Ahora nos están vendiendo una medida que consiste en la subida de IVA y la bajada de las cotizaciones empresariales a la seguridad social, (y también ventajas fiscales para las sociedades), bajo la coartada de que estaríamos ante una forma de devaluación fiscal que según unas cuantas de estas tonterías (perdón) teorías que surgen ahora es algo equivalente a una devaluación de la moneda. Pero, ¿esto tiene algún sentido?. En algunos lados nos encontramos con que la subida del IVA encarece las importaciones y abarata las exportaciones, por lo que se puede entender que dado que es lo mismo que una devaluación de una moneda.
La primera aproximación es que yo no me pienso montar en un coche conducido por una persona que tenga tal capacidad; lo digo porque evidentemente cuando se pisa el freno del coche, se pierde velocidad; al igual que cuando chocamos contra un muro. Sin embargo, existen ciertos matices que hacen que a pesar de que se pase de una determinada velocidad a cero en los dos casos, yo tenga preferencia por una de las formas.
Pero lo más curioso de este caso es que el que entiende que la subida de IVA encarece las importaciones y abarata las exportaciones, simplemente no tiene ni idea de lo que significa el IVA, o quizás aún sea peor, y pese a saberlo, lo que está intentando es directamente engañar al personal.
Pensemos en una fábrica española de componentes para el automóvil. Esta fabrica puede hoy poner un precio a sus productos de 100 más el IVA correspondiente; Teniendo en cuenta que el IVA es el 18%; ¿Qué precio tendría que dar a una empresa extranjera?. Dicho de otra forma, planteándose exportar ¿Cuánto cobraría?. Pues daría un precio de 100 más IVA, que en este caso sería cero, de forma que le pasaría un precio de 100. ¿y si sube el IVA?. Pues si ponemos un IVA del 23, del 50 o del 75, la realidad es que daría exactamente igual porque las exportaciones no están sujetas a IVA. ¿En que se abaratan las exportaciones?.
Pues en realidad en nada, e incluso en el caso del turismo, (que se pueden entender como exportaciones al ser ventas a extranjeros), la realidad es que estaríamos ante un encarecimiento de las exportaciones. En definitiva, cuando vendemos un producto en el extranjero, no se abarata absolutamente nada, (lo que sí ocurre en una devaluación de la moneda), y en cambio se encarecen las ventas a extranjeros en la nación, (exactamente al contrario que en una devaluación de la moneda). En consecuencia, el gestor de compras de una empresa situada en cualquier parte del mundo no notará absolutamente ninguna diferencia en nuestras ofertas, de tal forma que si eran competitivas, lo seguirán siendo y si no lo eran, pues seguirán sin serlo; pero para un turista de cualquier país, España será más caro.
Y ahora podemos pensar en las importaciones; imaginemos que nos vamos a comprar cualquier producto; podemos pensar en un coche, un electrodoméstico o un pedazo de fruta; ¿Cuánto tenemos que pagar?. Pues tendremos que pagar el precio más el IVA. ¿Cuál es el IVA de una lavadora de Bosch?, ¿y el de una lavadora de Balay?. Pues me temo que es exactamente el mismo. Pero es que además resulta que el de la tienda deducirá el IVA que pague, por lo que resulta que a la cadena de electrodomésticos le saldrá la compra exactamente igual en un caso de un bien fabricado en territorio nacional que en el caso de un bien fabricado en el extranjero. Por supuesto, si hoy decidimos comprar una lavadora alemana en lugar de una española por lo que sea, ¿Qué ocurrirá si sube el IVA en el importe que sea?. Pues directamente no afectará en nada, porque ambas subirán en el mismo porcentaje y de hecho, lo curioso es que si la decisión es por precio, se exagerará; (la subida será mayor para el producto menos competitivo con un precio mayor, porque es un porcentaje). Por tanto, no encarece las importaciones respecto a las exportaciones, sino que directamente encarece el consumo propio, y en determinados casos, (por ejemplo en el turismo), lo que se consigue es que personas españolas decidan comprar fuera de España determinados productos o servicios, (por ejemplo en el turismo se verían beneficiados destinos foráneos).
Desde luego, es cierto que las importaciones se reducirán, pero no precisamente porque sea más atractivo comprar productos Españoles, (que es lo que ocurre cuando se devalúa la moneda), sino porque al subir los impuestos y por tanto los precios pagados de los bienes, se reduce el consumo. Al reducirse el consumo nacional, se reducen las importaciones, y por tanto asistimos a una mejoría puramente aritmética del saldo comercial, (exportaciones menos importaciones); que dista mucho de la mejoría de un saldo comercial derivado del incremento de la competitividad y de la actividad económica.
En consecuencia, y salvo el punto puntual de la mejoría del saldo comercial derivado de la caída de las importaciones, no existe ningún tipo de razonamiento que nos lleve a concluir que la subida del IVA pueda servir de ninguna forma como algo que ni tan siquiera se pueda entender como una devaluación competitiva. De hecho, lo curioso es que llevamos unos cuantos años en los que la imposición indirecta ha ido ganando cada vez más peso sobre la directa, en base a los argumentos de competitividad, sin el menor resultado práctico, precisamente porque se construye todo esto en base a una falacia.
Claro que si esto no es equivalente a una devaluación de la moneda, habría que saber porque se toma dicha medida, y en realidad no es difícil entender las razones, (quedarán para otro post), razones que en síntesis son las mismas que explican este cuento de la devaluación fiscal y su difusión