Desde el 2010 viene produciéndose una situación en Europa que ha puesto en peligro no solo a la propia moneda del Euro sino de hecho a la Unión Europea en sí. El euroescepticismo se ha incrementado y muchos ya postulan la salida del Euro como solución a muchos de los problemas que aquejan a las economías periféricas.
A todo ello hay que sumar problemas que ya se arrastraban pero que ahora sumados a la crisis crediticia agravan el problema. Hablamos de la falta de democracia interna de la propia Unión. De la fuerte heterogeneidad en sus diferentes regiones que apenas sí ha sido compensada por las políticas de cohesión. De la falta de unidad en temas básicos como la política exterior o la fiscalidad. De la deslocalización de empresas hacia los países miembros de nueva incorporación y hacia países asiáticos. De la inmigración creciente y de un paro que se ha hecho endémico son. En algunas regiones estos problemas se han convertido en el caldo de cultivo para nuevas corrientes y partidos de extrema derecha cerrados en su radicalismo que amenazan con desestabilizar aún más a la Unión.
Y por si fuera poco lo que ya teníamos llegaron los especuladores. Sabedores de la falta de unidad real de la UE, aunque el nombre diga lo contrario, decidieron apostar no solo contra el euro sino contra la Unión en sí misma. Y pudieron hacerlo porque tenían a su disposición adecuados instrumentos de tortura financiera, se llamaban CDS (Credit Default Swaps), también conocidos como seguros de impago de deuda. De estos, los naked (desnudos) CDS han sido los más dañinos. Este tipo de CDSs se pueden comprar y vender sin necesidad de poseer la emisión de la deuda cuyo capital garantizan. Es como si alguien pudiera asegurarse contra el incendio de la casa del vecino. Si la casa se quema el especulador ganaría dinero de la desgracia ajena. ¿Parece una estupidez hacer algo así no? Pues eso es exactamente lo que lleva sucediendo todo este tiempo sin que nadie sepa ya poner coto a esa locura sin poner en peligro todo el sistema. Porque el mercado de los CDS se ha comido ya al propio mercado de bonos distorsionando su funcionamiento tal y como veremos.
(Más información sobre los CDS en: http://www.elblogsalmon.com/mercados-financieros/como-un-monstruo-a-lo-frankenstein-los-engendros-financieros-de-los-cds-estan-fuera-de-control)
Ante esta situación se habría esperado que el euro alcanzara la paridad con el dólar tal y como muchos auguraban a principios de 2010, sin embargo, los EEUU han manifestado serios problemas de crédito debido a su elevada deuda pública. Se podría decir que ambas monedas son enfermos terminales sobre los que nadie sabe quien va a morir primero y de ahí la elevada volatilidad reciente en los cruces de divisa Eurodólar. El dinero busca refugio y ese refugio, en el estado actual de las cosas, no puede ser ni el Euro ni el Dólar.
El Bund alemán como valor refugio
Varios han sido los activos refugio tradicionales. El oro y en menor medida la plata por lo que respecta a las materias primas. Tanto es así, que el oro a pesar de haber perdido hace muchas décadas la categoría de patrón monetario se está convirtiendo en una moneda en toda regla. Una especie de divisa mundial no oficial. (http://www.bloomberg.com/news/2011-08-19/gold-climbs-to-record-set-for-best-weekly-run-since-2007-on-haven-demand.html)
Por lo que respecta a las divisas refugio, tradicionalmente lo fue el dólar, el marco y el franco suizo. El dólar, además, fue durante mucho tiempo divisa mundial, no en vano es el actual patrón monetario. Pero ni siquiera ese privilegio la salva hoy día de la quema. Hay serias dudas sobre la economía estadounidense y la capacidad de pagar su deuda en un futuro cercano por lo que su divisa ya no es un refugio válido. El marco hace tiempo que desapareció y se integró en el Euro. La moneda única al principio de la crisis sí actuó como valor refugio frente al dólar (recordemos que ésta empezó en los EEUU) pero en esa segunda fase que fue la crisis crediticia de los países periféricos, el euro sucumbió. Solo el Franco Suizo es divisa refugio no dejando de revalorizarse desde el 2010 año en que empezaron a torcerse las cosas en la eurozona.
