Lo confieso, me he desindexado. Durante años, siempre prioricé los fondos indexados en la construcción de la cartera. El motivo, los fondos índice tienen las menores comisiones y a largo plazo sus retornos han demostrado ser mayores que la media de fondos de forma consistente. Y sigo creyendo en esa tesis, que nadie me malinterprete. De hecho los fondos índice globales son probablemente el mejor tipo de fondos para quienes empiezan a invertir, no solo porque son los más baratos sino porque también son típicamente los de menor volatilidad y los más diversificados pues lo compran todo ponderando por capitalización. Son convenientes para el principiante porque con ellos es difícil equivocarse.
El problema de la indexación es que si estás en una etapa de frenética transición tecnológica como la actual con los indexados no vas a capturar el movimiento con plenitud. Y eso es porque muchos de los ganadores no están cotizando en los índices o lo hacen en posiciones bajas mientras que los grandes perdedores en muchos casos copan los índices. Petroleras o bancos tradicionales serían un ejemplo, comprar un indexado es comprar todas esas empresas mientras que las que se están abriendo camino en sectores altamente disruptivos apenas estarán presentes en las fases iniciales de la transición. Aún con todo, los índices siguen siendo una buena opción pero en un escenario así si se es capaz de identificar sectores ganadores tiene más sentido posicionarse en ellos. Eso es algo que yo ya hice desde el principio con una pequeña parte de mi cartera pero que con el tiempo ha terminado por acapar casi el total de mi posición en renta variable al punto que actualmente tengo más del doble invertido en sectores que en fondos referenciados a índices globales.
El problema de la indexación es que si estás en una etapa de frenética transición tecnológica como la actual con los indexados no vas a capturar el movimiento con plenitud. Y eso es porque muchos de los ganadores no están cotizando en los índices o lo hacen en posiciones bajas mientras que los grandes perdedores en muchos casos copan los índices. Petroleras o bancos tradicionales serían un ejemplo, comprar un indexado es comprar todas esas empresas mientras que las que se están abriendo camino en sectores altamente disruptivos apenas estarán presentes en las fases iniciales de la transición. Aún con todo, los índices siguen siendo una buena opción pero en un escenario así si se es capaz de identificar sectores ganadores tiene más sentido posicionarse en ellos. Eso es algo que yo ya hice desde el principio con una pequeña parte de mi cartera pero que con el tiempo ha terminado por acapar casi el total de mi posición en renta variable al punto que actualmente tengo más del doble invertido en sectores que en fondos referenciados a índices globales.
Las oleadas de innovación
Vivimos inmersos en una transformación tecnológica constante y radical pero al no tener perspectiva por lo general no somos conscientes más cuando ya ha pasado. El problema de las oleadas de innovación tecnológica es que cada vez son más rápidas y más drásticas.
Comparto este croquis al que con el tiempo voy añadiendo temas para tener una visión macro global del avance tecnológico. Como veréis la subdivido en oleadas según su temporalidad. Así tenemos tecnologías de nivel o tier 0, las de nivel 1, 2, 3 y 4. Las tecnologías de cada nivel se pueden influir entre ellas, a veces bidireccionalmente en dinámicas de realimentación. También pueden influir a las tecnologías de niveles superiores ya más maduras y por supuesto pueden ser un eslabón necesario para el desarrollo de tecnologías de niveles inferiores. Son las sinergias ya que todas están entrelazadas entre sí.
Como veremos en cada oleada se resuelven uno o varios problemas fundamentales y hay tecnologías que dependen de que se desarrollen antes otras. En los globos azules he añadido subtecnologías disruptivas concretas que favorecen el despliegue del sector al que están adheridas. Algunas ya llevan tiempo desplegándose otras están por desplegar pero todas tienen en común su naturaleza disruptiva.
Me gustaría compartir con vosotros el marco mental, seguro que incompleto y con su dosis de subjetividad, sobre el que estoy basando mi inversión sectorial y abrir la discusión. Es un marco flexible abierto a ideas porqué lo que es seguro es que el futuro nos sorprenderá. Pero si atendemos a las pistas que nos da la tecnología presente podemos anticipar algunas cosas con suficiente tiempo como para posicionarnos.
