Todas las series tienen ciertos elementos que se repiten en todos los capítulos. Por ejemplo en House, siempre nos encontrábamos con una situación en la que existen dos posibles diagnósticos. Además en caso de errar el diagnóstico, el paciente morirá porque las medicinas curan unas enfermedades y empeoran otras. Otro leiv motiv recurrente es que el diagnóstico acertado es rechazado porque no cuadra en algún punto, que luego es explicado. Huelga decir que entre las dolencias que al final quedan existen similitudes.
Como en todas las series podemos extraer la moraleja, que en este caso es muy simple. A veces los diagnósticos fallan, bien por errores, bien por aspectos inesperados, (y en el caso de la economía con mucha frecuencia por intereses creados), lo que nos llevaría a la conclusión de que se prescribiría la medicina errónea al paciente, lo que acabaría siempre con un desastre.
Esta presentación, surge de la lectura de un post de McCoy en Cotizalia, en el que comete varios errores importantes, (y en este caso puedo decir que creo que son errores y no algo intencionado), que llevarán a un diagnóstico totalmente equivocado y en consecuencia a una medicina y desenlace dramático.
El post parte de una situación actual en la que observamos un proceso que ilustra con el titulo del post: “¡Más madera!...¡Hasta que reviente la caldera!”. Está claro que la situación es esa y poco más puedo que decir salvo estar de acuerdo en que esto no puede ser la salida. Sin embargo, se cometen unos errores muy graves en el diagnóstico, y sinceramente son errores difícilmente comprensibles en una persona con responsabilidad de transmitir información y opinión en el mundo económico.
El post comienza con un poco de Ironía: “no aprendemos”. Para pasar al punto en que suele comenzar siempre el error: “Es sabido”. Porque lo curioso es que asumiendo como “es sabido” el diagnóstico, no se discute, (con frecuencia esto es lo buscado), y entramos en todo el círculo vicioso. En este caso, lo que es sabido es que (lo cito):
“Cuando la mano del político ha reforzado irracionalmente el efecto de los estabilizadores automáticos, el caos en las finanzas públicas ha devenido inevitable”.
Y este es un primer error muy grave de concepto que puede llevar a una conclusión dramática. Lo primero que debemos entender es que los estabilizadores automáticos son una serie de medidas que se activan automáticamente para tratar de compensar de alguna forma los vaivenes de la economía, buscando unos efectos a nivel macro a partir de una estabilización micro. En teoría los estabilizadores automáticos, son automáticos en el sentido de que se tratan de toda una serie de medidas que hacen variar los gastos o ingresos de los ciudadanos, en función de la renta, sin que los gobiernos decidan. Por ejemplo tenemos los subsidios de desempleo, que se activan cuando se despide y compensan la caída de rentas del trabajo, o un sistema progresivo, que automáticamente impone mayores tipos a las mayores rentas, (el funcionamiento es sencillo; cuando caen las rentas, cae automáticamente el tipo impositivo y viceversa, actuando como freno tanto a las caídas como a las subidas), compensaciones de poder adquisitivo en sueldos y pensiones, normas para defensa de los consumidores...
Es importante entender que caso a caso, todas y cada una de las amenazas, recortes y debilitamientos han seguido una senda iniciada mucho antes del comienzo “oficial” de la crisis, han ido precisamente al debilitamiento y hundimiento de los estabilizadores automáticos. No hay ni tan siquiera un estabilizador automático que se haya reforzado, en el sentido de que no existe ni tan siquiera un mecanismo legal o distributivo que haya incrementado su efectividad. Es cierto que se ha incrementado el pago del desempleo, (porque hay más parados), pero de la misma forma, me gustaría recordar que en ningún momento se ha incrementado la cobertura, salvo en aspectos puntuales como los 2.400 € por persona que hubiese acabado sus prestaciones, lo cual desde luego no puede ser considerado como la causa de una situación y de gastos disparados, y que desde luego queda más que compensado con unas medidas que impactan sobre las economías de las rentas bajas y medias con mucha virulencia.
