Cuando se está operando en los mercados la paciencia puede ser un defecto o una virtud, ello depende de los defectos o virtudes que la acompañen.
1 - La paciencia es un defecto cuando se compra un valor en tendencia primaria bajista y se espera pacientemente a que suba ( hay bastantes en la bolsa española que después de 20 años siguen estando en pérdidas). Con esta actitud, además de perder el tiempo y el dinero se pierde también la oportunidad de invertir ese dinero en algo más rentable, o como mínimo, que cause una agonía menos lenta.
La paciencia se convierte en una virtud, cuando en el mismo caso anterior se espera varios años a que cambie la tendencia (lógicamente esto sólo vale para los que no saben o no quieren operar a la baja que son la mayoría, también para los que ignoran que hay vida más allá de la renta variable). Durante la espera, y para no pensar que se pierde el tiempo, se puede uno dedicar a informarse sobre las pautas, costumbres y manías de todos los mercados del mundo. Al final se dará cuenta de que nunca le había sacado tanto provecho a un periodo de tiempo tan corto ( dos o tres años no es mucho tiempo si se logra aprender algo bien).
2 - Es un defecto cuando estando comprado de un valor que ha roto a la baja una cabeza con hombros o un doble techo, se espera con toda tranquilidad a que el precio vuelva a la zona de rotura para salirse de ese valor (El pull back se produce en un porcentaje alto de veces, pero sigue siendo una temeridad esperar que se produzca siempre. El número de fallos, aunque sea pequeño, produce unas pérdidas porcentuales cuantiosas).
Es una virtud cuando estando fuera del mercado se espera pacientemente la vuelta a la rotura para tomar posiciones alcistas o bajistas a favor de la tendencia recién nacida. En el caso de que falle no se pierde nada, y siempre podemos buscar otro juguete que falle menos.
3 - Es un defecto esperar pacientemente a que tu gestor de patrimonios recupere el dinero que ha perdido operando al alza en tendencia primaria bajista. Se supone que para ser gestor y cobrar como tal, como mínimo debería haber oído hablar de la teoría Dow.
Es una virtud emplear pacientemente el tiempo que haga falta para aprender a gestionar tu propio patrimonio. Aunque no llegues nunca a ser una lumbrera, ya sabes que el ojo del amo engorda el ganado.
4 -Es un error esperar que con el tiempo la aplicación de la MIFID producirá cambios que convertirán el AIAF en un mercado transparente.
Es una virtud aplicar la paciencia necesaria - que será mucha - para aguantar a las autoridades encargadas de los organismos supervisores cada vez que sueltan el mismo discurso cargado de palabras vacías y altisonantes como trasparencia, protección de los inversores minoritarios y aplicación de la norma sobre información privilegiada a rajatabla.
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