Lo que pasa, y creo que es lo que más ha indignado y sigue indignando, es que sin saber el estado de salud del perro, la primera decisión que se ha tomado ha sido aniquilarlo. Que vamos, que si el perro estaba sano, pues ala, ya lo han enviado al otro barrio.
Es cierto que cada día mueren miles de animales, personas, etc. pero una cosa no quita la otra.