En la entrada anterior concretamos las líneas maestras del plan que vamos a poner en marcha. Ahora toca llevarlo a la práctica.
De la oferta existente ahora mismo, la mejor opción para lo que pretendemos es MyInvestor por oferta, costes y seguridad, así que lo primero es abrir una cuenta allí.
Empecemos por aclarar quien es MyInvestor.
Se trata de una filial de AndBank España quien fue su único accionista hasta la entrada a finales de 2019 de Axa, El Corte Inglés y accionistas privados que controlan el 25%.
A su vez, AndBank España es la filial española de AndBank (Andorra Banc Agrícol Reig), uno de los bancos privados más importantes de Andorra. Su solvencia viene avalada por sus números y, no menos importante, por la consideración de los reguladores. Fue el primer banco andorrano en conseguir la autorización para crear una filial en Luxemburgo y también el primero al que el Banco de España concedió una ficha bancaria para crear una filial española. Posteriormente le autorizó a integrar el negocio de banca privada de Inversis en 2014 y ahora a hacerse cargo del “cadáver” de Esfera Capital.
Se le suele clasificar a MyInvestor como un “neobanco”. La diferencia de un neobanco con un banco tradicional es que opera exclusivamente a través de Internet, sin sucursales físicas, condición que cumple. Pero para ser un banco propiamente dicho hay que contar con ficha bancaria. La cuenta que abrimos es en realidad de AndBank.
La inexistencia de oficinas físicas no es una ventaja en sí misma, más bien lo contrario. El lastre de la banca tradicional no es tener oficinas físicas, sino el tener una descomunal red de oficinas, a veces separadas por pocas calles de distancia en las ciudades, en donde habitan en horario laboral un montón de seres humanos cuyo trabajo para el que fueron contratados ha sido sustituido por la digitalización y que ahora hay que prejubilar, despedir o intentar reinventarlos en tareas de venta de productos poco aconsejables disfrazada de asesoramiento. Una montaña de costes que hace cada vez más difícil el negocio tradicional.
Un banco creado desde cero, como lo fue AndBank España, puede permitirse el lujo de tener las oficinas y el personal que considera justas para las necesidades de su modelo de negocio, ni más, ni menos.
Además de la limitación derivadas de la falta de oficinas, los neobancos sólo ofrecen unos productos muy básicos. Funcionan bien porque el 99% del volumen de operativa bancaria es muy estándar y relativamente fácil de imitar, pero siempre hay sutilezas que pueden traducirse en sorpresas muy desagradables para sus más entusiastas usuarios.
MyInvestor no necesita ni ficha bancaria ni oficinas porque se va a apoyar en la infraestructura preexistente de su matriz y va a dar unos servicios muy concretos como sugiere su nombre, sin pretensiones de hacer banca universal. Así que podemos concluir que, afortunadamente, no es un neobanco, es un comercializador de algunos servicios bancarios ofrecidos en realidad por AndBank (cuenta corriente tarjeta e hipoteca) y de una cuenta de valores que permite el acceso a una plataforma de contratación de fondos, la de Inversis.
De hecho, podemos entrar en nuestras cuentas a través del siguiente enlace seleccionando acceso clientes con el mismo usuario y contraseña que el de la app de MyInvestor.
Para abrir la cuenta se necesita, además del carnet, el IBAN de una cuenta ya abierta en otro banco cuya titularidad sea la misma.
El proceso se puede hacer online mediante la filmación del carnet y el rostro del titular. En teoría es muy sencillo, pero en la práctica el proceso de filmación del DNI y el rostro puede fallar dependiendo de la iluminación y probablemente de la calidad de cámara del móvil. A mí me costó unos cuantos intentos, pero con un poco de paciencia al final lo conseguí. Si no es posible, ofrecen un número de teléfono para tramitación tradicional, lo que retrasará unos días la apertura.
La cuenta está vinculada a otra con la misma titularidad que la que abrimos, a la que han bautizado como “cuenta nodriza”. Tanto las aportaciones como las retiradas de dinero irán a esa cuenta, lo que proporciona un plus de seguridad importante frente a cualquier acceso malicioso a la cuenta de MyInvestor.
Si se consigue abrir online, la activación es casi inmediata. Se comunica mediante un mensaje de texto al móvil en donde se facilita una contraseña de 8 caracteres como firma digital. Es muy importante conservar el mensaje y guardar una copia de la firma en un sitio seguro, porque la necesitaremos para suscribir los fondos.
La aplicación tiene un diseño minimalista que combina en las pantallas la información esencial sin adornos, con algunos mensajes de publicidad de sus productos que, como norma, debemos ignorar.
Para suscribir un fondo entramos en la opción operar del menú desplegable de arriba (el icono de las cuatro líneas), seleccionamos fondos indexados y tecleamos las primeras letras del ISIN del fondo
En nuestro caso concreto
IE00B03HCZ61 Vanguard Global Stock
IE00BD0NCM55 iShares Developed World Index Fund
Para evitar errores, conviene teclear hasta que en la lista del buscador sólo quede un fondo que será el que estamos buscando, ya que del mismo fondo puede haber clases distintas en euros y dólares y queremos la clase en euros.
Podemos seleccionar cualquier otro fondo indexado que nos interese, conociendo su ISIN, dato que viene en los folletos de los fondos.
La operación no es inmediata, la gran limitación de los fondos. La orden va a tardar unos días laborables en ejecutarse, el llamado desplazamiento. Para profundizar en este asunto tenéis aquí una muy completa explicación. En el fondo de Vanguard el desplazamiento es de dos días y en el de iShares de tres
Para completar la orden le indicamos el importe a suscribir, entramos en los dos enlaces a los folletos, pinchamos en leído y tecleamos las posiciones de la firma que nos pide. El proceso no es intuitivo, pero a base de mensajes de error se termina aprendiendo
Una vez finalizado el proceso, recibiremos por correo electrónico un documento con todos los datos de la operación. El justificante es completísimo, muy propio de la profesionalidad de un banco privado
Según lo previsto, invertimos 9.000 euros 6.000 en el fondo de Vanguard y 3.000 en el de iShares (en realidad unos pocos céntimos menos). El resto queda en cuenta corriente (en AndBank) que remunera un 1% los primeros 15.000 euros.
En los próximos cinco años aportaremos la mitad de la aportación mensual al fondo de Vanguard y la otra mitad la asignaremos al fondo de iShares o a liquidez/renta fija en función del porcentaje de rentabilidad acumulada por el conjunto de ambas posiciones.
Fijamos un objetivo a largo plazo de rentabilidad para la renta variable del 6%, con una banda de fluctuación del 50% arriba y abajo, 9% y 3%.
La referencia de rentabilidad en la parte alta de la banda es la obtenida al final de cada año a contar desde la fecha de inicio del plan.
La referencia de rentabilidad en la parte baja de la banda es la obtenida al principio de cada año a contar desde la fecha de inicio del plan.
Para hacer más sencillo e intuitivo el seguimiento del plan se redondean las rentabilidades porcentuales.
Una vez que tenemos establecida la fecha de inicio del plan, el 14-04-20 que es cuando se dieron las órdenes de suscripción de las aportaciones iniciales, el cuadro de referencias queda así
En la próxima entrada de la serie veremos su aplicación práctica en la primera aportación mensual.