En el mercado, nada es lineal. Los mercados se mueven en ciclos que repiten patrones de crecimiento, euforia, corrección y recuperación. Saber de ellos no garantiza adivinar el futuro, pero sí ayuda a gestionar mejor el riesgo y tomar decisiones más racionales.
¿Qué son los ciclos de mercado?
Un ciclo de mercado es el conjunto de fases que atraviesa la economía y, con ella, los activos financieros. Aunque su duración y magnitud varían, las fases principales suelen repetirse:
Expansión: crecimiento económico, beneficios empresariales al alza, confianza de los inversores. Los mercados suelen subir de forma progresiva.
Euforia / Auge: los precios crecen por encima de los fundamentales, con exceso de optimismo y valoración alta.
Recesión / Contracción: caída de beneficios, incremento de la desconfianza, ventas masivas en los mercados y retrocesos en la economía.
¿Cuánto duran los ciclos?
Históricamente: 🔵 Las expansiones (mercados alcistas) han durado en promedio unos 5 años (S&P 500 / MSCI World). 🔴 Las recesiones (mercados bajistas) suelen durar cerca de 1 año. Desde 1950, el mercado alcista medio del S&P 500 ha sido de alrededor de +190 % en 5-6 años. La historia muestra que los tramos de crecimiento son más largos y rentables que las caídas, aunque estas últimas son más bruscas.
¿Dónde estamos hoy?
Tras la corrección de 2022, los mercados (S&P 500 y MSCI World) llevan más de 18 meses en recuperación y han marcado nuevos máximos en 2023. Estadísticamente, si consideramos que el actual ciclo alcista comenzó en 2023, podría quedar un margen de unos 3 años más de expansión, salvo evento macro inesperado (geopolítica, tipos de interés, inflación…).
¿Significa que seguirá subiendo?
No necesariamente. Aunque el ciclo actual está aún por debajo de la duración y rentabilidad media histórica, cada ciclo es único:
El pasado no garantiza el futuro.
Factores como la inflación, las decisiones de los bancos centrales o los conflictos geopolíticos pueden alterar el rumbo.
Errores frecuentes
Intentar adivinar el punto exacto del ciclo (market timing).
Dejarse llevar por la emoción: miedo en recesión o euforia en auge.
No diversificar: concentrar todo en un activo o región aumenta la vulnerabilidad.
Estrategia para gestionarlos
En lugar de predecir, lo más sensato es preparar la cartera para cualquier fase:
Mantener una diversificación global en renta variable.
Usar la renta fija y activos defensivos para proteger en fases bajistas.
Reequilibrar periódicamente para mantener el perfil de riesgo adecuado.
Ajustar la asignación según objetivos, horizonte temporal y tolerancia al riesgo.