Anuncia un banco el apocalipsis zombie, la estanflación. Te invitan a entrar en pánico, venderles todo barato. No te dicen cómo puedes combatir la crisis. No quieren.
Si te dijeran un día cualquiera "dame todo tu dinero" tú seguramente dirías "no" y le mirarás con extrañeza. Pero si te dicen "se acaba el mundo, dame todo tu dinero y sálvate", si eres muy emocional, seguramente obedecerás, y encima le agradecerás el consejo. Por eso es que anuncian la crisis, pero no quieren decirte qué hacer contra la crisis. Los políticos tampoco te lo dicen, quizás porque no lo saben o porque quieren que al terminar la crisis ellos se lleven los aplausos.
Si otros no quieren decirte como pelear contra la crisis, yo sí te lo voy a decir.
Si te dijeran un día cualquiera "dame todo tu dinero" tú seguramente dirías "no" y le mirarás con extrañeza. Pero si te dicen "se acaba el mundo, dame todo tu dinero y sálvate", si eres muy emocional, seguramente obedecerás, y encima le agradecerás el consejo. Por eso es que anuncian la crisis, pero no quieren decirte qué hacer contra la crisis. Los políticos tampoco te lo dicen, quizás porque no lo saben o porque quieren que al terminar la crisis ellos se lleven los aplausos.
Si otros no quieren decirte como pelear contra la crisis, yo sí te lo voy a decir.
Pelear contra la inflación
Lo primero es salvarte tú, porque si vas a ayudar, no puedes ser una víctima. Ya practicaste con la pandemia. Fue como prepararte para meterte en un submarino por meses con las provisiones para sobrevivir. Con la inflación te aprovisionas para ese invierno nuclear de la inflación al inicio cuando todavía es barato y cuando nadie siente la crisis, y así no compites contra otros que necesitan comprar.
Lo otro es que habrá personas a las que no les alcance conla inflación. Normalmente la gente que necesita ayuda no anda pidiendo. Si vas a ayudar debes andar con los ojos abiertos. La gente más pedigúeña generalmente es parásita.
Al ayudar puedes escoger. O ayudas muy poco a muchos, o ayudas mucho a muy pocos. Yo prefiero lo segundo, porque así haces la diferencia. Todo el dinero de inflación que te ahorraste ahora puede servir para ayudar a otros.
No ayudes esperando gratitud, porque eso puede atraer a vividores. Normalmente ayudas de manera sorpresiva. Eso sí, debes detectar la necesidad real. No debes dar pensando en tus necesidades, sino en las de los demás.
Por ejemplo. Luego de un incendio en una casa, la gente necesita comer, porque no tendrán comida ni nada para cocinar. Hay quienes creen que la prédica ayuda, especialmente cuando le dicen a la víctima del incendio "es un castigo divino, arrepiéntete". Eso no ayuda. Les regalas una bolsa de arroz, pero no tienen cocina ni ollas para cocinar porque se ha quemado. Eso no ayuda. Si hay niños, y tu niñez fue pobre, puedes creer que regalar un libro de colorear ayuda, pero no, es que en el incendio se les ha quemado los lápices de color a los niños de esa casa y no van a poder colorear. Es así que no debes confundir tus necesidades con las de otros.
Por ejemplo. Sabes que una persona tiene una enfermedad y no puede pagar la cura o la enfermedad no tiene cura. Y no tienes suficiente dinero para ayudar. Sabes que hay pruebas clínicas experimentales de curas, y sabes que son inseguras, pero igual esa persona va camino de morirse. Entonces le das este enlace del gobierno de los EEUU para matricularse en pruebas cñinicas, donde puedes buscar por país. Los peligros de ser sujeto de experimentos para curas no es algo para recomendar a cualquiera, por el riesgo de toxicidad, pero en una situación desesperada, es una opción.
Entonces si vas a ayudar, no se trata de extender una mano generosa solamente. Necesitas identificar la necesidad, y solventar la necesidad. Si no atiendes necesidades concretas, desperdicias recursos que podrían ayudar a otros.
