Del último comentario: El quid de la cuestión es que no sabemos en qué fase de la burbuja estamos. Por ello, he de reconocer que, mientras dure este escenario, es muy complicado predecir el comportamiento del fondo a corto plazo. Sin embargo, sí que me comprometo a mantenernos fieles a nuestro método de inversión en valor. Nuestras compañías en cartera de forma mayoritaria comparten características que nos dan gran tranquilidad a largo plazo: presencia de un accionista de referencia, balances poco endeudados o con caja neta, negocios sencillos bien posicionados a medio plazo a las principales tendencias estructurales o el valor de los fondos propios está muy bien respaldado con activos reales (la mitad de la cartera cotiza por debajo de valor en libros). Es cierto que también comparten estar en negocios menos “exóticos” que la media del mercado y ser de pequeña o mediana capitalización bursátil, pero su perfil de crecimiento no es menor que el del PIB global, generando valor a lo largo del ciclo para sus accionistas. Finalmente, sí que quiero compartirle mi convicción en la capacidad de recuperación de nuestra cartera. Después de más de dos décadas como gestor con buenos resultados, no es la primera vez que me enfrento a un período de mal comportamiento de la cartera. Por ejemplo, los años 2002, 2008 y 2018 los recuerdo como muy duros para mis vehículos bajo gestión (y las pequeñas compañías), pero con importantes recuperaciones en el año siguiente. Más recientemente, lo mismo sucedió en el COVID, cuando el fondo que dirigía en aquel momento fue capaz de batir al índice en más de 30 puntos porcentuales en apenas ocho meses (de abril de 2020 a diciembre de 2020). En definitiva, cada vez es más complicado batir a los índices de una forma progresiva, siendo necesario ser capaz de soportar períodos de peor comportamiento relativo. La rentabilidad extra se concentra en plazos más cortos y, si no se está invertido, se convierte en misión imposible batir al índice. Por ello, mantener una cartera diversificada en fondos con un método fácil de comprender y contrastado es en mi modesta opinión la mejor fórmula para que un inversor particular pueda obtener buenas rentabilidades a largo plazo. Como último consejo, si pierde la confianza en alguno de esos fondos busque alguno similar, pero nunca lo desinvierta para comprar más del que haya destacado recientemente. De hecho, la lógica financiera demuestra que el comportamiento contrario (incrementar en los que han sufrido más a corto plazo) suele ser mejor estrategia de inversión. Respecto a la gestión de la cartera, no se han producido cambios relevantes en el mes. Mantenemos más del 40% en compañías relacionadas con las transición energética que, en base a nuestra teoría de las derivadas, es una forma indirecta de tener exposición a la tendencia de inteligencia artificial, a valoraciones más atractivas. No coincido en que estemos en una burbuja como tal o como la del 2000. Sí hay empresas muy sobrevaloradas, pero no creo que sea algo sistémico.sobre el tema de las burbujas me abrió mucho los ojos este artículo:https://www.rankia.com/blog/etfs-pm/3523845-burbujas-que-nunca-explotaron♥♥♥