El diagrama sirve de guía para posicionarnos sectorialmente y la idea es que debemos estar invertidos fuerte en el nivel 1 manteniendo posiciones en el nivel anterior (el 0) y empezando a colocar en un nivel posterior (el 2). Así, el nivel 3 quedaría aún fuera de nuestro alcance, por demasiado incipiente o porque aún no le ha llegado la hora de ser rentable. Del nivel 4 ya ni hablamos esa prolongación del cuadro es totalmente hipotética para una proyección de por donde podrían ir los tiros más a largo plazo. Lo cierto es que algunas de las megatecnologías del nivel 4 podrían no desarrollarse nunca y otras que ni imaginamos harán acto de presencia. Recordemos que nadie vio venir algo tan omnipresente como Internet.
Nivel 0 - Microelectrónica (la vieja revolución)
Este lo he considerado el momento en el que empieza todas estas oleadas de innovación asociadas a las tecnologías de la información. Empieza en los años 70 y continúa hasta nuestros días pero cualquiera diria que sus mejores días ya son cosa del pasado. Esta revolución puso potencia de cálculo en todos los hogares y en todas las empresas, universalizó el procesamiento de información y su almacenaje. Y esta revolución técnica permitió desarrollar ampliamente las tecnologías del nivel 1 que son aun más interesantes.
Claro que que sea una tecnología que lleva décadas en desarrollo no significa que no pueda dar sorpresas. Hay varias posibles disrupciones en el horizonte a tener en cuenta. La arquitectura ARM puede terminar por desbancar a las viejas arquitecturas que dominan en la computación de alto rendimiento. O puede que se incorporen soluciones más radicales como la arquitectura neuromórfica o nuevos nanomateriales tipo grafeno que permitan desatascar el límite de la velocidad de proceso. Subir tal vez en un orden de magnitud la velocidad de procesamiento y, por supuesto, la incipiente computación cuántica. Tecnología que a corto plazo está llamada a complementar la potencia bruta de las supercomputadoras actuales. Con la llegada de los límites de la Ley de Moore los procesadores multinúcleo llegarán tal vez a su límite con la tecnología vigente que diría que estará en CPUs de poco más de 100 núcleos por lo que alguna de esas disrupciones será necesaria para seguir avanzando. Sea como sea, esta revolución nos dio un mundo con abundancia de capacidad de cálculo
Nivel 1 - Digitalización, electrificación y automatización (la revolución actual)
En la revolución precedente se universalizó la capacidad de cálculo o de procesamiento, el ordenador personal llegó a los hogares pero la información aunque digital seguía teniendo que tener soporte físico. Se podía transportar la enciclopedia británica en unos pocos CDROMs sí, pero había que seguir transportándolos físicamente. Y es aquí donde la red, internet, lo cambia todo, porque universaliza la información. La banda ancha permite de forma definitiva que la información esté en todas partes a la vez, que transportarla sea inmediato. Esto nos lleva a un mundo de abundancia de información
Esta abundancia de información y de capacidad de cálculo combinadas posibilitará que la biotecnología pueda dispararse y engendre una disrupción del calibre de CRISPR que básicamente nos da acceso a la edición a la carta del genoma.
A su vez la propia microelectrónica permite mejorar las tecnologías renovables al punto de llegar al momento actual en el que ya son plenamente competitivas y se disponen a dominarlo todo. Nos hemos desecho de las limitaciones de cálculo y de las limitaciones de información y ahora viene una transformación absolutamente más radical, algo que nadie había pensado que pasaría tan pronto, nos desharemos de las limitaciones energéticas y entraremos en un nuevo mundo con abundancia de electricidad con todo lo que ello implica. Y tal y como se ve en el cuadro igual que la Microelectrónica fue un catalizador para muchísimas tecnologías que vinieron después las renovables serán una disrupción que catalizará montón de nuevas tecnologías emergentes.