Y, finalmente, a falta del marco alemán tenemos, el Bund que, para quien no lo sepa, es la denominación usual que reciben las emisiones de deuda por parte del estado alemán. Y es que, en caso de rotura del euro dichos bonos serían una garantía de solidez mientras que con un euro roto nadie querría tener, bonos portugueses, griegos o españoles pues le serían pagados en una divisa que se depreciaría a marchas forzadas. El hecho, es que cuanto mas se tensiona la deuda mas probable es la quiebra. El incremento de la probabilidad de mora, a su vez, incrementa el coste de financiación de la deuda para esos países (Entre los que nos encontramos nosotros). Es un sistema de retroalimentación en el que, si no hay intervención fuerte desemboca irremediablemente en la destrucción de la moneda y con ella de la UE. Ocurre que la economía basada en el sistema de libre mercado, improvisado y desregulado, es en sí misma un proceso no lineal o complejo que conlleva numerosos fenómenos que se amplifican a sí mismos. Lo son las burbujas (fases expansivas) o los cracks (fases contractivas).
Y esa retroalimentación la observamos también en la crisis de deuda ya que en la medida que el coste de financiación aumenta, aumenta la probabilidad de impago del país lo que a su vez hace aumentar el coste de financiación y vuelta a empezar. Esa es una dinámica propia de los sistemas no lineales. Lo malo de estas dinámicas es que si no se actúa con prontitud luego es mucho más difícil resolver el problema o incluso puede llegar a ser imposible si se ha traspasado cierto valor umbral. Lo triste es que se pudo hacer. Se pudo crear el Eurobono cuando los tipos de los diferentes bonos estaban muy cercanos o se pudo haber actuado con decisión desde el primer amago de especulación contra un país de la eurozona. Pero la pasividad cómplice de Alemania especialmente hizo que la avalancha pudiera desarrollarse durante meses. Soy incapaz de saber si ya es demasiado tarde pero lo que es seguro es que la situación actual es ya mucho peor que la inicial y puede seguir agravándose.
Podemos observar el gráfico comparativo entre el Bund y los tipos de interés del BCE a un año.
Lo que vemos es que ya en los inicios de la crisis de 2007 los intereses que daba el bund bajaron. (Comentar que, en el caso de la renta fija, los intereses que dan los bonos varían inversamente a como varía el precio del bono. Si el precio sube porque hay mucha demanda, dinero buscando refugio el interés baja por lo que al país le sale más barato financiarse)
Luego cuando estalló la crisis no solo en EEUU sino también en toda Europa el Bund volvió a ajustarse a la curva de tipos. Se volvería a desviar durante la primera mitad de 2010 cuando estalló el primer episodio de crisis crediticia europea. Se puede ver claramente el valle y ha vuelto a desviarse mucho más recientemente en este segundo episodio ocurrido en pleno 2011. Empezamos a apreciar cierta dinámica perversa. Ya no solo son los CDS en manos de tiburones especuladores o de grandes hedge funds agresivos sino que los mismos estados de la Unión pueden tener intereses los unos contra los otros. Alemania, al poderse financiar más barato de lo que debería ha podido dopar aun más su crecimiento por si su aumento de exportación a China no era ya suficiente beneficio.
10yr Bund vs Obligaciones a 10 años
Veamos ahora el siguiente gráfico:
Lo que vemos es la comparativa entre nuestro bono a 10 años y el alemán. Vemos como hasta 2010 el ajuste entre ambos era total. Sin embargo a partir de 2010 a Alemania le ha venido muy bien mientras que a nosotros fatal. Ellos andan financiándose a dos años al 2% nosotros al 5% y porque el BCE ha intervenido en el último momento que sino seguro que ya andaríamos bordeando el 7%. Si nos fijamos en el hecho de que el euribor a 12 meses está al 2% nos daremos cuenta de cuan beneficiada ha salido Alemania en esta ecuación perversa. En condiciones normales Alemánia debería tener un coste bastante más elevado. En el entorno del 4% quizá algo menos. Queda claro que a Alemania no solo no le conviene el Eurobono sino que, de hecho, la situación de precariedad crediticia le va de maravilla.