El problema no ha podido ser el reforzamiento de los estabilizadores automáticos, por la sencilla razón de que directamente no se han reforzado. En este caso, el diagnóstico nos lleva a un grave error. Es decir; de repente tenemos a un experto proponiendo cargarse los estabilizadores automáticos, (o reducirlos), de tal forma que nos acabaríamos encontrando con que todas y cada una de las propuestas que se harían para llegar a esta conclusión serían repeticiones y exageraciones de todas las decisiones que nos han traído a esta situación.
De hecho, lo curioso es que aparece al final otro error, también muy básico, muy relacionado con esto y desde luego con unas implicaciones que son también realmente graves:
“la FED hace verdadera política fiscal mientras que el BCE la aplica de manera subsidiaria. Un hecho que nos conduce irremediablemente al concepto de represión financiera, proceso por el cual se mantienen los tipos artificialmente bajos para auxiliar a los gobiernos en la solución de sus cuitas.”.
El grave error es entender que la Reserva Federal, el Banco Central Europeo o quien sea esté realizando una verdadera política fiscal, por lo menos directamente, ya que lo que realizan los Bancos Centrales no son políticas fiscales, sino que son políticas monetarias. Este matiz es importante, ya que otra vez se busca el culpable en un sitio en el que no corresponde. Esto es especialmente importante, en un contexto en el que al igual que lo que ha ocurrido en el caso de los estabilizadores automáticos, nos encontramos con toda una etapa muy prolongada en la que todo se ha fiado al desarrollo y aplicación de políticas monetarias como instrumento único para desarrollar las políticas económicas, eliminando completamente las políticas fiscales e incluso desbaratando la posibilidad de realizarlas.
Por tanto, es más que evidente que de hacerse un diagnóstico incluyendo las políticas fiscales y el papel de los estabilizadores económicos, (necesario por otra parte), tendrá que analizarse con un mínimo de rigor y evitar generar conclusiones que como poco son erróneas, en un contexto en el que a todo el mundo en todo momento se da siempre la misma medicina que está matando a los pacientes, que además oficialmente no se mueren de esto.
En este sentido me ha sorprendido también un error grave cuando habla de la “famosa “trampa de liquidez”, que define de la siguiente forma:
“Lo que uno se pregunta es si tal escenario de aumento desbocado de los precios es posible en un entorno de: uno, ausencia de circulación del dinero, esto es, la famosa 'trampa de la liquidez' propiciada por el proceso de tensionamiento del balance bancario a nivel mundial, disminución de pasivo mayorista ligado a una reducción de activo tóxico y reforzamiento de los recursos propios mínimos que ‘garantizan’ la solvencia; y dos, de exceso de mano de obra y capacidad productiva excedentaria que en USA se sitúa en el 22%.”
Por aclarar, la trampa de la liquidez se define por una situación en la que los tipos de interés de los mercados están al mínimo, (¡los de los mercados, no los oficiales!), lo que lleva a que todos los incrementos de oferta monetaria no provoquen ningún efecto sobre los tipos de mercado, lo cual a su vez no provocará efectos sobre la actividad, y en consecuencia, únicamente nos encontraremos tan sólo con la subida de precios. Por tanto, como ya he dicho no estamos en trampa de liquidez, que a su vez no produciría los efectos que nos cuenta, (sino todos los contrarios, que de hecho son los que nos encontramos, lo que es coherente con una situación en la que NO estamos en trampa de liquidez.
El problema empieza a no ser ya que no seamos capaces de diagnosticar, lamentablemente parece que la autopsia no es lo nuestro. Y sí, tiene razón en sus primeras palabras: ¡no aprendemos!, sobre todo porque debemos tener en cuenta que los estabilizadores automáticos y las políticas fiscales anticiclicas, (ojo no confundir con lo del 2008 en adelante que poco o nada tiene que ver con esto), fueron creadas precisamente en una situación muy parecida a la que estamos. ¿tendrá que ver el hecho de cargárnosla con la situación actual?.