Hay ocasiones donde una persona te cuenta sus problemas, y no sabes cómo ayudarle. A veces las personas sólo necesitan de alguien que les escuche. No necesitaste dar dinero, sólo tu tiempo.
Con la inflación la necesidad vendrá de que a alguien no le alcanzará el dinero. A partir de allí deberás identificar la necesidad específica si vas a ayudar de manera efectiva. Puede haber muchas otras complicaciones, y por eso es que necesitas identificar las necesidades más apremiantes para dar soluciones específicas.
Pelear contra la deflación/recesión/depresión
El problema de la deflación/recesión/depresión es el desempleo y la pérdida de clientes.
Una empresa debería ayudar a sus clientes. Si sus clientes son personas, como en el caso de subscriptores de servicios, por ejemplo, establecer alianzas para facilitar a los clientes que encuentren empleo. Si el cliente es una empresa, ayúdale a que a los clientes de esa empresa les vaya bien. Proteger a los clientes en tiempos de recesión es luchar activamente contra la crisis.
Otra cosa que puedes hacer es identificar microempresas que quieres salvar. Se un cliente, ayúdale comprando. Ayúdale anunciando en tus redes sociales para que otros se enteren y sean clientes, ayúdale al emprendedor a tener clientes.
Un emprendedor a veces fracasa porque debe ser todo a la vez el que crea lo pactado, contador, y vendedor. Si puedes ayudarle con las capacidades técnicas en esas 3 áreas, le ayudas mucho. Si puedes ayudarle a tener los mejores proveedores, eso auda también.
Esto contrasta con la filosofía convencional que dice que durante la crisis debes tirar a la tripulación por la borda.
Unir fuerzas
En otros tiempos esperarías que el gobierno haga su parte para sacar al país adelante, ya sea porque necesitará votos o porque los políticos son responsables. Pero eso se acabó. Hoy los políticos sirven a élites internacionales.
Eso significa que debes aliarte y organizarte con tus vecinos y amigos para luchar contra la crisis. Primero hacerles entender que sí pueden hacer algo, y lo segundo es enseñarles qué hacer.
En la Gran Depresión de 1929, cuando un granjero en los EEUU perdía su finca porque no podía pagar, los vecinos se organizaban, asistían a la subasta, no dejaban que terceros se metieran a la subasta, y compraban la finca y se la devolvían al granjero. Ellos pelearon contra la crisis.
Contra la crisis morirás peleando y no de rodillas deprimido. Cada poco de energía que tengas, debe motivarte a pelear contra la crisis. En ese campo de batalla verás muchas cosas, pero o peleas o te rindes. Sólo tienes dos opciones.
Te hicieron creer que no puedes hacer nada contra la crisis. Pero no es cierto, hay opciones para combatir la crisis. Lo que no debes hacer es ayudarle al que crea, se beneficia, o se hace de la vista gorda ante la crisis.
¿Y si no tienes dinero para ayudar? Tienes tiempo. Conviértete en un agente que devuelva a otros la fe en la humanidad, no para obtener reconocimiento, sino porque uno de los peores efectos de una crisis es que genera tristeza y depresión en la gente, porque así como una crisis puede sacar la compasión del corazón, a veces a saca también lo peor de algunas personas que hacen daño y toman ventaja de otros, y los que han sufrido esto habrán perdido la fe en la humanidad. No necesitas adoptar a alguien que ha sufrido, lo que necesitas es mostrarles lo bueno que ocurre en el mundo, y si es posible, involucrarles para que ayuden a hacer de este un mundo mejor.
Una vez caminaba por el centro de la ciudad y un indigente tenía un vaso de café. Lo colocó mal y se volcó y se derramó. Un café es barato pero para el indigente era irremplazable y costaba una fortuna. Fui a un restaurante cercano y pedí el café más grande que tuvieran y se lo llevé. Y luego de sollozar por el café derramado, me miró sorprendido cuando le di el café. Le dije que se mueva despacio para que no derrame este. Y me fui. ¿Cómo crees que se sintió? A veces devolver la fe en la humanidad no requiere de adoptar a alguien, sino que puede estar en cosas más pequeñas pero significativas.
