https://www.expansion.com/economia/financial-times/2025/01/03/67780783468aeb59668b4597.html Financial Times. KATIE MARTIN. 3 ENE. 2025 - 20:21 Los inversores no tienen ninguna pista sobre qué hará el presidente Trump.Los movimientos del mercado tipo montaña rusa de los últimos días de 2024 nos recuerdan que los inversores vivirán peligrosamente este año.Las acciones y los bonos se tambalearon después de la última reunión del año de la Reserva Federal, asustados por la noción de que el banco central sea incapaz de seguir recortando los tipos (como se esperaba) debido a una inflación aún en ebullición.La clave no es que lo dijo el presidente de la Fed. Es lo que no dijo pero todo gestor de fondos sabe: cuando Donald Trump regrese a la Casa Blanca este mes, su agenda económica podría ser mala para el crecimiento, aumentar la inflación, o ambas cosas.Hasta ahora, por primera vez en muchos años, los inversores tienen lo que llaman un "riesgo de dos direcciones" con la política de la Fed que dirige el mercado de bonos y sostiene los precios de los activos globales. El banco central podría seguir recortando -la impresión es que ésta será la preferencia de Trump. Pero lo más probable es que empiece subiendo los tipos de nuevo en lugar de bajarlos.Las acciones no son fáciles de leer. El milagro es que el mercado estadounidense, con dos años de ganancias en torno al 20%, podría estar o no en un momento de endeudamiento. La parte positiva es que las compañías tecnológicas altamente valoradas merecen sus valoraciones debido a sus ganancias: "EEUU será quien dirija los mercados globales", afirma Niamh Brodie-Machura, co director de inversiones en acciones en Fidelity International. "Parece caro, pero hay una razón para ello".Algunos incluso aseguran que un nuevo paradigma impulsado por la inteligencia artificial hace que los aburridos ciclos del mercado sean una cosa del pasado. La parte pesimista es que la IA está sobrevalorada y tiene aún mucho que demostrar.Mi bola de cristal está en el taller y no sé cómo saldrá todo esto. Pero sí recuerdo 2022, un periodo que los gestores deberían olvidar. Los bonos y las acciones cayeron al mismo tiempo -casi un 20% anual- destruyendo la relación inversa que normalmente proporciona a los inversores una red de seguridad. El recorte de los tipos de interés es bueno para los bonos. La inflación y las subidas de los tipos no lo son. No es difícil imaginar que vuelva este escenario de pesadilla.Los inversores entrarán en este campo de riesgos para 2025 en una mejor forma de lo que estaban a principios de diciembre. Hace algunas semanas, el sondeo mensual entre gestores de fondos de Bank of America mostraba lo que se denomina "un sentimiento súper optimista". Señalaba que las buenas vibraciones -medidas por la distribución del dinero en metálico y las acciones, así como de las expectativas económicas- se habían intensificado a una velocidad máxima desde junio de 2020. Por suerte, el impacto de la nueva visión del mundo que tiene la Fed se ha llevado parte de la espuma.Al mismo tiempo, sin embargo, los mercados no tienen ni idea de lo que hará en realidad el presidente Trump. Los aranceles del 60% sobre las importaciones de China y del 20% del resto del mundo son plausibles. Del mismo modo, también lo son un conjunto de aranceles que son más simbólicos que impactantes. Las severas medidas sobre la inmigración ilegal podrían ir desde un pequeño número de deportaciones a detenciones masivas y una severa alteración del mercado de trabajo.Henry Neville, gestor de carteras en el grupo de fondos Man, escribió recientemente en su blog: "Puedo ver un escenario como en la década de los 70 con un nuevo despertar de unas presiones inflacionistas durmientes, no muertas. Tanto los mercados de bonos como de acciones temen que sea como en 2022. Pero, de igual modo, es concebible que tendremos un mercado bueno con Trump (desregulación, recortes fiscales, un gobierno eficaz, un acuerdo de paz en Ucrania) que un mercado malo (volatilidad, aranceles, restricciones del mercado laboral) y entonces podremos celebrarlo como en 1996." Neville se inclina hacia el pesimismo, pero los fuegos artificiales existen en cualquier caso.Trump es muy dado a realizar anuncios políticos en las redes sociales, algunas veces con un fuerte impacto en el mercado. Esta estrategia mantiene a los rivales y adversarios en desequilibrio, pero también desconcierta a los gestores de dinero e inyecta volatilidad en los precios de los activos. Los gestores de fondos saben lo que está por llegar y están mejor preparados para ignorar el ruido que durante el primer mandato de Trump. Pero no estoy tan seguro. Sus primeros meses en la Casa Blanca fueron la prueba -y ahora los inversores pueden saber con qué presidente van a tratar de verdad.La buena noticia es que, aunque los bonos se enfrentan a un peligro potencial debido a la inflación, las coberturas de las acciones son razonablemente baratas. El oro -un refugio en tiempos conflictivos- parece estar al alza en todas partes. Su incremento del 26% el año pasado superó al S&P 500. El think-tank OMFIF estima que el oro de las reservas oficiales está en camino de alcanzar el punto más alto desde 1965. Conclusión: los inversores más cautos podrían protegerse, aunque no lo necesitarán."Tenemos que ser humildes y pensar que no sabemos lo que va a pasar", afirma Peter Fitzgerald, jefe de inversiones de Aviva Investors en Londres. "La clave está en no confiarnos demasiado".Buena suerte.