Voy a comentar los resultados del BBVA en 2018 y sobre las previsiones para 2019 de este banco. Al mismo tiempo voy a comentar sobre las posibilidades del sector bancario en bolsa y sobre las claves de inversión en las que debemos fijarnos para saber qué bancos son los buenos y cuales son los regulares, siempre desde el punto de vista del inversor.
El resultado del BBV en 2018 asciende a 5.324M€, superando en un 51% el obtenido en 2017 (3.519M€), son 1.804M€ que mejora el resultado, como consecuencia de la reducción de las perdidas por deterioros en un -17% (-821,5Millones de menor coste) y por la reducción del -50% en la dotación para provisiones (-371,5M€). También tienen extraordinarios como consecuencia de la venta de BBV Chile que les ha aportado 633M€ al beneficio neto.
El negocio normal, que enfrenta los ingresos a los costes directos, se reduce un -5,7% lo cual supone una disminución del margen bruto del negocio actual de unos 1.450M€, a pesar de que en la mayoría de zonas ha mejorado. Esto ha sido debido por una parte a la venta de BBVA Chile que ha provocado el lógico descenso de la actividad en el segmento “América del sur”, además de la situación en Turquía.
El resultado de las actividades ordinarias mejora en un 7,6% (546M€) al haber reducido los gastos de administración y amortización en unos 800M€. El índice de eficiencia ha mejorado solamente en 0,4 puntos, dado que aunque ha reducido mucho los costes, el margen bruto del negocio también ha disminuido. La actividad ordinaria mejora además y fundamentalmente por la reducción de los costes se saneamiento y provisiones.
Con el resultado extraordinario de la venta en Chile y después de pagar menos impuestos, el beneficio del período (sin minoritarios) aumenta un 29% y luego, al tener menos minoritarios, el beneficio neto que obtienen los accionistas de BBV mejora en un 51% respecto al obtenido en 2017.
Son subidas y bajadas que pueden representar algo de lio, pero hay que entenderlas para entender lo que ocurre en BBVA y poder hacer una aproximación sobre su futuro.
Por zonas:
“España” que aporta el 28,6% a los resultados totales, mejora tanto en resultados (10,2%) como en riesgos, reduciendo la morosidad desde el 5,2 hasta el 4,6 en 2018.
“Actividad Inmobiliaria en España” aporta el -1,5% de los resultados y tiene una mejora sustancial al obtener por primera vez un margen bruto positivo y mejorar los resultados en 423M€ dando perdidas solo de -78M€ (en 2017 perdió -501M€).
“Turquía” es una zona que aporta en 2018 el 10,7% de los resultados y falla en 2018, reduciendo sus resultados un -31% (257 M€ menos que en 2017) y aumentando la morosidad desde el 3,9 que tenía en 2017 hasta el 5,3 que tiene en 2018.
“México” es la zona de mayor importancia, pues aporta el 45% de los resultados totales de BBV y este año ha mejorado el resultado en un 10,3% y reducido el índice de morosidad, dejándolo en el 2,1%, cuando en 2017 tenía el 2,3%.
“Estados Unidos” aporta el 14% del resultado total y en 2018 mejora el resultado un 43,8% (224M€) y su tasa de morosidad queda peor (1,3%) aunque no es relevante dado que son cifras bajísimas y en 2017 tenía 1,2%.
“América del Sur” empeora por el cambio de perímetro. La venta del BBV Chile que ya no consolida en 2018, provoca descensos en la actividad de la zona y cambios que dificultan la comparación. La zona aporta el 11% de los resultados y la morosidad está en el 4,3%, con provisiones del 97%.
“Resto Eurasia” apenas aporta el 0,4% de los resultados y es un segmento poco importante desde que Turquía paso a tener su propio segmento.
Por último, el “Centro Corporativo” que durante los años anteriores era un agujero de perdidas, ya que recoge las perdidas por deterioros de activos, este año mejora significativamente y “solo” pierde -494M€ (-1,844M€ en 2017).
