El primer error de los inversores: Dejarse dominar por las emociones
Sobre todo en los momentos clave. Invertir se convierte en un puro comportamiento emocional. Además, resulta que la mente humana está programada para sobrevivir. Es nuestra herencia genética, y ello hace que nuestros pensamientos, nuestros impulsos, se ajusten a las tesis dominantes del momento.