El pasado sábado 18 de marzo, la Televisión Pública de Asturias (TPA) emitió un reportaje sobre la cláusula suelo para el que me entrevistó; también intervienen dos clientes, otros dos abogados, el Decano del Colegio Notarial de Asturias y el portavoz de la Asociación española de la banca privada. Puede verse aquí.
Quiero hacer ahora algunas puntualizaciones a lo que dice el representante de los notarios en cuanto a sus afirmaciones de que ellos siempre leen la escritura, que informaron de la existencia de esta cláusula, pero que los clientes ni siquiera prestaban atención a lo que ellos explicaban.
1.- Nunca se hizo y es materialmente imposible que se haga, que ningún notario lea o haya leído una escritura de préstamo hipotecario y le haya además explicado su contenido a los prestatarios. Estas escrituras se suelen extender a lo largo de 40, 50, 60 o más folios; si algún notario leyese la integridad de esas escrituras y además las explicase no firmaría mas de una escritura al día. La realidad es que suelen firmar hasta decenas de escrituras en una mañana.
2.- Además es correcto que el notario no lea la integridad de la escritura y que no la explique: no es ésa su función. El cliente tiene que llegar a la notaría conociendo el contenido de la escritura porque el banco tenía que haberle informado previamente, con suficiente antelación, de qué iba a firmar y qué consecuencias económicas iba a tener que asumir. No es de recibo que el cliente tenga que enterarse en el momento de la firma de las condiciones del préstamo; en ese momento además tiene que firmar también la escritura de compra-venta de la vivienda, y el vendedor no está dispuesto a suspender la firma si el comprador descubre que se le imponen condiciones que previamente se le habían ocultado y se niega a aceptarlas y tiene que volver a buscar financiación durante un mes o más.
3.- Por supuesto que el cliente no atiende a las explicaciones del notario: lo explica correctamente el cliente que interviene en el reportaje. Para la inmensa mayoría de compradores-prestatarios, se trata de un acto en el que asumen el negocio de mayor importancia económica de su vida. Están desbordados y emocionados; están emocionados porque van a tener una vivienda en la que seguir su vida familiar autónomamente; al tiempo, están abrumados porque saben que van a tener que hacer un gran esfuerzo para pagar; además, no están acostumbrados a intervenir en actos de ese tipo, con la formalidad y apariencias propias de toda notaría; no entienden el lenguaje ni los conceptos propios de la escritura, que es además demasiado extensa y redactada en forma compleja. En definitiva, no están en situación psicológica de poder atender y entender lo que allí se les explique. Y es normal y correcto que sea así: antes de ir allí el banco debió informarles de lo que se iba a firmar y sus consecuencias, así que no tienen por qué esperar ninguna sorpresa. Tienen DERECHO A CONFIAR en que se va a firmar lo que se les explicó.
4.- Lo que tiene que hacer el notario no es explicar al cliente qué es lo que va a firmar (salvo que éste le pida que le aclare algún punto): lo que tiene que hacer es comprobar que el borrador o minuta de escritura que le envió el banco se corresponde con la información que el propio banco hubiese transmitido previamente al cliente; tiene que comprobar que efectivamente se entregó la documentación legalmente exigida con suficiente antelación y con la debida claridad. Y no basta que deje constancia de ello mediante la simple manifestación (redactada por el banco) de que las cláusulas financieras de la escritura se corresponden con las de la oferta vinculante, cuando luego no se adjunta esa oferta vinculante. El notario tiene que hacer la comprobación real de que existe esa oferta vinculante y que se entregó al cliente con antelación.
Por otro lado, hago una puntualización a la afirmación del presentador de que yo he ganado 300 casos de cláusula suelo; esos casos son, aproximadamente, los ganados por el equipo de abogados contratados por la Unión de Consumidores de Asturias para defender este asunto, equipo que yo dirijo. Pero sería materialmente imposible que yo hubiese ganado personalmente tantos casos.