(Obsérvese la influencia de la intervención del BCE a última hora. De no haberse producido ya rondaríamos tipos a 10 años por encima del en torno al 7%)
Podéis echar un vistazo también al gráfico de los tipos antes de la entrada en la zona euro durante el periodo expansivo en la eurozona y después del crack. De haber tenido eurobonos nada de esto estaría ocurriendo. Tendríamos otros problemas, que duda cabe, pero este seguro que no. Es un problema fruto de la propia dinámica perversa del sistema en donde unos ganan otros pierden, ¿suma cero? No, suma negativa, el dilema del prisionero una vez más nos da la lección, porque cooperando se gana más que compitiendo.
Pero no nos confundamos por eso. A Alemania no le interesa lo más mínimo que los países periféricos caigan y acaben saliendo del Euro. Las consecuencias serían terribles para todos pero ellos perderían a grandes compradores y no solo eso sino que gran parte de su deuda la poseen sus bancos. El follón en sus tierras sería mayúsculo. Sin embargo en la precariedad se mueven como pez en el agua. Porque cuanto más miedo tenga el inversor mejor pagados estarán sus bonos por lo que, una cierta desconfianza de la deuda periférica no le va nada mal.
Dominando Europa a través de la crisis
Dicen que lo que no lograron durante la IIGM, dominar Europa, pueden hacerlo ahora mediante la guerra económica. Alemania no ha provocado la crisis de la deuda. Es cierto. Pero una vez en marcha no solo no han tomado las medidas para aminorarla sino que se han beneficiado descaradamente a la vez que acusaban al resto de ser los “holgazanes del sur”. Me refiero a los llamados PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España). Bajo la acusación de que en nuestros países de Sol y playa no se trabaja nada, que vivimos de la jarana y la siesta se ha otorgado toda la responsabilidad sobre nuestras sociedades.
La tragedia es que, de hecho, y las estadísticas así lo atestiguan, nuestras jornadas laborales medias son maratonianas. Trabajar más horas ya no se puede. Y jubilarse más tarde. Pero cómo si las empresas se deshacen de los trabajadores a los 50. Si el problema es llegar siquiera a los 60 con un puesto de trabajo. Pero claro. La reducción del gasto público ha sido la consigna bajo la cual Alemánia ha dejado pudrir la situación de los países periféricos.
Y lo cierto es que la jugada no les está saliendo mal porque al final siempre pueden acudir con los franceses para ir de bomberos a apagar el fuego heroicamente a condición de que accedamos al chantaje. ¿Se imaginan unos bomberos que, dejando que nos quemáramos un buen rato, nos dijeran que nos sacan de las llamas solo si nos ponemos a partir de ese momento a su servicio? Pues eso es lo que está ocurriendo.
No creo que nada de esto haya sido la obra malévola de una Alemania con ansias de dominio. No se me malinterprete, simplemente afirmo que ante lo que iba sucediendo Alemania ha optado por una pasividad cómplice y exigiendo hipócritamente que sean las víctimas de esta dinámica los que paguen los platos rotos mientras ellos se han ido beneficiando de la desgracia de los demás.
El eje franco alemán se sabe fuerte y puede que no pudiendo ni queriendo salvar el espíritu de la UE como unión de iguales quieran unir bajo otro tipo de espíritu a esos países. El de la dominación y el obligado cumplimiento de unos criterios (les llaman directivas) que ponen ellos sin que nadie les elija para ello. Criterios que ellos siempre pueden saltarse llegado el caso. Porque las normas son siempre para los demás. Pondrán a Van Rompuy pero todos sabemos que solo es una marioneta. En Europa ya sabemos quien manda y nos lo van a demostrar si no hacemos algo para remediarlo. Por desgracia nuestros sistemas políticos son extremadamente vulnerables al chantaje económico como acabamos de ver por lo que el desafío económico de salirse de la ortodoxia exige también un desafío en el terreno de la gestión política no solo por la valentía necesaria sino porque nos dominan a través de nuestros líderes. Sin líderes los pueblos se tornarían indomables. O ¿acaso han conseguido que paguen la deuda los islandeses? Que se vayan olvidando. Por ello cabe exigir también que cambie el sistema de gobierno, que los ciudadanos tomemos las riendas realmente de nuestro destino. Porque estamos preparados para asumir esa responsabilidad.