Título: Viaje a la Libertad Eonómica
Autor: Daniel Lacalle
Editorial: Deusto
Disponible en Amazon desde 17,05€
A continuación vemos un resumen del libro "Viaje a la Libertad Económica" en el que se explica las principales ideologías que en materia económica y social organizan el mundo en el que vivimos. Para ello, facilita al lector una radiografía económia, política y social de numerosos países y que se ocalizan desde Estados Unidos a Venezuela, pasando por Japón y Argentina.
Primera Parte: Despertar
El autor comienza el libro poniendónos al corriente de sus inicios en la Universidad, su familia y de cómo la adversidad hacía sacar lo mejor de cada persona, "reinventarse" y hacer "florecer" su ingenio para labrarse un futuro y sobrevivir día a día.
Cuando hay mayores dificultades para acanzar los objetivos es cuando más se valorán y eso es lo ocurría en aquella época, "cuando un grupo de rock conseguía vender 500 copías de un disco, se ponían carteles por toda la ciudad pegados por los propios dueños"
El propio Daniel relata cómo despertó su curiosidad por la economía y cómo justificaban los diferentes países su intervencionismo, en un campamento de verano en Alemania del Este antes de que cayerá el muro de Berlín y cómo intentaban "vender" las bondades del socialismos y el colectivismo a las nuevas generaciones.
Alcanzar los objetivos establecidos es difícil y para ello no existen soluciones mágicas, ni "expertos" que tengan una barita con soluciones extremas y populistas cuyas consecuencias son extremas y duraderas en el tiempo.
Desde diferentes ámbitos se intentaba convencer a los ciudadanos de que la intervención del Gobierno y la devaluación de la moneda son medidas "sociales" que buscan maximizar el bienestar de la población, pero ¿si los sistemas intervencionistas piensan en los pobres, cómo es que crean millones de ellos?.
El uso excesivo, reiterado y descontrolado del "estímulo eterno" produce la pérdida absoluta de independencia de los bancos centrales que se convierten en máquinas al servicio de gobiernos endeudades que imponen la represión financiera a sus ciudadanos.
Los Gobiernos de los diferentes países de Europa no dejan de repetir una y otra vez que estamos en una época de "austeridad", ¿Hay realmente austeridad?.
Lo cierto es que los 27 países de la Unión Europea gastan más dinero que en el "pico" de la burbuja en el año 2007 y sin embargo no dejan de subir impuestos y la renta disponible de los ciudadanos baja a niveles de 2002.
Concretamente, en España el gasto público ha crecido un 4% y la actividad económica ha disminuído a niveles de 2004.
El problema principal radice en que los Estados siguen gastando más de lo que ingresan y de ahí que no deje de incrementar la deuda pública.
Segunda Parte: Viaje por el mundo
En esta segunda parte nos daremos una vuelta por los diferentes modelos económicos que hay alrededor del mundo, pasando por países tan distintos como Azerbaiyán, Japón, Reino Unido, Venezuela, Argentina, Suecia y Estonia.
La primera parada del viaje es en Azerbaiyán, un país que sufrió la opresión de a Unión Soviética y ahora tiene una "democracia" en la que el hijo sucede al padre, es decir, un "régimen personalistas con tintes totalitarios". Visitar Bakú es contemplar el despilfarro económico del dinero público o como un pequeño país se gasta su renta petrolera en gastos innecesario pero que se justifican con el nombre de "medidas sociales".
Algo similar le ha ocurrido a Europa durante los útlimos años, se ha dedicado a relizar gastos innecesarios que cubría con deuda.
En la segunda escala de nuestro viaje nos detenemos en Japón, un país que debe su desarrollo económico a la apertura, la liberalización y la necesidad de competir con naciones más avanzadas. Y con la "excusa" del pacto social, Japón está desperdiciando todo lo que ha conseguido durante el esfuerzo de tantos años y se encamina a un 245% de deuda sobre el PIB.
Ante los sucesivos fracasos del intervencionismo nipón, los sucesivos gobiernos optan por aumentar su intervencionismo o como se conoce en Japón, "el clientelismo", ya que el único interés es sostener un Estado "hipertrofiado".
Lo siguiente que nos espera es un viaje muy largo hasta las Islas Caimán, un paraíso fiscal formado por tres islas y en el que se encuentran domiciliadas más de 90.000 compañías y fondos de inversión.
Cuando los políticos y expertos echan la culpa de la crisis a los paraísos fiscales, incurren en un error muy grave, pues significa "refugio fiscal" en donde mantener a salvo tus ahorros del ataque "confiscatorio" de las políticas intervencionistas. Cumplen una labor importante que no es del "agrado" de los gobiernos y es promover la competencia fiscal, es decir, que no tengan libertad para subir impuestos eternamente, ya que el capital se puede escapar a otro lugares.
