Hay quienes quieren pensar que usando patrón oro podrán moverse a un commodity money, pues creen que así se protege el valor de los inversionistas. Esto parece ser simplemente otra de esas ideologías de exhuberancia alcista como tantas que ha habido en la historia.
La crisis de 1929 y 2008
En 1929 la crisis vino porque la gente suponía que las acciones de Wall Street siempre iban a subir, y pidieron mucho dinero prestado para comprar acciones que luego no pudieron pagar. Luego vino una crisis financiera a raíz de esto y luego una crisis económica que se contagió al mundo.
En 2008 la crisis vino porque la gente suponía que las casas siempre iban a subir, y pidieron mucho dinero prestado para comprar casas que luego no pudieron pagar. Luego vino una crisis financiera a raíz de esto y luego una crisis económica que se contagió al mundo. Pensaban que no hay nada más seguro que las casas, porque aunque el deudor huya, la casa permanece y sube de valor. Y pensaban que el valor de una casa no puede bajar.
¿Puede algo subir de precio indefinidamente?
La exhuberancia alcista viene al ver que algo sube de precio por mucho tiempo, y creerse que va a seguir subiendo. Es tan absurdo como pensar que si has ido subiendo tu calificación en los exámenes, si dejas de estudiar en el siguiente, por simple tendencia estadística sacarás una nota al alza aun que no estudies. La exhuberancia alcista viene a ser esta idea de que algo siempre sube de precio.
Ahora hay quienes suponen que el oro, al igual que las casas, puede proteger a inversionistas, y sólo falta que haya quienes pidan mucho dinero prestado para comprar oro que luego no podrán pagar, para que tengamos la próxima crisis.
Las subidas de precio en las burbujas vienen porque la gente compra porque los precios suben (y no porque necesiten y/o usen lo comprado, ni tampoco por una reducción en la oferta), y los precios suben porque la gente compra. Esta es la receta para determinar si hay o no burbuja.
El precio y la percepción
Los creadores de burbujas venden la idea de que el precio es el resultado de un valor percibido. En el corto plazo así es, pero no en el largo plazo, pues en el largo plazo es el resultado de la utilidad.
Por ejemplo, un vendedor tiene unos zapatos ordinarios de 50 euros, pero te dice que esos zapatos pertenecieron a no se cuál rey o estrella de cine (lo cuál no es cierto), y que con el tiempo esos zapatos valdrán millones, y que te los vende a sólo 100 euros porque está en situación desesperada y te los vende baratos porque actualmente valen cerca de 1000 euros. Allí el vendedor cambió tu percepción, y con ello el precio, y con la idea que te dió, creó una exhuberancia alcista, se aprovecha de tu avaricia, y piensas aprovechar la ganga y que podrás vender esos zapatos a al menos 1000 euros y sacar una ganancia de 900 euros. Te llevarás una sorpresa cuando veas que tu valor percibido no era el valor dado por la utilidad del artículo.
Emociones distorsionan precios
Las crisis son momentos donde la gente pierde su exhuberancia alcista y la gente recupera un poco su sentido del precio basado en la utilidad en términos de no pagar caprichos. Actualmente no pagarías 1000 euros por unos zapatos sólo porque te digan que vas a estar a la moda. La distorsión de precios que ocasiona la moda importa poco en tiempos de escasez.
Erróneamente a esa recuperación del sentido del precio basado en la utilidad se le llama "corrección". El problema de la supuesta corrección especulativa es que si bien la exhuberancia alcista empuja los precios por encima de su utilidad, la exhuberancia bajista empuja los precios por debajo, de modo que la especulación distorsiona los precios de mercado sobre la base de emociones.
Así, las crisis funcionan a partir de la distorsión emocional de los precios.
La educación emocional de los hombres
Aunque solemos atribuir el carácter emocional a las mujeres, y nos atribuimos a los hombres un carácter más racional, eso es meramente una creencia, un mito. A los hombres no nos entrenan para manejar nuestras emociones, nos entrenban para reprimirlas, negarlas, pero allí están. La violencia machista no es racional, la discriminación salarial que sufren las mujeres no es racional, y es bastante común.
A las niñas les dan muñecas y desarrollan un vínculo afectivo con el juguete al que deben proteger, expresar amor, cuidar y dar cariño, mientras que a nosotros nos dan un muñeco grandulón cuyo contacto físico es mediante las peleas con otros muñecos grandulones. Precisamente la dificultad que tenemos los hombres para comunicarnos con las mujeres vienen de nuestra discapacidad emocional. A los hombres nos enseñaron a no llorar, y si no podemos, debemos aguantarnos en lugar de pedir ayuda.
La única forma de expresión de emociones socialmente aceptada para el hombre es la ira. Si tenemos miedo nos enojamos, si nos sentimos tristes nos enojamos. Nos enojamos porque ponemos una máscara para no mostrarnos débiles ante otros. No conocemos nuestras emociones, y eso hace que seamos fácilmente manipulables, más fácilmente manipulables que a las mujeres. Somos como un novato que no sabe nada de autos, al que le suben a un Fórmula 1, lo lógico es estrellarse. Y cuando los precios dependen de las emociones de los hombres (que no sabemso manejar), ¿que ocurre?
Quizás sea necesario fortalecer la educación emocional de los niños varones para que sea más difícil manipularles. Mientras tanto, los hombres somos susceptibles de ser parte de esa masa manipulable, porque no sabemos manejar nuestras emociones, así que otros las manejan por nosotros.
La emoción de la exuberancia alcista y el pensamieto crítico
Los precios de commodities suben y bajan, lo bursátil sube y baja, las monedas suben y bajan dependiendo del tipo de cambio. Si alguien quiere proteger el valor de lo que tiene, tendrá que saltar de una cosa a otra, porque no existe commodity que suba permanentemente, ni tampoco lo bursátil, ni tampoco las monedas. Por eso usar oro como dinero no viene a resolver ni a mejorar absolutamente nada. No será como que cambias todo tu dinero a oro y te vas por varios años y necesariamente tu oro mantiene su valor.
La exhuberancia alcista es una creencia optimista que empuja fanatismo, sumada a una emoción que nubla el juicio y el pensamiento crítico, y empuja malas decisiones y crisis. El fundamentalismo emocional en materia de dinero conduce a la ruina. De allí la importancia de comprender nuestras emociones, de no renunciar al pensamiento crítico, de no adoptar ideologías ni pensamiento predigerido.