Estos días estamos asistiendo a un rally impresionante en la bolsa y en general en todos los mercados financieros, que parece que nos está alejando de los mínimos marcados. Un ajuste y un par de declaraciones han servido para este proceso en el que muchas personas habrán ganado mucho dinero, (y por cierto otras muchas tendrán un coste).
Este rally no es una buena noticia, de hecho es absolutamente pésima. No se entienda mal; no estoy en contra de que suba la bolsa; de hecho lo ideal es que suba, porque en condiciones normales, (o mejor dicho ideales), esto supondría que la economía va bien y en consecuencia que estamos superando una situación extremadamente complicada. Sin embargo, las razones por las que sube son importantes y no es lo mismo, (por mucho que generalmente se obvie la diferencia) el hecho de que suba por que la economía está bien, al hecho de que suba porque se está sacrificando la economía para que suba.
Por entendernos, no es lo mismo que un indicador de la gasolina de un coche suba porque hemos echado gasolina, que el hecho de que este indicador suba porque alguien lo está forzando, sobre todo si este procedimiento vacía el tanque de combustible. Las diferencias son evidentes, tanto en la utilidad de los mercados financieros como indicativo de la gasolina que existe en el tanque, como sobre todo en términos de sostenibilidad, ya que la gasolina será la que sea, se engañe en la medida o no.
Los mercados financieros han subido otra vez en base a un rescate y a un empeoramiento de las condiciones; no es la primera vez, ya que las mayores subidas de la bolsa han venido precisamente de medidas de este estilo, (recordemos el post donde trataba de explicar las mayores subidas), y esto es una mala noticia per se. Económicamente se han tomado una serie de medidas que son un desastre absoluto y sin paliativos y que nos condenan directamente a una depresión mayor. ¿Qué ha venido bien a la bolsa?. Pues como en todas las ocasiones. Viene bien hasta que todo el mundo se encuentre en una situación inesperada en la que el paro se dispare, los ingresos de la gente se bloqueen, mientras sus gastos se multiplican en bienes básicos, (gran parte para cotizadas), lo cual generará mayor colapso económico, lo que en definitiva nos llevará a que no se generen impuestos y no se genere capacidad de pago de las deudas. Esto implicará que las administraciones tampoco podrán pagar, y en definitiva si nadie paga, nadie cobra y de repente nos encontraremos otra vez en una situación tremendamente dramática.
¿Cuándo?. Pues como las burbujas, (de hecho no es exacto definirlo como una comparación), es imposible saber hasta donde y cuando; Pero desde luego el fin de todo esto es muy claro.
Las malas noticias no se limitan al hecho de las medidas y el más que previsible agudizamiento de la depresión, (que por sí sólo serían graves), sino que contrasta y mucho la sensación de que estamos saliendo de una situación complicada. Basta una semana de subidas espectaculares, para que de repente todo el mundo entienda que estamos en una situación mucho mejor y saliendo de la crisis, (¡a fin y a cuentas el indicador de combustible marca ahora que tenemos mucha más gasolina!). Esto es muy grave por dos motivos claros; el primero es que en aras a la confianza, muchas personas acabarán perdiendo mucho dinero en base a información falsa. Y sí, es información falsa, porque todo el que crea que los problemas se están solucionando, tomará decisiones en base a una información falsa. En realidad no estamos ante más que una burbuja, en la que como en todos lados puede ser racional invertir, pero siempre teniendo en cuenta que en el momento en que estalle, el que esté va a acabar pillado, por lo que más vale salir antes de que esto ocurra, y en el caso de la inmensa mayoría que no sabrá cuando acaba, lo mejor que pueden hacer es directamente no meterse en una curiosa ruleta rusa.
y el segundo es que tan sólo se podrá cambiar la situación cuando entendamos que el camino que estamos llevando no es el correcto. Por muy evidente que sea ya que el camino que llevamos nos conduce a un desastre, resulta que sólo existe la posibilidad de que sea cambiado cuando todo el mundo se convenza de esto. Evidentemente cada día que pasa, cada vez más personas están convencidas de esto, pero sin embargo, las autoridades y organismos están empeñados en seguir profundizando en toda esta subcultura de rescates, proponiendo cada vez mayores medidas heterodoxas que a su vez son más caras, sin tener en cuenta que todas estas medidas, que hubiesen supuesto no hace mucho una clara herejía, son heterodoxas precisamente porque nos llevan al desastre.
Este desastre es un desastre desde todos los puntos, ya que evidentemente desde el punto de vista económico, la situación queda en una situación peor que la anterior, y en cuanto a los mercados financieros, la realidad es que no se trata de otra cosa que la enésima patada para adelante, que supondrá una incierta subida, hasta rescates cada vez mayores, que tienen un límite que supondrán finalmente la caída de los mercados financieros.
Por cierto, y ya que estamos, en pleno rally anterior, había colocado un post en el que trataba de explicar porque íbamos a perforar los mínimos de 2009. Lamentablemente dicho post tiene mucho sentido, por lo que independientemente de que podamos asistir a una subida actualmente, el IBEX se irá muy por debajo de los mínimos de 2009 y de los de 2012. Pasará cuando ya no se puedan seguir tomando estas medidas en un entorno en el que todo está cogido con palillos y cualquier palillo tumba el sistema completo.