Volviendo al pasado, recordemos la época de Margaret Thatcher al frente del Gobierno del Reino Unido y cómo una mujer fue capaz de sacar a su país del "barro" a través del respeto a la propiedad privada, el libre mercado y aumentar la renta disponible de los ciudadanos. El centro de la política de Thatcher fue recuperar la renta disponible, privatizar los servicios ineficientes y "alentar" la competencia empresarial. En unos años se redujo la inflación del 21% al 12% y pasó a ser uno de los países más atractivos para invertir.
La siguiente escala nos lleva a Venezuela y su "bolivarianismo" que une el socialismo al pensamiento republicano y humanista. El "bolivarianismo" que nació como promesa igualitaria y social que consiste en entregar la libertad a un líder autoritario, ha provocado que la población venezolana sólo quiera trabajar para sobrevivir en un país en el que la renta per cápita sigue su particular "descalabro" y ronda los 9.000 dólares, se estima que la inflación sea del 30% este año, la devaluación sistemática de su moneda y el déficit se haya disparado hasta el 9%.
Ahora nos desplazamos a Argentina, un país que sufrio en el 2001 el "corralito" por el que muchos ciudadanos perdieron sus ahorros y teniendo que recurrir al trueque. El "shock" financiero tuvo su origen en la ley de Convertibilidad de 1991, donde el Gobierno impuso el cambio 1 a 1 del peso frente al dólar, una sobrevaloración que estalló en la crisis que todos conocemos.
La paridad de un peso igual a un dólar se mantuvo hasta el año 2002 cuando se derogó la ley y se devaluó el peso. Todo esto ha provocado la aparición de un dólar paralelo del dólar paralelo, tres tipos de cambio para tres mercados de divisas. La política del matrimonio Kirchner se ha basado en incrementar de una manera "escandalosa" el empleo público e imprimir moneda, lo que desencadena en una economí subvencionada.
El viaje prosigue y llegamos a Estocolmo, un país donde la asuteridad y el libre mercado son hechos reales, el país ha salido de la crisis sin caer en el endeudamiento. El presupuesto no tiene déficit, la deuda pública es inferior al 40% del PIB y la economía genera un crecimiento superior a la media de los países escndinavos. Gracias a la liberalización de numerosos sectores, como transporte o telecomunicaciones, la creación de empleo privado se ha multiplicado y el desempleo es inferior al 8%.
Llegamos a Estonia, un país con un modelo de austeridad ejemplar con un déficit del 0,3% y un crecimiento del 3,2%. No en vano esta situada en el puesto 13 de libertad económica(España en el 46) y ello se debe a que tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, redujo el gasto público en más de un 10% del PIB y tiene un sistema tributario basado en un impuesto único en el que grava al 21%
Tercera Parte: España
En esta última parte del libro, el autor se centra en España y ls actuación de los diferentes gobiernos para "atajar" la crisis y promover el crecimiento y el empleo.
En España se espera demasiado del Estado, y los ciudadanos tienen la errónea percepción de que la economía va mejor si el Estado interviene. El intervencionismo reduce la libertad económica y no potencia el desarrollo económico y una prueba de ello es el famoso "Plan E" del Gobierno que no consiguio crear empleo, pero si contribuyo a incrementar la deuda del Estado en 12.000 millones de € más.
El 22% de los trabajadores españoles son funcionarios y durante la crisis no sólo no han reducido plantilla, sino que la han incrementado por encima del 3%(Comunidades Autónomas y Administración Central).
España es uno de los países de Europa con la tasa de paro más alta, pero en donde la figura del empresario tiene mala fama, pero si queremos crear empleo, ¿Cómo lo vamos a crear?. Habrá que potenciar la creación de empresas, los emprendedores y eliminar la falsa concepción del fracaso como algo negativo, pues uno debe levantarse con más ánimo para conseguir el objetivo que persigue.
Para crear empleo se deben promover las medidas que lo favorezcan y no establecer más normal y leyes que limiten la capacidad de las empresas, así como atraer capital regulando lo "estrictamente" necesario para que los inversores vean España como un país atractivo en el que invertir su dinero.
Para recaudar más dinero no se deben subir los impuestos, sino más bien al contrario, si reduces los tipos impositivos, se relanzará la actividad económica y se incrementará la recaudación puesto que "florecerán" más empresas si se dan las condiciones apropiadas y se reducen los trámites burocráticos(España ocupa el puesto 44 a la hora de crear un negocio).
Lo que debe potenciar el Estado es la entrada de capital riesgo y financiación privada a la vez que reducir el "dichoso" gasto público que lo único que produce es una situación insostenible que termina por dañar a familias y empresas.