Todas las zonas funcionan bien, excepto Turquía. En realidad, el negocio del BBV ha funcionado siempre bien y lo ha hecho todos los años.
LA INVERSIÓN EN BANCOS.
Los deterioros y el aumento del capital regulatorio es lo que ha determinado los resultados en estos últimos años, tanto de BBV, como del resto de bancos.
La clave de la inversión en los bancos no está en la subida de tipos, está en la reducción de costes de saneamiento.
Mientras los tipos del BCE han evolucionado de esta forma en los últimos años:
Fuente: global-rates.com
Los márgenes de intereses del BBV lo han hecho de la siguiente forma:
Fuente propia basada en la información presentada por BBV en la CNMV.
Vemos que mientras los tipos del BCE se han reducido constantemente desde el 1,25% que tenían en 2011 hasta el 0% en que se mantienen ahora, el BBV los mantiene más o menos constantes y el diferencial entre los tipos que cobra por los créditos y los que paga por los depósitos no solo se mantiene, sino que aumenta.
Es verdad que al ser un banco que trabaja en gran parte del mundo, los tipos recogen medias de todas las zonas, pero en el resto de bancos sucede lo mismo aunque solamente trabajen en la zona euro y en el caso de BBV, cuando invertimos en él lo hacemos en todo el banco, no solo en una zona.
Vemos en los medios y en muchas declaraciones de diversos profesionales, incluso de directivos de bancos, que si no suben los tipos, los bancos no aumentarán sus resultados, pero no es cierto.
El que suban los tipos de interés o no, no va a afectar de forma significativa al negocio bancario. Es cierto que los tipos bajos hacen que se cobre poco por las inversiones, pero también es cierto que cuando se dan estas circunstancias, los bancos pagan menos por los recursos y al final lo que cuenta es el diferencial entre lo que el banco paga por el total de sus recursos del balance y lo que cobra por el total de las inversiones. Ese diferencial, no solo no baja con la bajada de tipos sino que se mantiene, incluso aumenta.
En 2018 el 64,7% de las inversiones de BBV se han efectuado en préstamos por los que ha cobrado un 6,02%. Un 1,86% para los préstamos en euros que han sido poco menos de la mitad y ha cobrado un 9,84% por los préstamos en otras monedas que han sido algo más que la mitad del total.
Por otra parte, el 65,3% de los recursos que obtiene, proceden de los depósitos de clientes y por ellos BBV paga un 1,77%. Cuando son en Euros un 0,19% y cuando son en otras monedas un 3,25%. Las proporciones son similares a los préstamos, algo mayores cuando son en moneda distinta del Euro.
Vemos que los diferenciales entre lo que paga por los depósitos y lo que cobra por los préstamos que representan un 65% de sus fuentes y destinos del dinero que maneja, si son en Euros están en el 1,67% y si son en otras monedas en el 6,59% independientemente del tipo fijado por el BCE. Y en cualquier caso, el diferencial del balance que incluye el coste por intereses de todas las fuentes y todas las inversiones, está en 2018 en el 2,59% y no se mueve en relación al tipo del BCE.
Ante esta evidencia, debemos concluir en que la evolución que tengan estos tipos en el futuro, no va a ser lo que determine los resultados futuros del BBV.
Como inversores, lo que nos interesa es la respuesta a esta pregunta:
¿Qué va a determinar los resultados futuros de los bancos y especialmente del BBV?
Ya hemos visto que no van a ser los tipos más o menos bajos o altos, porque los bancos se adaptan a los tipos altos y bajos ligando los costes de su financiación con los ingresos por sus inversiones.
La reducción de costes de saneamiento y los extraordinarios es lo que va a determinar el crecimiento en los resultados de BBV y del resto de bancos en el futuro.
En 2018 las perdidas por deterioros en BBV han sido de 3.981M€ y sus resultados antes de impuestos y minoritarios han sido 8.446M€.
