Hola Crash29,
Tienes razón en que hay una lluvia de problemas y para ver lo que está pasando ayuda mucho categorizar y analizar fechas y comparar con otros países.
Categoría I. Problemas económicos:
-Elevado paro o baja participación laboral
-Bajo consumo
-Falta de crecimiento
-Deflación
-Tipos de interés a cero
-Creciente desigualdad
-Morosidad bancaria
-Deshaucios
etc
Todos tienen su origen en la expansión de la burbuja de crédito y en la crisis del 2008, agravada en el 2010. Son problemas que han golpeado más a los países más débiles, pero son comunes a buena parte de Europa y Japón. Son las consecuencias de la llegada de una crisis económica que no se resuelve.
Categoría IIa. Problemas políticos a nivel de personas
- Falta de liderazgo. Es un problema común a muchos países, que se aprecia cuando los políticos no pueden dar respuesta a los problemas creados por la crisis económica. Zapatero y Rajoy son solo dos ejemplos, pero podemos incluir tranquilamente a Hollande, Obama y a todos los políticos europeos que desde 2010 han sido incapaces de cambiar la situación. Dado que son de todas las tendencias políticas, la política no tiene respuesta a la crisis económica.
- Corrupción. Ahí somos campeones. Desde 1977, pero especialmente desde 1982 hemos establecido un sistema en el que todo se ha puesto al servicio de los partidos políticos, incluyendo la justicia y el tribunal constitucional, y donde no se han establecido controles ni ética a la conducta de los políticos. Para que la naturaleza humana siga su curso solo hace falta que haya abundancia de dinero a repartir, cosa que ha ocurrido en dos periodos de nuestra historia reciente, a finales de los 80, principios de los 90, y en la segunda mitad de los 2000.
Categoría IIb. Problemas políticos a nivel de sistema
- Auge del radicalismo. Es la forma de manifestar el descontento social y es común a todos los países con problemas, tanto de Europa como del Norte de África. Partidos de la extrema derecha, extrema izquierda fundamentalistas y populistas encuentran un fértil caldo de cultivo en el que sus promesas de reforma enfrentadas a la crisis económica se convertirán en cumplimientos de empeoramiento a un alto precio.
-Auge del nacionalismo. Es común a todos los países con problemas. En realidad es otra forma de radicalismo en el que el descontento se dirige hacia el estado que engloba a la nacionalidad. Nuevamente las promesas de mejoría de los líderes nacionalistas se han de convertir en desilusión cuando enfrentados a la situación económica la realidad se torne en empeoramiento.
-Austeridad y recortes. Nos vienen impuestos a los países de Europa fuertemente endeudados y en crisis por nuestros acreedores como condición para seguirnos prestando. Son tremendamente impopulares, pero forma parte de la realidad del decrecimiento energético. En España el mayor recortador, Artur Mas, ha evitado la impopularidad encabezando el auge del nacionalismo catalán.
-Rescates bancarios. Aunque no nos lo hubieran impuesto, lo habríamos hecho de todas maneras, por el miedo a las consecuencias. Desde luego ha pasado por toda Europa y va a seguir pasando.
Seguro que hay más pero me canso.
Como podemos ver de todas nuestras catastróficas desdichas, la gran mayoría son comunes a otros países y por lo tanto de origen exógeno. En realidad provienen todas como consecuencias de la Gran Recesión, la que yo llamaría crisis crepuscular que tras 6 años (desde el otoño de 2008) no lleva visos de desaparecer. No está en nuestras manos solucionarla y quien diga que puede miente.
La única que es typical spanish es la corrupción. Curiosamente es de las que más nos preocupan, a pesar de ser la única solucionable y en vías de solución. A día de hoy serán pocas las corrupciones de envergadura que se estén produciendo, por la sencilla razón de que ya no hay dinero en abundancia para repartir. También porque la judicalización del problema y el encausamiento de los que se consideraban intocables no anima a nadie a embarcarse en corrupciones. Es el mismo proceso que ocurrió a mediados de los 90, por lo que ese problema ha dejado de serlo. Obviamente para que no se reprodujera habría que reformar el sistema, pero puesto que la prosperidad no va a volver, la corrupción a gran escala es poco probable que lo haga.
En realidad la corrupción se ha convertido en parte del panem et circensis hispano, que nos mantiene distraídos de lo que está pasando, no a nivel nacional sino a nivel mundial. La crisis crepuscular que erosionará nuestro nivel de vida y acabará con la clase media, y ningún iluminado populista o nacionalista podrá cambiar eso, aunque sí podrá aprovecharse de nuestra ingenuidad.
Un golpe militar no puede ocurrir en el vacío. Necesita del apoyo de una parte de la sociedad. Sin ese apoyo el golpe no puede prosperar como se vio en el golpe militar contra Gorbachov poco antes del colapso de la URSS. Bastó una persona enfrente de un tanque para detenerlo. En España el ejército no tiene ningún apoyo social por lo que no hay ninguna posibilidad de un golpe militar. Los militares tan solo se asegurarán de que a ellos no les falte.
Un saludo.