Feliz
05/06/04 22:41
Ha respondido al tema El ladrillo: frena o no frena el crecimiento económico.
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En España ha habido muchos condicionantes que han provocado la subida desmedida pero eso ya ha acabado.
1. Los tipos de interés ya no pueden bajar de manera sustancial, solo tienen recorrido al alza. El gobierno que sabe esto recomienda ahora las hipotecas a tipo fijo para evitar la morosidad que pondrá en peligro al sistema financiero.
2. La vivienda ya deja de ser interesante como inversión por los precios alcanzados.
3. La bolsa sube y tiene recorrido. De momento al año pasado ya subió un 30%
4. El sector de población del Baby Boom ya está prácticamente colocado por lo que la demanda de pisos será menor.
5. Se aprueban medidas que harán que el alquiler sea rentable para los propietarios y disminuirá la demanda de compra de pisos.
6. Se están construyendo pisos a un ritmo de 700.000 anuales cuando la necesidad real no llega ni a la mitad. Tanto interés en ganar por parte de los constructores hará que a corto plazo se inunde el mercado y a los precios actuales los posibles compradores no puedan comprar. El mercado de segunda mano tendrá que bajar los precios ya que los nuevos no podrán hacerlo.
7. Hace pocos meses entró en vigor la obligatoriedad a que las tasaciones se hiciesen en función del mantenimiento sostenido del piso en el tiempo a la vez que tiene en cuenta otros parámetros que evitan la especulación
¿En qué se fundamenta un temor tan persistente? Ni más ni menos que en el ciclo económico. Efectivamente, el sector inmobiliario, como el resto de sectores de la economía, está sujeto a los vaivenes cíclicos.
Los teóricos de las fluctuaciones económicas señalan, en este sentido, que el ciclo de la construcción se inscribe en un intervalo temporal de aproximadamente 20 años y, llegado el caso, sus consecuencias negativas rebajan el PIB nacional en varios puntos, conjuntamente con el hecho de que la desaceleración de los niveles de actividad acostumbra a ser de mayor magnitud y duración que el impacto que ocasionan los descensos del ciclo financiero, en particular en aquellas economías que, como en la española, éste es sector locomotora para el crecimiento económico.
Hoy por hoy, no es previsible que el tipo de interés explosione la burbuja inmobiliaria como consecuencia de desajustes financieros en los presupuestos de las familias. El peligro residiría también en cuál sea la trayectoria inmediata del ciclo de la construcción. Desde un punto de vista teórico, podría darse la posibilidad de un cambio de tendencia por el largo periodo de bonanza de que goza el sector. Desde un punto de vista práctico, por disminuir a corto plazo la entrada de capital fresco en el sector ante expectativas negativas respecto de los actuales niveles de rentabilidad, y también por cuanto la demanda de primera vivienda derivada del baby boom de comienzos de los años 70 no fuese compensada por las necesidades adicionales de la inmigración y por las que origina, en este contexto, la opción al divorcio.
En uno y en otro caso, el cambio de signo sería de naturaleza cíclica, algo, por otra parte, tan inherente como característico del sistema capitalista.
Alemania sufre todavía los efectos de la burbuja inmobiliaria de los años noventa El precio de los pisos está estancado y en las regiones del este cae
desde hace siete años Alemania tuvo su burbuja y aún sufre las consecuencias. A principios de los años noventa, el Estado favoreció las inversiones en casas y
pisos de la antigua RDA. Los precios subieron unos años, pero el sector no resistió. Desde entonces, ha quedado estancado. Y en las regiones del este incluso se observa una caída de precios.
El resultado fue una burbuja que acabó por estallar a mediados de la década pasada y cuyas consecuencias todavía hoy se dejan notar en el mercado. En contra de las previsiones, muchos alemanes de las regiones desindustrializadas del este se marcharon a otras partes del país.
Nadie ocupó muchas de las viviendas nuevas o renovadas. Y el precio del metro cuadrado no ha dejado de descender en los últimos años. Un