En 2017 las perdidas por deterioros fueron de 4.803M€ y sus resultados antes de impuestos y minoritarios fueron de 6.931M€.
Una reducción de 821M€ en costes de saneamiento viene acompañada de una mejora de 1.515M€ en resultados y la diferencia más relevante entre ambas cantidades corresponde a los 635M€ extraordinarios obtenidos por la venta de BBVA Chile.
Si hacemos esta operación en los años anteriores, veremos que el negocio del BBV, de la misma forma que el negocio de todos los bancos españoles, de manera muy aproximada, crece todos los años lo que crece la economía de los países donde trabajan.
Es un sector muy competitivo y cualquier iniciativa que tome un banco para tomar ventaja es anulada inmediatamente por la reacción de los otros bancos. Por otra parte, la posible entrada de nuevos competidores no va a ser determinante (al menos a corto plazo) porque la gran competencia ya existe y ha existido durante muchísimos años, en cambio los bancos siempre se han adaptado, como lo están haciendo ahora mismo evolucionando hacia lo digital.
El crecimiento significativo de sus resultados va a estar determinada por los extraordinarios (ventas de activos, fusiones u otros similares) que no se pueden controlar desde el punto de vista del inversor y sobre todo van a estar determinados por la reducción de los costes de saneamiento.
El BBV tiene en 2018 unos costes de saneamiento de 3,981M€ y en la medida en que pueda ir reduciéndolos, sus resultados aumentarán más de lo normal (3-5%) en el sector. Esta es la bolsa de beneficios futuros que debemos controlar como inversores y ese es el importe que puede hacer crecer más de lo normal sus resultados. Los tipos altos o bajos no son determinantes.
Los bancos que tengan estas bolsas (no todos las tienen) serán los que crecerán en el futuro inmediato, los que no las tengan porque ya las agotaron y por eso crecieron en su día, ya no van a poder crecer más de lo que lo haga la economía y solo les quedan los extraordinarios para poder superar el crecimiento de la economía.
BBV ha obtenido un BPA en 2018 de 0,80€/Acc y ha pagado un dividendo de 0,25€/Acc. Cotiza alrededor de los 5-5,30€/Acc y eso significa que basándonos en los resultados de 2018, la bolsa paga PER 6-6,5 y la rentabilidad por dividendos es del 4,7-5%.
BBV es un banco que trabaja en varios países, es un banco diversificado y de la misma forma que pasa con los inversores que diversifican, cuando una zona se comporta mal (como Turquía ahora) es compensada por el comportamiento de otras zonas que van bien (resto de zonas) y unas con otras podemos considerar un crecimiento normal del negocio poco relevante del 2-5%.
Pero, si consideramos una disminución de costes de saneamiento de 400M€ (en 2018 han disminuido 821M€), al juntar este crecimiento con el del negocio normal, significa que el resultado de 2019 puede crecer un 6% sobre los resultados ordinarios de 2018 (0,715€/Acc) y salvo que tenga extraordinarios en un sentido u otro, BPA puede obtener sin problemas un BPA en 2019 de 0,76€/Acc.
Si ahora calculamos el PER sobre los resultados del año 2019 que es como deberíamos calcularlo siempre, significa que pagando 5-5,50€/Acc estamos pagando un PER 6-7 y si BBV aumenta el dividendo el mismo 6% que crece obtendríamos una rentabilidad por dividendo de 0,265€/Acc (un 5% aproximado).
Por otra parte, con un resultado de 0,76€/Acc vemos que pagando un PER conservador del 12,5 veces resultados, tranquilamente puede pagarse por BBV un precio de hasta 9,5€/Acc, mientras la bolsa está pagando 5€/Acc. No sé si a esto se le puede llamar “contrarían” o como hay que llamarle, pero yo le llamo comprar euros a cincuenta céntimos.
Pero es mi opinión, cada uno debe hacer su propia diligencia y tomar sus propias decisiones de inversión.