Los corredores no somos como las setas ni tampoco como los bares donde tiran cañas. Somos asesores y consultores que te ayudamos a identificar los riesgos que te afectan, tanto los que tu conoces o intuyes como otros que ni imaginas pero le arrearon fuerte a otros. Dicho de otro modo y tirando de la frase de Voltaire "hay hombres tan inteligentes que aprenden de la experiencia de los demás". Nosotros, los corredores, te aportamos esta experiencia "de los demás".Una vez identificados los riesgos y junto con tu presupuesto (que no es lo que te gustaría pagar, sino lo que puedes pagar por hacer bien las cosas) buscamos la solución que mejor encaja con tus riesgos, con tu capacidad financiera y con tu estilo de vida. O políticas, si tienes empresa.Por tanto, elegir corredor no es algo que recomiende hacer a ciegas, ni como pollo sin cabeza. Si te estuvieras jugando entrar en la cárcel o un divorcio traumático, ¿no investigarías a qué abogado confiar el asunto? Si tuvieran que operarte a vida o muerte ¿da lo mismo el último salido de la facultad o alguien especialista en lo tuyo? Pues, querido Evarus, en el momento inmediatamente después de un incendio, de un accidente, de un evento generador de responsabilidades o de jubilarse no tendrás otra cosa que la consecuencia inevitable de una buena o mala elección de consejero.Piensa y decide con tranquilidad y con la visión clara de que personas distintas aportan resultados muy distintos.Otra cuestión: los seguros son un mundo muy complejo porque nuestro trabajo va de cubrir riesgos y estos están tras cada actividad humana o tras cada evento de la naturaleza. Para complicarlo todo, en general, el siniestro surge tras algún error u omisión lo que engancha inseparablemente el seguro de la estupidez humana (si, sé que cuesta reconocerlo, pero si hiciéramos TODO bien, TODOS, este mundo no tendría apenas incertidumbre más allá de lo que comporta la naturaleza, incluyendo parte de la salud). Por tanto, ante un mundo complejo es fácil llegar a la conclusión de que un mismo corredor no puede saber de todo. Puede intentarlo y fracasará o será un mediocre toda su vida. Yo, por ejemplo, me he especializado y tengo áreas de conocimiento en las que casi nadie opera y he decidido no ser un idiota con iniciativa en otras áreas, por lo que les digo a mis clientes que - para esos riesgos - necesitan a otro que sepa lo que hace. Por ello, es posible que haya quien necesita más de un corredor. ¡Y no pasa nada!Huye de los que se pongan celosos si no te resuelven todos tus problemas aunque sea sin saber lo que hacen.También huiría de los auxiliares externos o franquicias. Simulan al corredor, pero no lo son.Por cuanto a la terraza: el art 396 del Código Civil te lo aclara con rotundidad y, además, sin derecho a pataleo: es norma de base. Tu terraza es para que la uses de forma privada (eso significa "uso privativo"), pero debería darte una pista que te digan que tienes derecho al uso pues si fuera tuya no sería necesaria tal aclaración. Nadie te ha aclarado, por ejemplo, que tengas uso privativo de tu baño. Pero tu terraza es, también, la cubierta del piso de abajo y - como sabrán todos si algún día fracasa o colapsa... de todos los demás. Además, el forjado que la sustenta es un elemento estructural común. Por ello la titularidad y responsabilidad en materia de mantenimiento (art 1907 del Código Civil) de esa terraza es la Comunidad.Salvo que hayas anclado esa pérgola u otros elementos en cuyo caso eres responsable de todos los daños causados a ese suelo comunitario y aquellos perjuicios a terceros que puedan derivarse de ello.Como es un elemento común, aún siendo de uso privativo, tienes la obligación de permitir el paso y acceso para realizar todos los trabajos de mantenimientos, revisiones, etc que te requiera la comunidad. Por último, si requiere mantenimiento y no es causado por tus "añadidos" a la cubierta, tendrás que pagar la parte proporcional del coste total en función de tu cuota de copropiedad.Saludos,