Una vez caminaba por la ciudad y veo a una mujer indigente sacando un coco de un basurero. Hurgaba el interior con el dedo para comer su interior y supe que tenía hambre. Le pregunté que desearía comer y me apuntó al restaurante donde vendían pollo. Como andaba maloliente y harapienta, le dije que me esperara en la entrada. Entré, hice el pedido, me lo dieron y yo salí y se lo di. Cuando le di la comida se quedó viendo como diciendo "¿qué he hecho yo para merecer esto?". Ese microgesto fue mi paga.
Andaba por el parque y pasé cerca de donde estaban los indigentes y había una indigente que no estaba sucia. Tenía una bolsa plástica con comida. Le pregunté si quería comer y me dijo que si. Le compré lo que pidió y le di la comida. Ella se sentó en el parque y yo de pie a cierta distancia para que nadie le quitara la comida. Ella contaba que quedó embarazada y la echaron de su casa, y la bolsita de comida ya estaba amarga. Botamos esa bolsa y esa sabrosa comida fue lo que ella comió. Me fui a casa un poco triste porque no pude ayudar más.
Mi amiga María se quedó sin empleo. Tiene una niña. Ella empezó a vender comida hecha en casa y para ayudarle. Aparté un presupuesto mensual para comprarle, y también le entregué una caja con víveres. Ella es orgullosa y no quería sentirse como mendiga. Yo le dije que imagine que era un bono de la empresa en que trabajaba, por su excelente trabajo.
Hace años un activista era una persona que buscaba hacer este mundo mejor, atacando las necesidades y la infelicidad de la gente. La política hizo que se llamara activista a una persona que reparte odio y matonismo bajo la excusa de combatir el odio. Alejate de la gente mala, no te amargues por ellos, porque ellos no tienen paz en su corazón. Cuando tienes paz sabes distinguir entre el bien y el mal, y escuchas esa voz interior sabia que te dice qué hacer.
Los poderosos quieren hacerte creer que la economía es sobre dinero y recursos. Pero no, igual que en una guerra, es acerca de personas. Y es la suma de todo lo que las personas hacen, lo que hace la diferencia en la batalla.
Si te dicen a los soldados que no hay nada que hacer, y te rindes, evidentemente quedarás a la deriva. Pero cuando los soldados pelean, se siente la diferencia. Que no te hagan sentir a merced de la economía, que en la batalla, la economía eres tú, y todos los que están a tu lado. Si logras reunir a un ejército suficientemente grande de personas que combaten la crisis, puedes hacer más de lo que puede una mala política de gobierno o una crisis internacional. Y eso no se lo esperan.
En este post te he dado el mapa de batalla y te he mostrado tus armas económicas contra la crisis. En una batalla naval no se tira a los marineros por la borda como hacen algunas empresas. No se envía soldados al matadero porque vamos perdiendo. No. O salvas el barco o el barco se hunde.
Y por todos los cielos, que por el amor que tienes hacia tu familia, o hacia tu comunidad, o hacia la patria, y hacia tí mismo, no vas a dejar que una crisis causada por una élite que no conoces, te arruine la vida y te haga odiar a aquellos que esa élite que trajo crisis, quiere que odies..No. Tu destino y el de los tuyos, con las herramientas que te he dado, ahora es tuyo,
La economía no es dinero, ni recursos. Eres tú. Por eso la economía estudia al ser humano y la manera en que maneja sus recursos, no estudia ni al dinero ni los recursos. Y ese es el poder que nadie te ha dicho que tienes.
La crisis es un invasor económico en un país sin ejército, porque los políticos capitularon y se rindieron. Y tu y tus vecinos deben luchar metro a metro contra el invasor inclemente y despiadado de la crisis.
Si quieren resetear el mundo, que lo hagan, pueden hacer daño, pero nunca lograrán derrotarte.