Niveles 2 y 3 - Desalación, reciclaje, almacenamiento y movilidad eléctrica (las revoluciones que vienen)
La abundancia de energía no solo posibilitará producir hidrógeno verde tan de moda en los medios. También permitirá desarrollar tecnologías electrointensivas que hasta ahora no se contemplaban, explotar el potencial de la desalación marina y convertir esa abundancia energética en abundancia de agua dulce. A su vez y haciendo sinergia con la cada vez más eficiente tecnología LED surgirá una nueva agricultura industrializada en edificios, hidropónica, con un aprovechamiento del agua total, libre de pesticidas, producida localmente cerca de los puntos de consumo y con una productividad por hectárea varios múltiplos por encima de la agricultura tradicional ya que se hará en granjas verticales selladas del exterior y en el ambiente más óptimo para su crecimiento durante las 24h. A su vez, la desalación abrirá otra sinergia, la minería de salmueras, la capacidad de explotar un recurso prácticamente infinito como es el agua de mar para extraer elementos tan preciados como el Litio o el Magnesio muchos de ellos útiles precisamente para la fabricación de baterías.
La sinergia entre la abundancia energética y la mejora en la edición genética y el tratamiento de tejidos orgánicos permitirá también en tiempo no mucho mayor comercializar carne cultivada en laboratorio, cada vez con mejor textura y sabor hasta llegar a igualar en calidad a la carne de animal. No tardaremos tanto como se piensa en ver la paridad entre la hamburguesa sintética y la natural.
Así pues, uaremos cada vez menos tierra para producir alimentos y pasaremos a usarla más para producir energía.
Se avecinan décadas de transformaciones brutales espoleadas por la disrupción energética y biotecnológica. Aquellos inversores que se queden anclados en las "industrias que conocen" lo van a pasar mal. Porque lo conocido es lo viejo y es lo que será substituido por lo nuevo.
Conclusión
Es muy difícil por no decir imposible saber exactamente cuando explota cada una de las disrupciones que se vienen, algunas van a tener diversas fases de boom e incluso miniburbujas probablemente. Por ejemplo, yo estuve unos tres años acumulando participaciones del Solar ETF. Bajaba y compraba más, ¿el motivo? porque tras analizar el sector y la tecnología en concreto acabé convencido que iban a ser la fuente de energía más barata y que por tanto su potencia instalada se multiplicaría por 100 mínimo en tiempo récord. Una vez estamos convencidos de una disrupción lo único que hay que hacer es ganar posición en ella y sentarse a esperar. Antes de la cosecha hay que hacer buena siembra y tener paciencia.
Si se compra disrupción se compra para mantener con paciencia terminar haciendo múltiplos. Este año ha sido un ejemplo de como quien haya posicionado bien su cartera hacia la tecnología habrá sacado rentabilidades brutales. Mi parte de renta variable rinde este 2020 por encima del 50% gracias a mi progresivo abandono de los índices en favor del sesgo sectorial. Y tal y como lo veo, creo que seguiré sectorialmente sesgado durante por lo menos toda la presente década quizá por siempre. Si me preguntan ¿si esto es una burbuja? Burbujas las habrá por el camino casi con seguridad, y correcciones. Pero eso es irrelevante para quienes compramos innovación con tiempo. La megatendencia ya no engaña a nadie y eso no es una burbuja sino una curva en S como me he hartado de repetir en casi cada post que publico. No entiendo a los que dicen que el recorrido de la tecnología está agotado si esto no ha hecho más que empezar. La transformación está aquí y el que busque hacer pequeños trades tendenciales arañar migajas y salirse en seguida no está realmente invirtiendo en disrupción. Mi enfoque es buscar las tecnologías que creemos que lo van a petar en la próxima década y posicionarse a largo plazo, comprando más si hay bajadas, con convicción y vocación de permanencia buscando hacer múltiplos a largo plazo y con la comodidad de saber que si no quiere no tiene que pensar cuando vender, quizá no le haga falta vender nunca. Algo que no puede decirse de las estrategias que buscan rebotes en sectores obsoletos como el petrolero o el de la banca tradicional. Ese tipo de sectores que serán substituidos no los toco ni con un palo. Que vamos a largo plazo.
Y esta es una estrategia que además encaja perfecto con las carteras pasivas. Ya que puede complementar una cartera de fondos índice en buy&hold con rebalanceos pues no requiere tampoco operativa frecuente. Simplemente se trata de sesgar sectorialmente. Poner ese turbo a la parte de RV de nuestra cartera y no empezar a vender sectores hasta no tener buenos múltiplos. hasta entonces cuando toque vender RV por rebalanceo se retira siempre de los indexados con lo que con el tiempo la cartera nos irá quedando cada vez más sesgada a los sectores, más acelerada si se quiere sí, pero en consonancia con la aceleración tecnológica.