La estanflación, como su propio nombre indica, es la situación que vive una economía que, de manera simultánea, sufre un periodo de nulo crecimiento o estancamiento económico y elevada inflación.
El término estanflación surge de la combinación de los términos "estancamiento" e "inflación".
Por tanto, cuando un país sufre la estanflación, lo que ocurre es que la economía del país se ha estancado, materializándose el estancamiento con la medición de un PIB que no crece, y, de manera simultánea, es decir, a la vez, se produce un encarecimiento del coste de vida, o lo que es lo mismo, inflación.
Esta situación es muy preocupante. Cuando una economía sufre la estanflación la ciudadanía no solo se empobrece por los efectos del estancamiento económico, sino que, además, la inflación con la que convive este estancamiento hace que dicho empobrecimiento se acentúe todavía más.
Por esta razón, hablamos de un fenómeno muy peligroso, pues es muy difícil salir de una estanflación. Ya que, como veremos más adelante, combatir una situación de estanflación no es una tarea fácil.
Y es que debemos señalar que ni el mismísimo John Maynard Keynes, el economista más influyente del siglo XX, fue capaz de prever un escenario en el que estos dos fenómenos pudieran darse de manera simultánea.
¿Cómo se produce una situación de estanflación?
Podemos decir que una economía se encuentra ante un escenario de estanflación cuando esta, tras dos trimestres consecutivos, registra crecimientos negativos en su PIB, y a su vez, los índices que registran los precios sufren subidas que nos indican la existencia de inflación.
En este momento, tras registrar una recesión técnica y observarse inflación en la economía, podemos decir que estamos ante una situación de estanflación.
Pues, técnicamente y como su propio nombre indica, se produce una situación en la que la economía no crece, se muestra estancada, y los precios suben, con una inflación que ataca al poder adquisitivo de los agentes económicos.
Consecuencias de la estanflación
En línea con lo expuesto anteriormente, conviene señalar algunas de las consecuencias que tiene una estanflación en la economía y los agentes económicos que en esta participan.
Con todo, antes de continuar, debemos señalar que las consecuencias de la estanflación son las propias consecuencias que, ya de por sí, tienen la inflación y el estancamiento económico por separado, como fenómenos independientes, pero con la particularidad de que hablamos de una situación en la que estos dos fenómenos se dan de manera simultánea, por lo que los efectos son devastadores.
Dicho lo anterior, entre las principales consecuencias que tiene la estanflación, conviene señalar las siguientes:
Al descender la producción, se produce una situación de elevado desempleo, lo cual provoca que se deterioren las rentas de la población.
De la misma manera, la inflación ataca al poder adquisitivo, lo que provoca un mayor deterioro de esas rentas.
Dado que hablamos de un deterioro doble de las rentas, aumenta el malestar de la población que presenta una mayor escasez y una menor capacidad para satisfacer sus necesidades.
Salir del atolladero es sumamente complicado, por lo que lo que hablamos de un proceso lento, en el que se acentúan los desequilibrios.
¿Cómo se combate la estanflación?
Como hemos dicho anteriormente, combatir la estanflación no es una tarea sencilla. Y es que podemos decir que cuando hacíamos referencia a esto, lo hacíamos por, como veremos ahora, la dificultad que encontramos al tratar de combatir esta situación.
En este sentido, la estrategia a seguir por los bancos centrales cuando existe estancamiento económico es, como hemos visto a lo largo de las distintas crisis que se han sucedido, inyectar estímulos que favorezcan la demanda, estimulando así la actividad económica, la producción y, con ello, el crecimiento económico.
Sin embargo, cuando los bancos centrales tratan de combatir la inflación, la estrategia a seguir es la opuesta. Para reducir la inflación, el banco central trata de relajar la demanda, subiendo los tipos de interés y dificultando el acceso al crédito por parte de los agentes económicos. De esta manera, la demanda se relaja, la tensión en los precios remite y la inflación, con ello, se va reduciendo.
Por tanto, lo que nos encontramos en un escenario de estanflación es que, al tratar de combatir el estancamiento económico, alimentamos la inflación, pues estimulamos la demanda y, con ello, la subida de precios. Pero, de la misma manera, encontramos otro conflicto al combatir la inflación, pues esa subida de tipos y esa falta de estímulos mata el crecimiento económico, pronunciando ese estancamiento.
En definitiva, nos encontramos ante una encrucijada de la que los economistas advierten que es muy difícil salir, pues, como hemos visto, las medidas para combatir la situación no permiten abordarla íntegramente. Por esta razón, es tan temida por parte de los dirigentes políticos y los banqueros centrales.
Ejemplo de estanflación: La crisis del petroleo de los años 70
Para terminar, es conveniente ponernos en contexto, con un ejemplo real de estanflación que vivió la economía en los años setenta, con la crisis del petróleo.
Las restricciones aplicadas por el cartel, como puede esperarse, hicieron que el precio del petróleo se incrementara, generando una situación de inflación, al encarecerse los bienes energéticos, que son el primer eslabón de la cadena.
Debido a esto, los costes de producción se incrementaron, se produjo lo que los economistas conocen como "inflación de costes", y estos sobrecostes, finalmente, acabaron afectando al consumidor final, que terminó pagándolos debido a que el consumo se encareció.
Además, analizando dicho periodo, la economía se encontraba estancada, y en un escenario en el que no se percibía crecimiento económico, lo cual dio lugar a una estanflación, al cumplirse lo técnicamente contemplado para considerar si una economía se encuentra en una situación de estanflación.
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