El otro día coloqué un post en el que trataba de explicar que existe una diferencia clara de valoración cuando estamos hablando de la gestión y de las empresas privadas y públicas. Por tanto tenemos que entender que existen unas distorsiones derivadas de que cuando hablamos de empresas o negocios privados existe una presión mucho mayor para defenderlo que cuando estamos hablando del sector público que incluso en muchas ocasiones es atacado interesadamente para generar negocios.
Un caso muy extremo de tal circunstancia la había expuesto en el post acerca de la privatización de la lotería, que comparaba con Amadeus que salió a bolsa no hace mucho. Evidentemente las diferencias de las dos empresas, tanto en facturación, como en caja, endeudamiento y todo lo que se nos ocurra son abismales. Las formas de valorarlo lo son también.
Pero sin embargo, en uno de los comentarios, me han hecho una cierta crítica que realmente me ha dado unos cuantos ejemplos más para comentar. En todo caso me gustaría aclarar que decir que la gestión de lo público es manifiestamente mejorable, por lo que no se entienda que estoy diciendo que no se han cometido errores; ni tan siquiera que haya sido aceptable. Lo que estoy diciendo es que la gestión privada ha sido como poco igual de nefasta y en muchas ocasiones incluso peor, sin que nadie lo diga. De hecho lo curioso es que lo peor que podemos decir del sector público es que no ha ejercido como tal.
En este comentario, me gustaría destacar el punto de los escandalosos sueldos de Aena, que han salido a la luz en diciembre de 2010, en la huelga, (que por cierto aún pongo en duda). Está claro que Aena es una máquina de perder dinero. Respecto a los sueldos de los controladores, tengo claro que existió cierta manipulación para crear opinión; pero asumamos que todo lo que nos han contado en aquellos días es completamente cierto. En todo caso los controladores no están mal pagados. Sin embargo, lo curioso es que parece que esto es la causa de las pérdidas de Aena, de tal forma que mientras todos hemos discutido de los sueldos de los controladores, nos hemos olvidado de unos cuantos aeropuertos que se está quedando que no son más que instalaciones carísimas que no sirven absolutamente para nada. Claro que esto no se suele criticar, ya que nos olvidamos que los beneficios de medio ibex vienen de actuaciones como estas. ¿O es que creemos que las grandes constructoras y los bancos que las financian y financian a sus clientes podían estar en la situación que están si no se dedicase fomento a darles “negocio”?. Lo malo es que esto es un desastre para las cuentas públicas, pero ¿por gestión?.
Sin embargo, resulta que asumimos que el problema de los elevados sueldos de los controladores es un problema de la gestión de Aena. Pero, ¿Y los elevados sueldos de los pilotos?. Recordemos que estos están en empresas privadas, sin embargo curiosamente, no solemos criticar a Iberia por esto. De hecho, todo el mundo asumirá que Iberia es víctima. Parece que no se tratan igual casos muy similares, incluso aún asumiendo que sea un fallo de gestión el no lograr bajar los sueldos a trabajadores, (lo cual es algo más que discutible).
El comentario habla también de las famosas cajas, de su gestión y de sus sueldos. Sin embargo lo curioso del caso es que de la misma forma que todo el mundo ha disparado contra las cajas, los bancos recurrentemente han quedado a salvo, a pesar de que han sido recurrentemente rescatados con toda suerte de medidas. Por ejemplo, resulta que Draghi nos dice que las inyecciones de liquidez a tres años, no van a tener efectos en la inflación ya que van para cubrir las necesidades de financiación de las entidades financieras. ¿no es esta la definición de rescate?. Sin embargo, los sueldos son muy superiores.
Pero si vamos a más ejemplos, tenemos a las concesionarias de autopistas, que están en gran parte en quiebra, hasta el punto de que se da por hecho que se van a nacionalizar algunas autopistas que están en quiebra técnica. En este caso resulta que tampoco son ruinosas por una gestión desastrosa, sino que están pagando el pato de una situación sobrevenida que las ha hecho inviables. ¿Alguien ha publicado algo contra las concesionarias de estas autopistas, se ha quejado del sueldo de sus consejeros o ha cuestionado sus decisiones?.
Desde luego no falta razón en que las medidas tomadas han llevado al desastre a los clientes, y en consecuencia, los tráficos de las autopistas ni de lejos son los previstos; pero en el fondo estamos hablando de exactamente la misma situación que nos encontramos en las cajas y bancos. Debemos tener en cuenta que todas las medidas que se han tomado han ido para salvar bancos y el negocio donde estos están fuertes, de tal forma que las cajas han sido penalizadas en términos objetivos, (más allá de defensas a ultranza en análisis y rumores de bancos y ataques a cajas ). De esta forma, las cajas necesitan más capital, tienen valoraciones más duras, (¿alguien ha cuestionado las valoraciones de los activos de Santander?), han de aportar mayor importe al fondo de garantía de depósitos, y tienen más problemas para las deducciones y diseños fiscales al estar hablando de negocios locales. Por no hablar de que su fuente de negocio está mucho más cercana a las personas en lugar de los bancos que dependen más de los mercados financieros. Si hemos rescatado mercados financieros a costa de las personas, ¿no será lógico pensar que en parte los problemas nos encontraremos por estas razones?.
Pero volviendo a las concesionarias, y si al final resulta que se nacionalizan las concesiones ruinosas, me gustaría llamar la atención sobre un proceso que también se da con las entidades financieras y en general con todo tipo de industria que tenga cierto impacto estratégico. Cuando la empresa o negocio que sea va bien, se privatiza; pero cuando va mal se nacionaliza. Por tanto, ¿esperamos otra cosa que los negocios ruinosos estén en el sector público?.
De hecho, curiosamente el sector público empresarial tiene otra cualidad que deberíamos tener en cuenta. ¿no era el sentido de las empresas públicas operar en aquellos segmentos o mercados en los que la empresa privada no puede entrar por problemas de rentabilidad?. A veces hay servicios que debemos prestar por rentabilidad social y no económica. ¿es normal entonces asumir que estamos hablando de lo mismo?. De hecho, ¿desde cuando está decidido que la empresa pública ha de ser rentable?. Las razones económicas de esto son como poco dudosas.